Juan Carlos Cámpora: Un intelectual comprometido con la revolución

Juan Carlos Cámpora venía de una familia de origen bloquista (Unión Cívica Radical Bloquista de San Juan). Su padre fue médico. En la década de los ’50 participó de la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN) que enfrentaba al colonialismo inglés desde posiciones de derecha.
Pero todo cambia. Las elecciones de 1962 que luego serán anuladas, lo encuentran en su ciudad natal, en un trabajo conjunto con sectores del peronismo, el socialismo y la democracia cristiana.
Tres años más tarde crea y es el Rector de la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento que tiene como máximo objetivo, conformar intelectuales de relevancia a nivel provincial que enfrenten las ideas y objetivos de la Universidad Católica de Cuyo, centro de formación de la derecha oligárquica, ese misma derecha que luego ocupa los cargos públicos en la provincia.
Ya alejado del bloquismo, que ha perdido su razón de ser como defensor de las clases más humildes, Cámpora, será la persona que en San Juan defenderá con mayor pasión los logros de la Revolución Cubana, siendo el encargado de repartir el diario “Granma” en esa provincia y sintonizar por onda corta Radio Habana.
A principios de los ’70 el ingeniero Juan Carlos Cámpora se relaciona con militantes del peronismo revolucionario de la ciudad de La Plata y Capital Federal, tales como John William Cooke y su esposa Alicia Eguren. Y se pone a disposición de éstos para dar comienzo a la formación de cuadros guerrilleros urbanos y rurales. Él personalmente los entrena en el uso de las armas, ya que había sido campeón argentino de tiro y también los orienta en cursos de supervivencia en el campo.
Para entonces, ya se siente un peronista revolucionario más y así lo consideran también, sus compañeros de ruta.
Participa activamente de la campaña del “Luche y Vuelve” y de la campaña electoral del 11 de marzo de 1973 que ganará el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI).
Al producirse el Golpe de Estado en Chile (11-9-73), no duda en trasponer la frontera armado, para rescatar a su amigo el periodista chileno Mario Zamorano, cuadro político del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). No solo vuelve a la Argentina con él, sino que también ayuda a cruzar la frontera y aloja en su finca de la localidad de Pocito a un grupo de jóvenes miristas.
La hija de Juan Carlos Cámpora, María Cristina, a quien su padre llamaba cariñosamente “Maritina”, será cuadro montonero en la provincia y debido a sus conocimientos de enfermería pasará a militar en la parte de sanidad en la “orga”.
Pero la suerte de su padre estaba echada, desde el mismo momento que siguió convencido de sus ideas y colaborando en todo lo que podía con los jóvenes peronistas y/o de izquierda revolucionaria.
A la edad de 58 años fue secuestrado-desaparecido por una patota militar. Ocurrió el 25 de febrero de 1977. Entre las ocho y media y las nueve de la mañana, cuando salió de su casa del Barrio Juan XXIII de Mendoza para ir al médico, pero nunca llegó a destino.
Ex Rector de la Universidad, ex Secretario General de la Gobernación, fundador del Instituto de Investigaciones Arqueológicas, todavía se recuerda cuando ordenó cerrar con alambrados el Parque de Ischigualasto, para evitar que los yanquis se robaran los esqueletos petrificados de los dinosaurios.
Creo, que el conjunto de la sociedad sanjuanina le debe un homenaje póstumo a éste intelectual idealista, que llevó su compromiso hasta las últimas consecuencias.
Fuente: Roberto Baschetti