La nieta de Tosco y Graciela Bialet en la Biblioteca del legendario líder

El dirigente más recordado del “Cordobazo” hizo la secundaria en una escuela técnica donde se discutía mucho. Ese diálogo permanente me invitaba a profundizar la lectura, contó Agustín Tosco, el “Gringo”, en una entrevista cuyo facsímil, su nieta Bianca y la escritora Graciela Bialet han encontrado fisgoneando en la vieja biblioteca del legendario dirigente sindical.
Siempre me gustó leer, dijo el “Gringo” en la misma entrevista, y recordó que en su casa natal de Coronel Moldes, sin electricidad y piso de tierra, se hizo una pequeña biblioteca. Entonces, José Ingenieros estaba entre sus preferidos. Aunque positivista, me enseñaba cosas, le contó al periodista.
Lector voraz, obligaba a sus compañeros a seguirlo. Lo recuerda Graciela Bialet (cuyo marido, Mario, estuvo en la conducción lucifuercista con Tosco) y desde el público, Juan Enrique Villa, del Sindicato de Perkins de aquella época, lo confirma: Les distribuía lecturas y (uauuu…) los miércoles les tomaba lección.
En la carpa Leonor Allende de la Feria del Libro, la historiadora Bianca Tosco habla de los hallazgos en la biblioteca de su abuelo (Agustín, lo nombra al mencionarlo), que la familia conserva en el mismo mueble de entonces. Una biblioteca no muy grande. Ella y la querida Graciela creen que Tosco no atesoraba los libros que leía, porque los circulaba, y porque la cárcel y la clandestinidad (donde murió), no ayudaban a almacenar.
Aunque gran conocedor del marxismo (él mismo dice en otra entrevista que eso está leyendo), más que textos del padre de El Capital, hallaron libros de organización política, historia argentina, liderazgo, conducción de grupos, cuidado de la voz (se preparaba para ser dirigente, subraya Graciela Bialet), política energética, técnicas de electricidad, derecho laboral comparado (convenios colectivos de otros países), religión y algo de ficción.
Bakunin, Bloy, Fanon, Sartre, Flaubert, Zweig, Baudelere, Shakespeare, Vargas Vila… Desde el proyector, la biblioteca de Tosco circula ante nuestros ojos. Mucho subrayado y comentarios al margen.
Un trabajo que Graciela y la nieta Bianca (alta, me recuerda al hombrote cuya cabeza sobresalía en todas las manifestaciones), hicieron en su homenaje, a pocas semanas de cumplirse 50 años de su muerte. Y que prometen continuar. Algo así como con el Che lector, sobre el que mucho se ha trabajado.
Llena, la carpa. Tosco vive.
Texto y fotos Mónica Ambort