Tras su liberación el lunes pasado, el Secretario General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba Federico Giuliani, brindó una entrevista donde relató los pormenores de su detención el jueves 28 de agosto, apuntó contra la Policía de la Provincia, el Fiscal que ordenó su confinamiento y el Ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, por ser responsable del operativo represivo. También fustigó al Gobernador Martín Llaryora y el candidato cordobesista Juan Schiaretti: “En la práctica, son Javier Milei en Córdoba”.
La entrevista se realizó en la sede del Consejo Directivo Provincial, donde Giuliani portaba un cabestrillo que le sostenía el brazo a raíz de la quebradura de un codo, que le cometió un policía cuando lo esposó, a pesar que nunca ofreció resistencia a la detención.
“En la Córdoba de hoy los derechos humanos no se respetan. Hay una reivindicación del “Cordobesismo”. una mirada nostálgica de los derechos humanos de los ’70, pero los DDHH de hoy están totalmente violentados. Me tocó vivirlo en primera persona”, arrancó el dirigente.
Y agregó: “Protestar es un derecho, el derecho madre que nos permite conseguir condiciones de vida dignas: Salario, ayuda social. Pero en una Córdoba alineada a las políticas fascistas de Milei parece que manifestarse o expresar una bronca sobre ciertas situaciones es un delito”.
-¿Como sucedieron los hechos?
-Nosotros fuimos a una dependencia municipal que no da respuesta a nuestros reclamos hace tres meses. Hay un funcionario que no funciona en la Municipalidad, llamado Raúl La Cava, que es un calco de Sandra Pettovello. Fuimos a su oficina a buscar ayuda social, a partir de un compromiso que tenía su dependencia con la CTA Autónoma y nos encontramos con una represión desmedida, en un operativo policial totalmente irregular.
En la reconstrucción de lo sucedido el jueves pasado, a nosotros nos permiten ingresar al organismo y cuando entramos directamente nos emboscaron. Cerraron con llave, nos tuvieron detenidos aproximadamente una hora, literalmente secuestrados con privación ilegítima de la libertad. Sumado a un posterior show mediático montado, con una unidad de traslado como en si Córdoba se pudiera dar estos lujos de semejante gasto del erario público para reprimir una movilización pacífica que pedía comida.
No hay otros problemas de seguridad en la ciudad, como el narcotráfico que avanza, los delitos que aumentan, las cúpulas policiales totalmente corrompidas. Esos son los problemas reales. Con la represión que sufrimos se quiso vender humo.
Me fractura el brazo un oficial que se llama Ezequiel Romero aplicándome una toma cuando me va a poner las esposas, cuando no ofrecí ninguna resistencia y en una situación de absoluta indefensión. Éramos siete varones y ocho mujeres contra un Cuerpo de Infantería de unos 50 efectivos. Yo ofrecí ponerme las esposas adelante, no me hicieron caso, me hicieron una toma y me las pusieron en la espalda como a un delincuente. Incluso en la salida le pegan a periodistas porque no querían que filmen el operativo.
-¿Que pasó después?
-De ahí en más se dio una secuencia que fue de terror: Estuve tres horas esposado con el brazo quebrado, cuando me llevaron al Hospital Misericordia quedé internado, acostado 24 horas esposado a la cama, mientras tenía el brazo quebrado no pude ir al baño ni tomar agua, con una custodia excesiva según me decían los propios médicos que venían a verme, a la media noche mientras estaba sedado y durmiendo apareció el Área de Investigaciones de la Policía a hacerme preguntas, estuve incomunicado mientras desfilaba toda la cúpula de la Policía y me miraba como si fuera un trofeo de guerra, lo que me hizo sentirme muy amedrentado. Al otro día me trasladan a la Alcaidía y me imputan ‘resistencia a la autoridad’, ‘amenazas’ y ‘lesiones leves’. Todos delitos excarcelables, incluso si fuesen ciertos.
Pero en Córdoba el estado de Derecho es una excepción. Hoy tenemos fiscales dictando prisiones preventivas cuando los jueces deberían hacerlo. El Fiscal Ernesto de Aragón me viene hostigando hace muchos años y decidió ahora detenerme de manera arbitraria y me mandó a un penal de máxima seguridad en Bower, donde sufrí todo tipo de amenazas del Servicio Penitenciario hasta que ingresé al pabellón, donde estuve ingresado con presos comunes.
También hay una discusión sobre el sistema carcelario que en Córdoba tiene la matriz de la dictadura militar. Cuando vos entrás ahí perdés la noción que tenés derechos: La comida es indigna, está lleno de ratas y cucarachas y el 60% de los presos está sin condena.
-¿Qué mención podes hacer de la reacción de las organizaciones ante tu detención?
-Todo esto generó un proceso de movilización popular impresionante. Debo destacar y agradecer a cada dirigente y militante que se acercaron a cada actividad que ATE y la CTA-A realizaron para exigir mi libertad.
El sindicato resolvió un Paro General Nacional para el martes 2 de septiembre y esos reflejos políticos rápidos permitieron que hoy esté liberado, porque si fuera por De Aragón o por la Justicia cordobesa hoy seguiría preso.
La valoración que hacemos es que fuimos a pedir comida y recibimos palos y detenciones ilegales, me tocó sufrirla a mí y a mis compañeras y compañeros también, atravesando situaciones denigrantes. Por eso decimos que cada abuso que sufrimos lo vamos a cobrar, uno por uno. La Policía, el Fiscal y el Servicio Penitenciario son funcionarios públicos y tienen la obligación de cuidarnos.
Quiero resaltar a la gente del pabellón de la cárcel donde estuve detenido, que tuvo muchísima humanidad. Estuve cuatro días detenido hasta que mi familia pudo visitarme, sufriendo ‘verdugueos’ y vejámenes que no se los deseo a nadie, sin ropa ni comida, incomunicado casi 72 horas y me llevo los gestos de solidaridad de los detenidos que me permitieron sobrellevar esos días de la mejor manera.
No soy el ‘Chapo’ Guzmán ni el ‘Porteño’ Luzi, sino un dirigente que lucha que sufrió una detención injusta y que estuve sin comida porque la que brinda el Servicio Penitenciario no la comen ni los perros.
Responsables
Giuliani apuntó contra los responsables políticos de la represión que derivó en su encarcelamiento. “Debemos decir que el responsable del operativo es el Ministro de Seguridad Juan Pablo Quinteros, que sigue los pasos de Patricia Bullrich. Pero el responsable máximo es el Gobernador Martín Llaryora”.
En tal sentido, el dirigente añadió que el “Cordobesismo” en etapa electoral se quiere despegar de Milei, a pesar de haberle votado la Ley Bases que permite el saqueo en Argentina, pero en realidad Llaryora y Juan Schiaretti son Javier Milei en Córdoba”.
-¿Cómo continúa tu situación?
-Estuvimos con la jueza Anahí Cristina Hampartzounian, que hizo justicia ante la situación aberrante y violatoria de los derechos humanos que sufría. Por eso me liberó.
Tuvimos la posibilidad y capacidad de nacionalizar esta situación, que tiene que ver con gobiernos que ajustan, que criminalizan la protesta y judicializan a los que nos manifestamos. Se involucró el CELS que es un organismo de derechos humanos muy reconocido a nivel nacional e internacional y todo lo que planteó es contundente. Yo estoy a disposición de la Justicia para que nos investigue pero también queremos que se investiguen las situaciones de tortura, de vejámenes, de amenazas y amedrentamientos que sufrimos de parte de la Policía y el Servicio Penitenciario, culpa del Fiscal De Aragón y del Ministro Quinteros.
Ante los tiempos que se viven no va a ser tan sencillo sacarnos de la calle, de la protesta y de la lucha. Cuando más se incrementen las condiciones de crisis social, la gente se va a ir organizando de mejor manera. Lo demostraron ATE y la CTA-A, que estuvieron tres días seguidos en la calle, con una solidaridad hermosa de organizaciones hermanas.
Soy hijo de un preso político de la dictadura, que deambuló muchas cárceles, pero nunca pensé que iba a estar ahí. Ellos nos quieren doblegar pero la conclusión es que estoy fuerte y entero, resaltando que no hay un héroe individual, el héroe es colectivo: Las organizaciones y el pueblo que luchan por Justicia Social y una vida digna en la provincia.
Fuente: www.atecordoba.org