Un paro histórico

Por Juan Carlos Giuliani*

Pocos dudan que este 24 de enero de 2024 es un punto de inflexión en el devenir político y social de la Argentina. La clase trabajadora, junto a otros sectores populares agredidos por el brutal ajuste impuesto por Milei con la bendición del FMI, vuelve a ser protagonista de una medida de acción unitaria que conmueve al país de punta a punta. Ni el más acérrimo de los críticos se anima a negar lo evidente: La potencia, extensión y masividad del Paro y Movilización Nacional que la CGT, la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores llevan adelante en esta Jornada de Lucha.

Volvemos a reivindicar nuestra identidad de clase. A darle prioridad a la contradicción principal que nos hace ser pobres aunque tengamos trabajo –injusta distribución de la riqueza en un país dependiente y expoliado por las transnacionales– antes que a perdernos en la maraña de contradicciones secundarias que cruzan al campo popular.

Frente al intento de la ultraderecha de instrumentar el DNU y la Ley Ómnibus con la complicidad de la “oposición amigable” en el Congreso Nacional, demostramos ser capaces de poner en valor los temas que desvelan a los trabajadores, los estudiantes, chacareros, pequeños empresarios urbanos, profesionales, técnicos, desocupados, movimientos sociales, asambleas ambientales, pueblos originarios: El salario, la inflación, el 82% móvil; la concentración y extranjerización de la economía; la democratización de la tierra; el rechazo al pago de la Deuda Externa; la necesidad de una Reforma Tributaria progresiva; la defensa de la Soberanía Nacional amenazada por este Gobierno cipayo; el rechazo a la privatización de las empresas públicas; el repudio a los despidos y el vaciamiento del Estado; la negativa a que se otorgue la suma del poder público al agente de la oligarquía y los monopolios que funge de Presidente; la necesidad de avanzar en la construcción de un nuevo paradigma emancipador, convencidos que la disyuntiva sigue siendo Liberación o Dependencia.

Volvemos a decirle a los patrones que no insistan con la soberbia, el desprecio y el ninguneo. El pueblo es paciente, tiene conciencia de la relación de fuerzas, no va a dar ningún salto al vacío, mide las consecuencias de sus acciones u omisiones, va madurando una idea hasta encontrar alguna certeza. Entonces, cuando toma la decisión de dar una respuesta -como la del día de hoy- es contundente y hace tronar el escarmiento.

Estamos recorriendo el camino hacia el interior de nosotros mismos, un sendero que conduce al reencuentro con nuestras mejores tradiciones, gozando del consenso abrumador obtenido en el seno del pueblo que expresa la voluntad de poner un freno al avance de la barbarie neoliberal y fascista.

En el rostro y las manos de tantos compañeros y compañeras que desde la madrugada –desafiando la oscuridad y las amenazas, veladas o explícitas de represalias de descontar el día, provocar despidos o la baja de algún plan social– le ponen el cuerpo a esta jornada, recuperamos la mística que riega la conciencia de unidad de la clase. Una mística y un empuje que es imperioso recuperar en su más amplia dimensión.

Este 24 de enero ya es un hecho histórico. La resistencia social contra el saqueo a la riqueza de la Nación y de su pueblo se instaló, por derecho propio y prepotencia de trabajo, en uno de los puntos más altos de la iniciativa política nacional. Frente a la prepotencia oligárquico-patronal que sigue acumulando ganancias extraordinarias, con la pobreza que no deja de crecer y la riqueza que no cesa de concentrarse en pocas manos, es imprescindible construir una estrategia de poder capaz de resolver en clave revolucionaria las consecuencias de la dependencia neocolonial.

Este 2024 nos encuentra ganando las calles siendo multitud, asfaltando la ancha avenida de nuestros sueños y realizaciones con la misión de luchar por una sociedad sin explotadores ni explotados. Con la certeza de saber que nunca habrá Justicia Social en el marco del Modelo Extractivista-Dependiente que rige desde hace 40 años esta democracia fallida.

Ilustración: Ricardo Carpani

*Periodista. Escritor. Congresal Nacional de la CTA Autónoma en representación de la provincia de Córdoba