El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos, describió a través de un hilo en su cuenta de twitter los últimos datos en materia de empleo, a la vez que advirtió que es un tema que hay que poner en el centro de la escena a la hora de la discusión política.
“Los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) de diciembre cierran un año horrible para el empleo y los salarios. En comparación con un año atrás 166.758 trabajadores formales del sector privado perdieron su puesto de trabajo y los ingresos cayeron un 5,3% en términos reales.
“En términos absolutos la cantidad de asalariados registrados en el sector privado es la más baja desde agosto de 2011. Desde entonces la relación entre trabajadores formales del sector privado y la población total cayó un 9%.
“Durante el 2019 la caída del empleo formal registrado en el sector privado fue del 2,7% (la peor variación interanual desde el 2002). Por el contrario, el empleo público creció un 1,5% y los cuentapropistas registrados un 3%.
“A nivel sectorial las caídas del empleo en los sectores más influenciados por el nivel de la actividad económica son impactantes. En la industria el retroceso anual fue del 4,5%, en el comercio del 2,8% y en la construcción del 10,7%.
“El empleo registrado ni siquiera creció en los sectores cuyo comportamiento está más ligado al crecimiento de la población. Enseñanza cayó un 0,1% en el año y salud y servicios sociales un 0,3%.
“En el 2019 tan solo creció el empleo en la pesca (0,7%) y en la extracción de minerales (3,2%), pero la contribución de estos sectores al empleo total es marginal.
“Si miramos la evolución en los últimos cuatro años los resultados de los sectores productivos son más alarmantes. En comparación con diciembre de 2015 perdieron su puesto 169.502 trabajadores industriales (- 13,5%) y 31.649 de la construcción (- 7,3%).
Por el contrario, en los últimos cuatro años el empleo solo creció en enseñanza (5,4%), salud y servicios sociales (6,4%) y suministro de electricidad, luz y agua (4,9%). En el sector rural también creció (2,3%) pero por debajo del “ritmo de aumento de la población.
“El salario en el sector privado registrado creció un 45,6% en el último año contra una inflación del 53,8%, resultando en una caída del salario real del 5,3%. El dilema Prat Gay, salarios o empleos, sigue siendo refutado por la realidad. Pueden, y suelen, caer ambos a la vez.
“En paralelo se conocieron los datos de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de enero. En comparación con diciembre el indicador siguió bajando, de hecho fue la peor variación mensual para este mes desde el año 2012.
“Difícil que los problemas que arrastra desde hace mucho tiempo el mercado de trabajo se solucionen en pocas semanas o meses, pero si el crecimiento del empleo no vuelve a ponerse en el centro de la discusión política el panorama es muy, muy complicado”, concluye el análisis de Campos.