Donde arde la memoria: Antonia de Cisneros, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo

El 1º de noviembre de 2022 falleció en Río Cuarto a los 99 años una mujer ejemplar: María Antonia Iraola de Cisneros, fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Fue una de las primeras en reclamar contra la dictadura cívico-militar por la desaparición de su hijo, Ignacio Manuel “Corcho” Cisneros.
El 30 de abril de 1977, junto a otras trece madres, fue una de las primeras en dar aquella media vuelta al Monumento de la Plaza de Mayo, antes de que los militares las echaran. Se convirtió en un símbolo de la lucha por Memoria, Verdad y Justicia y por el debido castigo a los genocidas: Ni olvido ni perdón.
Antonia sufrió en carne viva el dolor por la desaparición de uno de sus hijos, y no dudó un instante en salir a la calle a reclamar por él y por los 30.000, no tuvo tiempo para pensar en el riesgo que ella misma corría, no tuvo lugar para el miedo, sólo tuvo el instinto de una madre que sin mirar, medir o escuchar salió a buscar a su hijo.
“Yo lo que pienso que no hay vida sacrificada por los demás que no tenga un valor incalculable. Ellos han cometido muchos errores, pero perdieron la vida por una causa justa, de eso no me cabe la menor duda”, aseguraba en una entrevista periodística Antonia de Cisneros.
“Era muy bueno, respetuoso y tanto le gustaba el fútbol que llegó a jugar de 10 en Estudiantes de Río Cuarto; además de jovencito era muy atrayente y con las chicas picoteaba de aquí para allá y para colmo el padre le compró una guitarra” rememoraba emocionada Antonia.

Ignacio “Corcho” Cisneros nació en Río Cuarto el 22 de octubre de 1947. Era cantor, guitarrero y futbolista de los buenos. Estaba casado. Egresado como Bachiller en el Colegio Nacional de Río Cuarto, se recibió de Ingeniero Agrónomo en la Universidad de La Plata, donde llegó a ser Secretario Académico en la Facultad de Agronomía durante el Gobierno de Héctor J. Cámpora. Perseguido por la Triple A debió volver a Córdoba. Su detención clandestina ocurrió el 15 de febrero de 1977, tras visitar a sus padres en la localidad serrana de Alpa Corral.

El secuestro estuvo a cargo de personal de la Tercera Sección de Operaciones Especiales OP3, perteneciente al Destacamento de Inteligencia 1414 “General Héctor Iribarren”, que dependía directamente del III Cuerpo de Ejército. Lo trasladaron al Centro Clandestino de Detención “La Perla” y allí lo asesinaron en junio de ese mismo año, según el testimonio de Graciela Geuna, una militante de la JUP oriunda de Río Cuarto posteriormente liberada.

“Corcho” Cisneros militaba en Montoneros. Abrazó la causa del Peronismo Revolucionario durante su época de estudiante universitario en La Plata. Su mamá Antonia murió luchando contra las injusticias hasta su último suspiro.