Por Pablo Callejón*
La delegación del PAMI Río Cuarto suma tantas denuncias como rechazos. Convertida en un botín político, se reparte en migajas entre el radicalismo con peluca liderado por el presidente del bloque de Primero Río Cuarto, Gabriel Abrile, y la escuálida estructura libertaria local.
El frustrado ingreso al directorio del ex concejal Pablo Carrizo le hubiera permitido sortear el artículo tres de la designación, que hace referencia al Registro de Antecedentes Penales, debido a que ya cumplió la condena por violencia de género contra su ex pareja.
Carrizo fue designado para asumir la conducción del Departamento Médico de la Unidad de Gestión local, un rol que alguna vez tuvo a notables referentes de la salud, como la doctora Matilde Glineur Berne. Sin embargo, a las pocas horas, el PAMI revocó la decisión.
Los cambios en la obra social de los jubilados se producen en medio de un acuerdo entre el diputado libertario Gabriel Bornoroni, empresario del sector de estaciones de servicios y mandamás de la Libertad Avanza en Córdoba, y sectores del radicalismo cordobés. La semana pasada fue anunciado como nuevo titular del PAMI Leonardo Farina, un microbiólogo que acompañó a Abrile en la secretaría de Salud municipal y se desempeñaba en la Defensoría del Pueblo.
En menos de un año y medio, la delegación local tuvo ya tuvo tres directores y fue acumulando denuncias por irregularidades y caso de abusos, que son investigados por la Justicia provincial y federal. En el medio, los jubilados son rehenes de las políticas libertarias que profundizan la pérdida del poder adquisitivo de los haberes y los obligó a realizar colas frente a la sede de calle Alvear para demostrar que necesitan los medicamentos que les recetan cada mes.
A la salida de Ricardo Scattolini, llegó el turno del empresario de estaciones de servicio Santiago Pinasco, el mismo que fue fotografiado tomando una siesta en plena jornada de trabajo, mientras se resolvía el desmantelamiento de la Agencia de Empleo Territorial de la Nación. Pinasco ni siquiera cumplió el periodo de prueba que fijaba el contrato y se fue sin realizar declaraciones públicas sobre su alejamiento.
En la delegación local del PAMI hay dos graves denuncias que revelan la grave crisis de conducción y los posibles desmanejos que tienen en vilo al organismo. Según reveló el medio Otro Punto, tres mujeres acusaron al titular del área de coordinación médica por acoso y hostigamiento, por lo que el Juez de Familia y Género, Mariano Correa, libró una orden de restricción y las trabajadoras fueron reasignadas en otras áreas. Las denunciantes tienen una extensa trayectoria en la obra social y una calificada valorización laboral.
En otra gravísima acusación sobre el funcionamiento del organismo, la Justicia Federal investiga una denuncia de trabajadores por posible sobrefacturación de prestaciones. La investigación revelada por el periodista Leonardo Brochero sostuvo que “en agosto de 2024 se autorizaban de estas 4 prácticas, pero al mes siguiente saltaron a más de 100 y, en los últimos tres meses, la cantidad de prestaciones mensuales alcanzó los 180 casos”. Se trata de asistencia para cuadros complejos, que exigen tratamientos regulares, intensivos y multidisciplinarios.
El deterioro institucional de un organismo clave, del que dependen miles de jubilados de Río Cuarto y la región y que cuenta con uno de los presupuestos más altos en la ciudad, revela a diario los reclamos por faltas de cobertura de medicamentos y pañales, demoras asistenciales y pedidos de beneficiarios por tratamientos claves. El desolador escenario que impacta en los más vulnerables y revela los acuerdos de la casta política amparada bajo las alas libertarias.
*Periodista
Fuente: Poster Central