El día que la Triple A atentó contra el despacho del Gobernador de Mendoza Alberto Martínez Baca

El junio de 1974 se le inició a Martínez Baca juicio político y posteriormente fue destituido por la Legislatura, lo sucedió el vicegobernador Carlos Mendoza hasta que la provincia fue finalmente intervenida en agosto de 1974.

Ricardo Aleks, el primero a la izquierda, en una fotografía de protocolo en el despacho del Gobernador Alberto Martinez Baca. Gracias a la investigación del periodista Rodrigo Sepúlveda, autor del documental “Legajo 7746” se supo qué rol cumplió Ricardo Aleks en la pasada dictadura.

Se trata del ex Jefe de Inteligencia de la Policía Federal de Mendoza, sobre quien pesa un pedido de captura nacional e internacional desde el 13 de diciembre de 2012.

Días atrás se difundió que el Ministerio de Justicia ofrece 100.000 pesos de recompensa para quien aporte datos sobre su paradero.

Guillermo Martínez Agüero quien expresó que Martínez Baca “sintetizaba todo en una consigna: ‘La sangre montonera es Patria y es Bandera’ y hoy Don Alberto es Patria y es Bandera junto con el General Valle, Atilio López, Fernando Abal Medina, Norma Arrostito, Pereira Rossi, Cambiaso, Yaguer y tantos otros que quedaron en el largo camino de la Liberación Nacional”.

Para cerrar, una anécdota graciosa, que cuenta Beatríz Eloísa París, compañera del Peronismo Montonero que sufrió cárcel durante la última dictadura cívico-militar que padecimos y que mantenía una relación de amistad con Martínez Baca en Mendoza.

“A mi hijo mayor –una vez vuelta la democracia- lo tuve en el Hospital Español, con la cobertura del IOSE (Instituto Obra Social del Ejército), porque mi papá trabajaba en el Liceo Militar. Yo tenía en la habitación un gran ramo de flores con una tarjetita que me había mandado M.B. Como correspondía, en determinado momento apareció un auditor de la Obra Social, un militar. Resulta que al hombre le llamó la atención el ramo que me habían regalado y por simple curiosidad se acercó a ver de quien venía. Cuando leyó lo que decía se quedó helado: ‘Bienvenido el nuevo Montonerito’. Inmediatamente el tipo pegó media vuelta y se fue sin decir una palabra”.