Persecución antisindical y cesantía en la Municipalidad de San Francisco

ATE repudia la persecución antisindical que impone la gestión del Intendente Damián Bernarte en la Municipalidad de San Francisco, política de corte antidemocrático que sufrió en carne propia el compañero Mario Bongiovani, referente de las y los trabajadores municipales, que fue cesanteado aduciendo faltas injustificadas y desconociendo los permisos gremiales presentados oportunamente, que luego el propio Departamento Ejecutivo utiliza para aplicar un castigo arbitrario, injustificado y fuera de la normativa vigente.

ATE cuenta con representación reconocida en la Municipalidad de la ciudad cabecera del Departamento San Justo, fundamentada en la personería gremial Nº2 –la más antigua del país– y los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ya saldó cualquier controversia sobre el derecho de las y los municipales para elegir la organización sindical que las y los represente.

En ese marco, la trayectoria de Bongiovani como dirigente gremial comienza en 2019, cuando fue designado como delegado normalizador de ATE en la Municipalidad, en la Secretaría de Economía, bajo la conducción del Consejo Directivo Provincial (CDP) encabezado por el Secretario General, Federico Giuliani, que había ganado las elecciones de ATE Córdoba ese año.

De inmediato se desarrolló un activismo muy importante en cuanto a la defensa de los y las trabajadoras municipales, a pesar de estar casi un año sin reconocimiento del municipio en cuanto a representación gremial.

Durante los siguientes años “por estar dentro de ATE, por ser combativo, funcionarios municipales tomaron la política de hostigarme, persiguiéndome a mí y a mi familia, y violentando las redes sociales con espionaje. Estas circunstancias se pueden constatar en las resoluciones de la Municipalidad, donde argumenta como fundamento para mi cesantía mis intervenciones en redes sociales, incluso ofreciendo capturas de pantalla como prueba de ello, aduciendo que mis opiniones personales en mis redes personales afectan el decoro de la Municipalidad”, explicó Bongiovani.

“A esto se sumaron situaciones de ninguneo y violencia verbal hacia mi persona, violencia laboral continua y desprestigio personal para correrme del plano político sindical y buscar el desgaste de mi persona, para que me fuera”, prosiguió el dirigente. “Siempre estuvimos protagonizando proyectos, algunos elevados al Concejo Deliberante y a la discusión política pública, como la movilidad del trabajo en las categorizaciones, en las agrupaciones profesionales”, explora Bongiovani entre las causas reales que motivaron la persecución antisindical y el acoso laboral en su lugar de trabajo.

Sumario arbitrario y violencia laboral

En ese marco, la Municipalidad instruyó un sumario administrativo sin fundamento ni prueba. “No tengo antecedentes contravencionales, penal ni interno dentro del municipio, todo fue inventado. Y en conclusión, dictan la cesantía por contar con 10 faltas injustificadas durante 2024, que fueron 10 permisos gremiales presentados en tiempo y forma, cuando anteriormente otros permisos fueron reconocidos y pagados. Después dijeron que eran nulos e inválidos y los contabilizaron como faltas injustificadas, procedieron al acto administrativo y me sumariaron. La Ordenanza 5248 establece que 10 faltas injustificadas en un año calendario son motivo justificado para la cesantía”, explica el municipal.

El dirigente detalla que el Departamento Ejecutivo se negó a pagarle el título profesional en Administración y Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Córdoba. “Estuvieron más de tres años destinándome a puestos ingratos como la atención telefónica en la línea 103, después me destinaron a un escritorio sin ordenarme tareas”, en una clara conducta de violencia laboral, frente a lo cual Bongiovani presentó notas reclamando tareas “porque pretendo servir a la comunidad como trabajador municipal”.

En esa línea, el dirigente añade que “en más de una oportunidad presenté proyectos en el Concejo Deliberante para el ingreso por concurso público de antecedentes y oposición por mérito, y no por nepotismo como se han venido realizado durante el gobierno municipal de Martín Llaryora y su continuidad con Ignacio García Aresca y actualmente con Bernarte. Ellos vinculan a los amigos del deporte y de sus familias”, denuncia.

Compromiso social

A todo esto, se suma un perfil de trabajador comprometido con su comunidad, con una mirada crítica de las gestiones política que se vienen haciendo cargo de la Municipalidad de San Francisco los últimos tres mandatos.

“Mis proyectos tuvieron repercusión mediática, con fuerte trabajo en merenderos y comedores de San Francisco, siendo presidente de una sociedad civil llamada Actitud Ciudadana para hacer trabajo social en los barrios más vulnerables de la periferia de la ciudad”, apunta Bongiovani.

Y finaliza: “también encabezo una consultora, siempre trabajando en la defensa de los y las trabajadoras municipales donde trabajé. Entre los proyectos se destaca el de mejoras en los actos administrativos, en las resoluciones de las nuevas tecnologías y las formas de comunicar la gestión municipal”.

Es en ese perfil de trabajador comprometido con su comunidad y reafirmado en la defensa de sus compañeros y compañeros lo que lo puso en foco del Departamento Ejecutivo.

Frente a este atropello arbitrario que intenta sentar un precedente en la Municipalidad de San Francisco, ATE Córdoba ratifica su respaldo gremial, político e institucional al compañero, mientras el equipo legal de la organización tramita en la Justicia de San Justo la reinstalación del dirigente en su puesto de trabajo y su reconocimiento como trabajador municipal, dando por tierra la campaña de persecución puesta en marcha por el Departamento Ejecutivo.

Fuente: www.atecordoba.org