“Sandra Cabrera, Secretaria general de AMMAR Rosario, fue asesinada, hace 21 años, el 27 de enero de 2004 luego de denunciar a un policía santafesino por extorsión a trabajadoras sexuales.
“Su legado ilumina nuestro camino con su ejemplo de fuerza y dignidad.
“Las personas que la conocieron recuerdan a Sandra como una mujer grandota, de rulos negros azulados, seductora y prepotente, de carácter fuerte y solidario. Le gustaba el rock nacional, era devota de Gilda e iba a todos lados con una motito roja y su hija. Sandra tenía los pasajes listos para irse a la edición de Cosquín Rock de 2004. El colectivo salía a Córdoba el 27 de enero.
“Sandra Cabrera era sanjuanina, tenía 33 años y era mamá de tres hijos: Dos hijos vivían en San Juan y una hija en Rosario. Macarena tenía nueve y estaba de viaje con los boy scout en Mendoza cuando mataron a su mamá.
“Durante su corta militancia consiguió recursos para sus compañeras, llevó la educación sexual a cada esquina Logró desmantelar a la cúpula de Moralidad Pública luego de denunciarlos por coimas, golpes y detenciones ilegales. Supo, además, mezclar a las trabajadoras sexuales con trabajadores de cada sector, con la política y los medios de comunicación e instalar así el pedido de la derogación de los códigos contravensionales que penalizaban el trabajo sexual.
“En momentos en que es difícil de comprender el tremendo retroceso en materia de derechos, cuando el abuso y la represión están a la orden del día y los discursos de odio son fomentados por el ejecutivo nacional, nos mantenemos firmes y continuamos tu legado compañera. Seguimos luchando”, concluye el recordatorio del Sindicato de Mujeres Trabajadoras Sexuales Autónomas (AMMAR Córdoba-CTAA).
Ilustración de portada: Pintura de Ariel Campo en el Polo Integral “Sandra Figueroa” de AMMAR-CTAA Córdoba