Villa María: Resolución de protesta estudiantil

Por Jesús Chirino*

Los años 90 fueron de muchas protestas de diferentes colectivos sociales, los estudiantes protagonizaron las suyas. No todas fueron atendidas ni siempre se resolvieron los conflictos que le dieron origen. Aquí traemos a la memoria una protesta en la cual se encontró una manera de que las partes se escucharan y resolvieran el conflicto que le había dado origen.

Defendiendo la conmemoración del Día del Estudiante

El segundo día del mes de septiembre de 1998, los alumnos del IPEM 275, ex-Colegio Nacional, se manifestaron frente a la sede escolar. Al otro día, la prensa local puso en tapa la protesta estudiantil, las imágenes muestran la quema de neumáticos y alumnos reunidos sobre calle Santiago del Estero con carpetas bajo sus brazos. Al final de la sentada que realizaron los y las jóvenes estudiantes concluyó con petardos y la presencia de dos patrulleros policiales. Luego de eso, quienes integraban el Centro de Estudiantes pudieron reunirse con la directora y la inspectora de Nivel Medio.

La protesta fue protagonizada por los alumnos del turno mañana y se desarrolló en las primeras horas de la jornada escolar. La razón que inició el conflicto fue la desautorización de los directivos al cambio de actividades que impulsaban los y las jóvenes en vista al festejo por el Día del Estudiante. Los alumnos defendían el derecho a poder festejar su día con actividades extraáulicas, para lo cual resultaba necesario el cambio de actividades durante algunas jornadas. Desde las autoridades recordaban algunos inconvenientes que habían surgido en el desfile de carrozas del año anterior y pedían tiempo para intentar conseguir la autorización de parte de sus superiores.

Petardos y quema de gomas

La preparación de las actividades se inició luego del receso escolar de julio, el alumnado había desarrollado un proyecto para celebrar el 21 de septiembre con la confección de carrozas, tal cual había ocurrido los dos años anteriores. Enterados de la decisión de la dirección, en una reunión del día martes primero de septiembre, acordaron realizar una sentada frente al colegio. A las 8 de la mañana del miércoles no entraron al establecimiento y se sentaron en el ingreso. Pedían dialogar con la docente María Maggi de Quevedo, directora del establecimiento. Según declaró a los medios de prensa Gabriel Chalita, presidente del Centro de Estudiantes, la negativa al diálogo y la presencia de los dos patrulleros enrareció el clima y, alrededor de las 10 horas, se tiraron algunos petardos y se prendieron fuego a algunos neumáticos. Luego, con la presencia de la inspectora, se realizó la reunión con la directora y les comunicaron que era imposible concretar las carrozas por decisión ministerial.

La directora llamó a una reunión de docentes para esa noche, pero antes entregó a los medios de prensa un comunicado señalando los dos motivos que le impedían acceder al pedido del estudiantado. Por una parte, señaló “la no autorización por parte de las autoridades superiores de realizar un cambio de actividades durante tres días de la semana anterior al 21 de septiembre”, aclarando que a los alumnos que no asistieran a los cursos “se les consignaría falta injustificada”. El otro motivo era “no contar con un seguro de responsabilidad civil y/o penal que cubra cualquier eventualidad que pueda suscitarse mientras los alumnos se encuentran construyendo las carrozas”.

Manera novedosa de resolver un conflicto escolar

Los alumnos se mantuvieron en su posición y las autoridades educativas en la suya, pero una semana después el conflicto encontró un camino de solución mediante lo que entonces era una nueva figura jurídica alternativa que era la mediación. Como mediadoras actuaron las abogadas Patricia Marsilli y Ana Becerra, junto a las trabajadoras sociales Graciela Valle y Silvia Huyer.  Estas últimas dialogaron con la prensa, señalando que a partir de la mediación, alumnos y autoridades educativas acercaron criterios y concluyeron en un acuerdo de 11 puntos. Acordaron que el alumnado de primer, segundo y tercer año harían comparsas, con resguardo institucional y trabajo áulico, comprometiéndose el colegio a dar toda la apoyatura necesaria. En tanto, quienes cursaban cuarto, quinto y sexto año confeccionarían carrozas, tomando una jornada para cumplimentar los trabajos de preparación y bajo la absoluta responsabilidad de los adultos. Para llegar a ese acuerdo primero se produjo una reunión en la cual participaron siete delegados estudiantiles, uno por cada año, el presidente del Centro de Estudiantes y siete representantes docentes (incluida la directora) junto con las mediadoras.

La utilización de la mediación como herramienta para la resolución de este tipo de conflicto en una escuela fue una novedad. Aquella fue la primera vez que pasaba esto en toda la provincia de Córdoba, lo que hizo que quedara como un antecedente. Años después, la misma herramienta fue utilizada para encontrar soluciones a conflictos entre autoridades escolares y el estudiantado.

El Día del Estudiante

El lunes 21 se realizó el desfile de las carrozas y comparsas de los alumnos del IPEM  N° 275, más conocido como Colegio Nacional. Una crónica de la época señaló: “A lo largo de unos ciento cincuenta metros del bulevar Sarmiento desfilaron las ideas materializadas por los estudiantes. A pesar de las restricciones temáticas impuestas desde la Dirección del establecimiento y los inconvenientes surgidos alrededor del tema, los alumnos supieron dar forma a su imaginación para festejar su día”.

El desfile comenzó a las 19 horas, lo presenciaron alrededor de dos mil personas. Desde un escenario se leyeron prosas explicativas acerca de lo que el público veía pasar ante sus ojos. La crónica del diario Puntal señaló: “Ángeles y demonios, hadas y brujas, muertos y vampiros, prostitutas y piratas. Personajes que bailaron entre la penumbra de la noche tratando de lidiar contra el frío”.

La protesta de los alumnos del Colegio Nacional y la novedosa manera de buscar la solución deja en claro que no se trata de callar las voces de protestas, sino de escuchar las demandas.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTAA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar