Por Carlos Rang*
La avanzada neocolonial empujada por las Fuerzas Imperiales busca trasladar la crisis y sus disputas para garantizar un nuevo reparto del mundo.
En ese juego de intereses y disputas aparecen la OTAN, Israel, Black Rock, el Comando Sur con una fuerte presencia en su patio trasero, con la visita de la Generala Laura Richardson en Argentina, junto a la Embajada con Mark Stanley en acción, con las visitas del Secretario de Estado, Anthony Blinken, y del Jefe de la CIA, Williams Burns. Son parte de distintos intereses pero con un mismo plan neocolonial para garantizar un lugar privilegiado en el “nuevo” reparto mundial.
Con la justificación de contrarrestar la presencia China y contener su expansión en todos los planos como parte de su estrategia principal del unipolarismo ocidental.
La guerra imperialista en Ucrania con el objetivo de poner de rodilla a Europa y de destruir a Rusia.
El armado de distintos frentes como el AUKUS para el Indo Pacífico, la sangrienta destrucción de Gaza en Palestina, la guerra en Yemen, Siria, y ahora la provocación para darle la entrada a Irán. Todo pareciera indicar que preparan un matadero general para los pueblos del mundo.
Ante esta situación vemos que en distintas partes del mundo la clase trabajadora y los pueblos se alzan para enfrentar al régimen de la prepotencia de las mercancías que las fuerzas imperiales están tratando de imponer a sangre y fuego.
En ese marco es que se da el desguace de nuestro país, por la necesidad desesperada de rapiñar y succionar al máximo las fuentes de energía y materias primas para poder seguir alimentando su putrefacta maquinaria de dominación, para garantizar la extracción de los excedentes y la acumulación ampliada del capital.
Siguiendo el alineamiento internacional por parte del Gobierno argentino hacia los Estados Unidos, la Autoridad General de Puertos (AGP) firmó un memorándum de entendimiento que habilita la llegada del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense en una de las cuencas de agua dulce más grandes del mundo al habilitar la instalación de militares norteamericanos en la Hidrovía Paraná-Paraguay. Para que el imperio pueda succionar riquezas y contaminar nuestros barrios con drogas sintéticas para generar el caos.
La ampliación de la entrega de nuestros mares en el atlántico sur a la OTAN, la creación de una base de EE.UU en Tierra del Fuego, más la compra de 24 aviones obsoletos F-16 y también la Deuda Externa, forman parte del remate y el máximo sometimiento en nuestra historia. El saqueo del litio, la mega minería en toda la cordillera, los granos de la Pampa Húmeda, el petróleo y gas en Vaca Muerta, van de la mano con el desmantelamiento de nuestro aparato científico tecnológico como el ARSAT, CONICET, CNEA, CONEA y nuestros Centros Atómicos, el intento de cierre de las Fábricas Militares, para de esta manera concluir su proyecto de primarización y destruir nuestras fuentes y expropiar nuestro conocimiento científico estratégico.
En ese mismo plano desfinancian el sistema educativo, donde participan más de 1 millón de asalariados entre los niveles inicial, primario, secundario y superior no universitario. En el nivel universitario han puesto en emergencia presupuestaria a las más de 52 Universidades Nacionales que solo cuentan con el presupuesto del año anterior (2023) y esto no sirve ni para afrontar los abultados gastos de las tarifas para el funcionamientos, mientras tanto los salarios se encuentran por el piso.
Se calcula que la población que concurre a las Universidades entre asalariados y estudiantes es cercana a las 3 millones de personas y que solo hay presupuesto para cubrir gastos hasta junio.
Recortan alimentos a los comedores populares, dejan de entregar medicamentos oncológicos y otras enfermedades graves a la población más vulnerable, generan bajas en el programa POTENCIAR, desmantelan los organismos como el Pro Huerta, la Agricultura Familiar y dejan a miles de trabajadores sin trabajo para dejar la población sin sus programas y políticas públicas hambreando las barriadas populares y al conjunto de sus familias.
El detenimiento de la producción de nuestra industria pesada de acero, donde solo en Acindar trabajan 3 mil trabajadores directos y se generan 7 mil puestos indirectos más. Ante la caída abrupta de las ventas con una reducción del 35 y el 40 por ciento en los últimos meses, la empresa siderúrgica del Grupo Arcelor Mittal, con operaciones en todo el mundo resolvió frenar durante un mes la actividad en las cuatro fábricas del país: Villa Constitución (Santa Fe) que es la principal, San Nicolás (Buenos Aires), La Tablada (Buenos Aires) y Villa Mercedes (San Luis).
Además quiere pasar a disponibilidad a más de 1.700 empleados de empresas contratistas que cumplen tareas en la compañía. A esto se le suma que hace poco más de un mes llegaron unos 150 telegramas de despidos a trabajadores tercerizados. La respuesta fue la contundente movilización y el paro llevado adelante por los propios trabajadores, que reclamaron el apoyo y el acompañamiento no solo de la UOM regional, de la CGT y las CTA, sino también de todos los sectores que dan la pelea contra este gobierno. Esto hizo que se ponga en valor la necesidad de las luchas unitarias.
Desde noviembre del 2023 la rama siderúrgica tiene congelados los salarios por la extorsión que ejerce Paolo Rocca, dueño de Techint, a la Cámara del Acero que presiona a las grandes empresas del sector para que no cierren un acuerdo paritario con el gremio.
Mientras tanto Techint goza del poder político al colocar al frente de la Secretaría de Trabajo con el aval del gobierno un funcionario de su empresa.
Si observamos el sector automotriz sobre todo por la caída de la demanda en Renault y en Toyota empiezan con suspensiones y retiros voluntarios. General Motors frena la planta, por falta de acceso a repuestos importados los Autopartistas prevén caída del 15% de la actividad. La industria automotriz genera más de 70.000 puestos de trabajo directos y representa el 6% del empleo industrial. El 70% de la producción del sector se exporta al Mercosur.
Pero además muchos sectores productivos se ven acorralados por los aumentos del transporte, los combustibles y la apertura de las importaciones que destruye nuestra producción; esta situación es parte del plan de transferencia de riqueza escandalosa de los sectores del trabajo al capital concentrado.
Por eso es que debemos derrotar las políticas de este Gobierno donde el Pacto de Mayo de Córdoba es uno de los hechos principales a vencer, y la única forma es con la lucha generalizada en todo el país, con movilizaciones como la Universitaria del día 23 de abril, sumadas a las continuas de todos los sectores afectados, con concentraciones el 1º de mayo, piquetes y cortes hasta llegar a la gran Huelga General del 9 de mayo. Pero esta tiene que ser potente y para eso debe ser construida desde la periferia hacia el centro y desde abajo hacia arriba.
Si ellos se unen para ajustarnos y sostener su acumulación y ganancia, nosotros tenemos la responsabilidad y la obligación de organizarnos y unirnos para enfrentarlos, logrando sostener nuestras fuentes de trabajo y con salarios por encima de la Canasta Básica, porque solo de esta manera es que vamos a encaminarnos a cambiar las correlaciones de fuerzas y vencer.
Este es el único camino que puede hacer emerger un nuevo sujeto, que hoy no existe en esta situación, porque aún no cabe, porque el mismo es el único que puede cambiar radicalmente las correlaciones de fuerzas y poner el poder de nuestro lado y en nuestras manos.
*Docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Integrante del Grupo de Trabajo China-CLACSO. Delegado Gremial de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTAA) en la Secretaría de Agricultura Familiar (SAF). Vocal del Consejo Directivo Provincial (CDP) de ATE Córdoba