El Sindicato Joven CIS-CTA Autónoma escribió:
“Cuando veas una foto como esta no te pelees con nosotros para defender a la burocracia sindical que nos embrutece, y no saltarán por vos cuando vengan a reemplazarte porque tu espalda está rota, tu mente no te responde y tus brazos se rindieron ante una extenuante jornada del movimiento repetitivo, o simplemente como delegado gremial dejaste de serles útil en eso de repetir lo que la patronal no dice para no quedar en orsai.
“Y no te enojes con los trabajadores porque hacen uso de la libertad sindical y se afilian a otro sindicato y estás vos de la nada, hablando como un letrado que compró el titulo, hablando de legalidad y Personería Gremial cuando ni siquiera a vos te dejan usarla, si todo lo negocian cuatro viejos en Capital Federal.
“No los llames por su nombre para humanizarlos, porque ellos nunca se tomarán el trabajo de recordar el tuyo. Para ellos, todos nosotros, incluyendo vos, tienen el mismo apellido, cuyos sinónimos son adjetivos de Servidumbre y Subestimación.
“Contribuye al cambio, desde el silencio. Y no delates a aquellos que los enfrentan para destronarlos de ese reinado cuya corona, con sus autos de lujos, mansiones y fortunas mal habidas sale del sudor de tu frente y del que pone me gusta o comparte publicaciones como estas, a las que le hacés captura de pantalla para hacérselas llegar a su séquito, para después decir que no fuiste el que lo hizo despedir.
“Sabelo, desde hoy, mientras hacés captura de esta pantalla para remitírsela a los Cavalieris, Machados, Correas, Chacones, Quirogas, Ledesmas (todos se manejan igual), con los me gusta y compartidos, sabelo que nunca serás como ellos, porque vos como todos nosotros, solo entra en sus vidas, por la puerta de servicio y el día menos pensado te arrojarán por la ventana cuando reclames lo que crees que te pertenece.
“Ahí te acusarán de traición por rebelarte, aunque para entonces hayas cometido la traición más grande de todas; haberte olvidado de los tuyos, de los que confiaron en vos y les reenviaste el audio que en confianza te mandaron a vos, y les capturaste la pantalla del estado con una opinión, los que olvidaste por un ignoto cargo de revisor de cuentas que no revisa, vocal de relleno, secretario de la nada misma en alguna lista electoral, porque creíste que ibas a cambiar las cosas desde adentro, cuando el que había cambiado eras vos.
“Estás a tiempo…”.