A 19 años de la muerte de Marcos el “Mono” Marchini

El 19 de febrero de 2004 se apagaba a los 63 años de edad la vida de un hombre apasionado, jugado por lo que creía, buen amigo y compañero, maestro del periodismo deportivo, tanguero de ley y militante sindical inquebrantable: Marcos el “Mono” Marchini.

Hace 19 años, víctima de una embolia pulmonar, moría Marchini en la Clínica Sucre de la ciudad de Córdoba, donde se encontraba internado desde hacía aproximadamente una semana, luego de que sufriera una descompostura mientras trabajaba en el Canal 12 de televisión.

El “Mono” Marchini, como le llamaban sus colegas, compañeros y amigos, entre quienes supo ganarse el aprecio y el respeto, nació en Huinca Renancó y tras un breve paso por Río Cuarto recaló en Córdoba para estudiar Odontología, profesión que el periodismo, el tango, la bohemia y el gremialismo dejaron relegada.

Tuvo una dilatada trayectoria como periodista deportivo pero también desarrolló actividades gremiales como delegado de los trabajadores y trabajadoras de Canal 12 y directivo del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA). Entre 1981 y 1989 fue presidente del Círculo de Periodistas Deportivos de Córdoba. En 1998 participó del Plebiscito con el que el Cispren se incorporó a la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). En 2002 se hizo merecedor al Premio “Nilo Neder” a la trayectoria deportiva.

Sus primeras armas en el periodismo las hizo en la desaparecida Radio Municipal y su predilección fue el boxeo, que le llevó a transmitir la pelea en la que Santos Laciar se consagró campeón del mundo en Soweto, Sudáfrica.

También amaba el tango –era un excelente cantor-, tuvo programas radiales y participó de la obra “Córdoba y el Tango” con Efraín Bischoff y Hermes Bálsamo.

Marchini participó del proceso de reunificación del gremio de prensa cordobés durante la dictadura cívico-militar. Hacia fines de 1981, un grupo de periodistas fundó el Movimiento por la Recuperación del Gremio de Prensa, una agrupación que sostenía como consigna principal la fusión del Círculo de la Prensa y el Sindicato de Prensa de Córdoba en una única organización gremial.

De esa nueva generación de activistas gremiales, junto a algunos integrantes del Movimiento por la Recuperación del Gremio de Prensa, nace el Movimiento Unificado de Prensa (MUP). En las hileras de esta organización, confluyeron los mejores militantes del Círculo y el Sindicato, y durante una asamblea realizada en la Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC), se aprobó un programa de acción que contemplaba el cese de la intervención y la normalización unificada del gremio, la inmediata designación de delegados de todos los medios y la plena vigencia del Estatuto del Periodista. En la Comisión Provisoria del MUP, en representación de Canal 12, figuraba Marcos Marchini.

“Con él se fueron 40 años de la historia del periodismo cordobés y un pedazo de la conciencia del gremio de prensa de esta provincia. Además, un amigo fiel hasta el exceso, sin omisiones ni vacilaciones; mucho menos ausencias en el momento en que su presencia cálida se hacía necesaria”, rezó parte de la nota difundida por el Cispren con motivo de su fallecimiento. El gremio –en el que Marchini tuvo militancia activa– destacó que en ese ámbito, la amplia actividad del periodista lo llevó a ocupar “los más diversos puestos de lucha, en una entrega que mantuvo viva más de 30 años”.

El Cispren destacó la manera en que “orientó y acompañó a sus compañeros, les dio contención y una palabra prudente en todas las circunstancias, pero les transmitió la pasión de la militancia cuando fue preciso hacer de la acción directa el recurso insoslayable”.

Él como ninguno demostró que no es contradictorio ser un buen profesional sin renegar de la condición de trabajador, de militante, de estar al lado de los compañeros, de no ceder a las presiones de las empresas, a no cortarse individualmente, a jugar siempre el partido colectivo con el resto del equipo en la cancha y no criticando desde la tribuna.

El “Mono” dejó un mandato que forma parte de la ética de la construcción a la que nosotros apuntamos. Alguna vez, dando una charla a estudiantes de Ciencias de la Comunicación en el Patio Olmos lanzó su célebre frase que nos sigue guiando para no errar el camino: “Lo único que se puede hacer desde arriba es un pozo”.

Vocación tanguera

De izquierda a derecha, el cantante Nelson Castro mira de frente a un espejo que refleja Marcos Depetris, el guitarrista Francisco Barroso, el director Carlos Nieto, el periodista Marcos Marchini, miembro fundador de la Academia Nacional del Tango filial Córdoba. En el centro, tomando la foto, Dante Ascaino. (Foto gentileza Teatro del Libertador San Martín)

Junto al periodismo deportivo, el tango fue la otra gran pasión de Marcos Marchini. Desde el Centro de Estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba fue uno de los organizadores de un Festival de Tango en el que descolló el cantante Alberto Morán, incomparable intérprete de “Pasional”.

En reconocimiento a su vocación, la Academia Nacional del Tango expresó su pesar por el deceso mediante un texto escrito, a pedido del presidente de la institución, por el historiador Efraín U. Bischoff, autor de la obra musical “Córdoba y el tango” de la que Marchini fue intérprete.

“Alguna oportunidad le dije que los ventarrones de la sureña pampa cordobesa se le habían metido en las raíces del alma el alma, porque había nacido en la llanura y luego quedó atrapado para siempre en esta capital y dentro de ella por los aleteos de la música popular”, sostiene el emotivo texto de Bischoff.

Y hacia el final agrega: “Sabía brindar con delectación los versos de los poetas, experimentaba una emoción profunda al escuchar las páginas musicales de sus preferidos y se aferraba como pocos al afecto familiar y de los amigos”.