Por Marta Maffei*
Para mí es un orgullo y un desafío poder presentar, en pocas líneas, este precioso texto reflexivo producido por nuestro querido “Pipón” Giuliani. Periodista que conjuga en su historia palabra y acción. Comprometido con la verdad, acérrimo adversario de la trivialización y manipulación de la información que ejercen, desembozadamente, los medios de incomunicación al servicio de los intereses corporativos, ha decidido regalarnos su lucidez, su coraje y su ejemplo como herramientas para construir nuevos caminos de justicia, equidad y protagonismo social.
Su “Qué rumbo hay que tomar” nos acerca las reflexiones de un compañero, militante político nacional popular revolucionario a quien no pudieron doblegar los más de siete años de encierro y tortura impuestos por las dictaduras asesinas y que, finalmente, hicieron mucho más: redoblaron sus convicciones y lo consolidaron como luchador inclaudicable por los derechos humanos.
Es también la convocatoria de un sindicalista lúcido y sin ingenuidad alguna, llamando a la acción protagónica de los trabajadores, únicos hacedores de riqueza. Instando a los compañeros a empoderarse, organizarse autónomos del poder político, de los partidos, de las iglesias, de las empresas.
Crear sindicatos que no posterguen las reivindicaciones esperando el favor político para conquistar los derechos de los laburantes. Organizaciones populares reñidas con las burocracias sindicales, desafiando la colonización cultural del “no se puede”, “no hagan olas” o “esperen a que estén dadas las condiciones”. Porque saben que las condiciones se generan en las calles en esas luchas que han sido el motor de los cambios hacia la justicia social, los sindicatos que no esperan las concesiones del poder ni dejan de pelear cuando las políticas en el gobierno los favorecen, saben que los logros son conquistas y no dádivas.
“Pipón” reafirma con valiosos ejemplos de nuestra dinámica realidad que las condiciones se generan, se promueven, se trabajan para arrancar nuestros derechos, nuestra dignidad, con coraje con prescindencia de nuestro “estatus” en el colectivo laboral: empleado, contratado, cuentapropista, autónomo, cooperativista, desempleado…
Decididamente todos acorralados en el país de la desindustrialización, pero decididos a jugarnos la capacidad inagotable de creatividad y de fuerza, siempre receptadas con respeto y compromiso por nuestra Central Autónoma de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA-A), nuestra herramienta de lucha y espacio colectivo, plural de debate y construcción de alternativas y autónoma. Porque claramente, como lo decís, “Autonomía no es neutralidad. No nos da lo mismo, ni somos ingenuos ni nos comemos el laberinto de amagues del poder”.
Tu “Qué rumbo hay que tomar” es una caricia para el alma, una brújula para los pibes, para los militantes, para quienes todavía no han medido con rigor el verdadero poder de cambio de un pueblo decidido. Un testimonio conmovedor de un compañero que sabiendo antes como ahora quién tiene la sartén por el mango y el mango también, como dice María Elena Walsh, sigue denunciando y apostando a construir caminos alternativos de solidaridad y protagonismo popular capaces de sacarle la sartén y el contenido a los usurpadores de felicidad.
Caminos que nos permitan ver la verdadera grieta. La del hambre, la pobreza, la desnutrición, el saqueo de nuestras riquezas y la escandalosa acumulación capitalista liderada por los bancos, mientras el 40% de la población es pobre o miserable, más de la mitad de los pibes pasa hambre, está desnutrida o enferma por los sistemas productivos envenenadores, 1 millón y medio de jóvenes no estudia ni trabaja, el sistema de salud quiere volver a Carrillo porque está plagado de insuficiencias y organizado en función de los negocios de los laboratorios, las familias no llegan a fin de mes jaqueadas por la inflación y la decisión cipaya de pagar una deuda mentirosa, ilegítima, ilegal, odiosa que los políticos “progres” resolvieron “honrar” en connivencia con el FMI y bajo las directivas del hegemón del Norte que nadie se anima a enfrentar, mucho menos el súper ministro de Economía Sergio Massa decidido a pagar con ajuste, con recortes en áreas sensibles del presupuesto, con más pobreza y saqueo.
Todos complotados y decididamente desentendidos del destino de nuestro pueblo, de nuestra Nación.
El país de la abundancia y las riquezas fugadas, solo es posible por la mediación y complicidad del poder político y de una Corte Suprema timorata.
Por eso después de cuarenta años de democracia formal, sabemos que necesitamos urgentes cambios en nuestra cultura colonizada, agudizar el pensamiento crítico, dudar de las cuestiones que la prensa nos vende. Juicio crítico como nos plantea Paulo Freire o remover los cimientos del coloniaje tan bien definido por nuestro querido Jauretche.
Reinventar, con coraje y compromiso nuestro proyecto de país inclusivo y solidario como lo hicieron los padres de la Patria desde Monteagudo a Belgrano, desde Atilio López a Agustín Tosco, pasando por la “Perra” Castro.
Como en el “Cordobazo”, el “Correntinazo”, el “Tucumanazo”, o nuestros paros liderados por la CGT de los Argentinos con Ongaro o la CGT liderada por Saúl Ubaldini, siempre con los compañeros en la calle. Así respondimos a las Invasiones Inglesas, o salimos el 17 de octubre del 45. Nuestro pueblo no acepta colonialismos, ni dictaduras, ni el quietismo de la burocracia sindical.
Siempre distingue la trama oculta de los procesos de dominación y sabe que la gran batalla eternamente es Liberación o Dependencia.
Una dependencia que hoy tiene otras claves: extractivismo, contaminación cultural, reprimarización de la economía, industricidio, endeudamiento externo, concentración y extranjerización de riquezas…
La alternancia electoralera, en este simulacro de falsas polarizaciones mediáticas y fluido gatopardismo, no ha tenido grietas respecto a estas claves del modelo conducido, como dice el norteamericano Noam Chomsky, por el “gobierno de facto empresario”, promovido y respaldado por las dictaduras, los milicos, la oligarquía, la iglesia, Menem, de La Rúa, Macri, Fernández y el corso que anida en el Poder Legislativo…
¿Entonces?
Repito tus palabras porque estas líneas sólo procuran condensar tu mirada marcándonos el rumbo que nos ayude a comprender que nuestros dolores no entran en la cuenta del poder real, que no les importamos, como no les importa el Papa, ni la destrucción de los ecosistemas, ni la pobreza y cómo, cada vez que lo comprendemos, peleamos, nos organizamos, resistimos construyendo alternativas:
“Lo que quiero decir hoy, acá y ahora, es que no sobreviví al terrorismo de Estado para aplaudir el acuerdo del Gobierno con el FMI, para callar ante el escándalo de la pobreza, el hambre y la entrega de Soberanía; para mirar para otro lado mientras en nombre del ‘progresismo’ los canallas malversan la historia de nuestra generación sentados en sus oficinas de Puerto Madero o hablan de los padecimientos del pueblo desde sus mansiones en los barrios cerrados.
“Que nadie se haga el ofendido: No pienso traicionar la memoria de nuestros 30.000 desaparecidos.
“Bien sabemos porque estamos vacunados contra el ‘no se puede’, que al revanchismo oligárquico lo paramos con la fuerza de los que no se resignan: con más Organización, Poder y Unidad Popular.
“Nosotros desde la CTA-A, alentamos un proceso que desemboque en la convocatoria a un Pacto Constituyente que alumbre un Proyecto de Emancipación Nacional. Reafirmando la autonomía de los patrones, los gobiernos y los partidos políticos.
“Es esa lucha del pueblo, en especial la de los trabajadores, la que nos abre la esperanza de poder meterles un ‘cross’ en la mandíbula que tire a la lona por toda la cuenta a la soberbia, la explotación, la desigualdad, la corrupción y la indiferencia.
“Y resistimos, organizando trabajadores de la ciudad y el campo, formales, precarios, tercerizados, activos, jubilados, públicos, privados, autogestionados, desocupados, pueblos originarios, discapacitados.
“No somos una ONG ni un grupo de autoayuda. Conformamos una organización político-sindical que nació con la misión de luchar por una sociedad sin explotadores ni explotados y que participa de una estrategia de poder integral con centralidad en la clase.
“Y vamos juntos a seguir la pelea, con la gente en el ring. Por ellos, por nosotros, por los que vendrán, hasta que algún día, la vida nos bese en la boca”.
“Docente. Ex Secretaria General de CTERA. Ex Secretaria Adjunta de la CTA. Líder de la Carpa Blanca. Diputada Nacional (MC), autora de la primera Ley de Glaciares. Militante socio-ambiental
Prólogo del libro “Qué rumbo hay que tomar. El valor de la Autonomía” de Juan Carlos “Pipón” Giuliani
Neuquén, mayo 2023