Se trata de Ethical, un centro de rehabilitación para casos graves. En sólo un año pasó de atender dos o tres pacientes agudos al mes, a facturar un promedio de cien afiliados mensuales. Sólo en julio de este año, llegaron a facturarle a la obra social 199 casos complejos. Pero una auditoría interna de Pami llamó uno por uno a los afiliados y reveló que la mayoría de los pacientes no recibió una atención de complejidad, ni necesitaba esa cobertura de salud. La prestación tiene un costo mensual de alrededor de 450 mil pesos por persona. El perjuicio para la delegación local superaría los 500 millones de pesos.
Dos semanas atrás, en la oficina que PAMI tiene en calle Alvear 834 se produjo una acalorada discusión en mesa de entrada cuando una mujer reclamaba a viva voz que su padre no estaba recibiendo la atención que correspondía a alguien que acababa de atravesar un ACV.
Según la prestación que PAMI le estaba pagando al centro de rehabilitación, el paciente debía recibir atención de un equipo de profesionales que se ocuparía de minimizar las secuelas del ACV. Para eso, debían atenderlo cinco días a la semana, en jornadas de cuatro horas diarias que incluían refrigerio, fisioterapia, kinesioterapia, fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología, enfermería, refrigerio y servicio de nutrición.
Pero, de acuerdo a lo que la mujer alcanzó a explicar en medio de un ataque de nervios, su papá sólo era atenido dos días a la semana, y por un lapso mucho menor, apenas dos horas al día.
El episodio no pasó inadvertido a ninguna de las personas que esa mañana estuvieron en la sala de espera de la delegación Río Cuarto del PAMI, tampoco a este periodista.
La penosa escena sería la punta del ovillo de la auditoría interna de PAMI que sacó a la luz una presunta sobrefacturación millonaria que tiene en el ojo de la tormenta a un centro de habilitación que funciona en calle Hipólito Irigoyen 1516, a cargo de Gonzalo Lima.

El gerente de Ethical, Gonzalo Lima.
Se trata del hospital de día Ethical que se inauguró en diciembre de 2018, con el convenio que su gerente, Lima, firmó con la UGL 36 de Río Cuarto. Desde entonces, los episodios de ACV y politraumatismos severos se atienden en ese centro de rehabilitación. O casi todos, porque la auditoría de Pami revelaría que Ethical habría subcontratado otras bocas de atención en localidades de la región, sin que la obra social tuviera noticia de eso.
De acuerdo a la información que reunieron en PAMI, Ethical habría subcontratado médicos y centros de salud de Berrotarán, Gigena, Sampacho, Laboulaye, entre otras localidades. Desde esos lugares enviaban al hospital de día casos “severos” que supuestamente requerían de una atención compleja (¡y costosa!).
Cuando desde PAMI viajaron a la región a corroborar la existencia de esas bocas de atención no autorizadas, se toparon con salas de salud precarias, sin el mínimo instrumental ni el mínimo equipo de salud necesario para atender casos graves.
Hecho el código, ¿hecha la trampa?
Para entender mejor la magnitud del presunto engaño -decimos presunto porque la Fiscalía Federal de Río Cuarto se encuentra en plena etapa de recolección de pruebas y no avanzó con las imputaciones- es necesario conocer cómo se le factura a PAMI.
Cada servicio de salud que se presta a la obra social lleva un código. En el caso que encendió todas las alertas el código es el 140010 y está destinado a pacientes muy específicos: son aquellos que sufrieron patologías neurologícas o traumatológicas complejas y recientes. Esa atención compleja se brinda por tres meses y, en casos que lo ameriten, puede extenderse a cinco meses. Lo que se busca con esa batería de profesionales es minimizar las secuelas del ACV o del politraumatismo.
“Son casos muy excepcionales, según las estadísticas, se registran no más de tres al año”, confiaron a Otro Punto. Pero inexplicablemente, desde agosto de 2024 la cantidad de “códigos 140010” que llegaban a la delegación local de PAMI se disparó exponencialmente.
Justo un mes antes, en julio de 2024, desde PAMI Central llegó una disposición que les permitió a los prestadores cargar las prácticas de rehabilitación sin pasar a autorizarlas por PAMI. En otras palabras, pasaban a ser juez y parte.

Aquí no pasa nada
Cuando funcionarios de la obra social detectaron las primeras sospechas de sobrefacturación, enviaron a la dirección local de PAMI una planificación de auditoría. Se trata de un instrumento que debe ser autorizado por la conducción de la obra social para recién entonces comenzar a indagar una posible irregularidad. El primero en recibir –e ignorar- ese pedido fue el entonces titular de la UGL local, el contador Ricardo Scattolini. El mismo pedido fue elevado al siguiente director, el empresario de combustibles Santiago Pinasco y tampoco tuvieron éxito. “Confiaban en lo que les decía el jefe del área médica, Víctor Genesio, y él no tenía ningún interés en que se hiciera la auditoría”, comentaron en la delegación local de PAMI.
Genesio es el mismo médico que fuera denunciado en los tribunales provinciales por supuesto abuso sexual y acoso laboral contra tres empleadas de la obra social. Y precisamente, algunas de esas trabajadoras eran las que estaban pidiendo que se investigue lo que pasaba con las prestaciones.
Lo que terminó de enrarecer el clima laboral en la delegación Río Cuarto de PAMI, fue una sugestiva serie de mails anónimos –con copia al intendente municipal, a PAMI Central y hasta Presidencia de la Nación- que buscaban escrachar a las tres mujeres, acusándolas de haber cometido actos de corrupción.
Sea cual fuere la mano anónima que redactó los mails incendiarios, logró el efecto de un bumerán. Las tres personas mencionadas se presentaron espontáneamente en la Justicia Federal y se pusieron a disposición para lo que requiriera la Fiscalía. Ahora el fiscal Rodolfo Cabanillas está investigando minuciosamente lo que pasaba en el edificio de Alvear al 800 y en el único hospital de día que funciona en el sur cordobés. Quienes aportaron el mayor caudal probatorio con que cuenta el fiscal fueron precisamente las tres mujeres “escrachadas”.
Aquí la nota exclusiva de Otro Punto, con las mujeres que denunciaron al ex jefe del Área Médica: https://otropunto.ar/a-fondo/las-mujeres-que-denunciaron-acoso-en-pami-rompen-el-silencio/
La “epidemia” de ACV que activó todas las alarmas
Recién con la asunción del actual director de PAMI Río Cuarto, Leonardo Farina, el área Auditoría tuvo el ok para empezar a indagar a fondo, y lo que encontró sería una escandalosa sobrefacturación cuyo perjuicio económico superaría los 500 millones de pesos.
De acuerdo a lo que indagó Otro Punto, los casos severos que ameritaban un “código 140010” eran excepcionales. Por ejemplo, en enero, febrero, y abril de 2024 se registró un caso al mes. En agosto, el hospital de día informó que había atendido 5 casos y, a partir de ese momento, la escalada de “casos de ACV y politraumatismos graves” no paró de crecer. En septiembre de 2024, fueron 58 casos. En enero de 2015 treparon a 114 pacientes hasta llegar a la friolera de 199 casos en julio pasado.

Jaque mate
Frente a la descomunal disparada de pacientes que –supuestamente- requerían una rehabilitación de 4 horas por día durante toda la semana, desde Auditoría llamaron telefónicamente a esos pacientes y destaparon la presunta maniobra: La enorme mayoría de las mujeres y hombres consultados no encuadraban en la sintomatología que requería una atención compleja y tampoco concurrían a diario al hospital de día.
“En algunos casos, eran lesiones musculares, o algún caso de Parkinson de larga data, o drenajes linfáticos y sólo uno o dos de los consultados efectivamente requerían esa atención”, revelaron fuentes seguras. Con un agravante, los casos puntuales como el del padre de la mujer que tuvo una crisis de nervios en la recepción de Pami –que efectivamente requerían de una atención diaria de cuatro horas- tampoco habrían recibido el tratamiento complejo que había facturado el hospital de día.
Hoy la causa no solo es investigada puertas adentro de PAMI sino que la Justicia Federal tiene puesta la mira sobre el centro de rehabilitación y la posible sobrefacturación millonaria a la obra social más grande del país.
Entretanto, dos de las trabajadoras que fueron señaladas por los mails anónimos acabaron con carpeta médica y, a las pocas semanas, debieron reincorporarse a sus puestos de trabajo por orden de PAMI Central. Quien ahora se encuentra con uso de licencia es Víctor Genesio, el ex coordinador del Área Médica denunciado de haber acosado sexual y laboralmente al personal que tenía bajo su cargo.
Todo indica que, en las próximas horas, se tomarán medidas judiciales.
¿Y dentro de PAMI qué harán?
Leonardo Farina, el actual jefe de la delegación local, llegó con perfil bajo y conciliador, dispuesto a capear la tormenta. ¿Podrá dar el golpe de timón?
*Director periodístico
Fuente: www.otropunto.ar