Sólo se trata de zafar

Por Jesús Chirino*

Cuidado con el desarrollo de la impotencia en la política porque abre la puerta a desventuras que producen mucho dolor y traumas en la sociedad.
Al desaparecer Maia e iniciarse la búsqueda y, dada la cobertura mediática, apareció una Argentina que no podemos ver, la de los indocumentados; de los y las parias; aquellos que, de tener suerte, son una cifra en las estadísticas; los que no participan del “aumento de derechos”; a quienes nunca les llega la inclusión; los que quedan fuera de la lógica de la clase media; los desafiliados sociales; quienes no son útiles ni para hacer número en los actos políticos; el desperdicio de la prolija ciudad; aquellos que no podemos ver de frente porque son la inapelable prueba del fracaso político de esta democracia que no les dio de comer, ni salud, ni educación, ni techo: los descartes.
Ahora van hacer bulla por unos días, incluso habrá personas sensibles que señalaran cuestiones inapelables pero que nadie va escuchar.
En el “gran debate”, poco a poco, irán ganando terreno las justificaciones que aseguran la visión de los conservadores de este sistema que produce esa Argentina que no queremos ver.
Luego todo se perderá de nuevo.
Ya se sabe que la realidad de la gente “en situación de calle” es, como dicen, “compleja” y que no puede solucionarse de manera más o menos rápida. Incluso se la usará como tema de la “gran política” porque, también es sabido que los pobres son del otro partido político, del otro rejunte de política/os de corazones rotos. Todo quedará bajo la dinámica que llaman grieta, elemento útil si los hay para justificar la falta de vergüenza política.
Pareciera que ha muerto la idea de una sociedad justa, se apuesta a zafar. La urgencia del capitalismo que no puede pensar nada a mediano plazo logró que para muchos la política sea reducida a la competencia electoral con matches que duran dos años. En eso se va todo, en ganar ahora y ganar de aquí a dos años. Pero no para acumular poder político que servirá para transformar realmente este mar de injusticia, no.
Parece ser que la consigna es ganar para zafar. Es más, hagamos campaña planteando que si ganamos zafamos de ésta, en la próxima elección tendremos otra cosa de la cual zafar. Mientras, justifiquemos algunos privilegios para que no se vean cómo tales. Pareciera que no existe la idea de que hacemos esto mientras vamos construyendo una sociedad sin privilegios y con justicia social.
Nos falta indignarnos y rebelarnos ante la naturalización que  el capitalismo hace de la injusticia y de los privilegios.
Si continuamos cultivando una política impotente para solucionar problemas reales del pueblo, para construir justicia social, estaremos abriendo las puertas a quien sabe qué desventuras de trasnochados autoritarios.
*Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María