La mancha voraz

Por Néstor Pérez

La cosa es espesa, viscosa, repugnante, nadie sabe como llegó pero ya está ahí, amenazante; desborda y ver como crece trémula es todavía más intimidante. Pero es peor: Crece con el miedo del observador.

De entrada intenta tragarse al primero que la avista, de a poco; para evitar que eso inexplicable cumpla su propósito, acuden en su ayuda un par de infortunados; sí, acierta el lector; se los devora a todos. “La mancha voraz” es un ícono del cine ficción, de su estreno nos separan más de sesenta años. Estaba bien hecha parece, porque paralizaba de miedo a mi vieja, que de puro contestataria le declaraba la guerra a Occidente ella sola.

¿La mancha provocaba terror, o era el terror mismo? ¿Es el miedo consecuencia de un suceso, o el miedo estaba antes? ¿Pudo haber sido la mancha el miedo y no lo que lo provocaba?

El miedo a un escenario impredecible pero sin dudas opresivo, sujeta hoy al pueblo argentino que soporta la crueldad de Milei y paraliza a la dirigencia derrotada. Esperar a que los destrozos sobre un pueblo ya muy mal herido por gobiernos predecesores provoquen la reacción, da cuenta del miedo a que las víctimas no contesten reivindicando al pasado reciente.

Ahí yace el terreno fértil para protocolos ilegales que pretenden sujetar al ciudadano, que no mueva un dedo más allá de lo que el Gobierno ordena. Cárcel o bala se metió bajo la piel. Acepten la brutal transferencia hacia los sectores más ricos de una Nación pobre, o el infierno se desatará sobre ustedes, es el mensaje de una casta liderada por aquel que la iba a demoler.

El Poder trabaja sobre el miedo, no hay nada nuevo en eso. Lo novedoso es que el miedo rinda su capacidad de reacción ante quienes desafían al pueblo disidente desde la legitimidad electoral.

Como si el control de las decisiones políticas le hubiese sido arrebatado al pueblo, sin mediar suspensión de ninguna garantía constitucional, después de cuarenta años de vida democrática.

*Periodista. Secretario de Finanzas del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTAA)