Violencia e inoperancia en una institución educativa de Villa María

“Se han acercaron a nuestra Central más de una decena de docentes y más alumnos del IESCER (antes INESCER) planteando la difícil situación que les ha tocado vivir en la reconocida institución educativa. Mucho de lo que cuentan se viene haciendo público en algunos medios de prensa. También existen denuncias en las correspondientes inspecciones del nivel superior, en la Fiscalía del Estado Provincial y en la Justicia.

“En la mayoría son acusaciones de Violencia Laboral generada por la Directora, Licenciada Mónica Pérez Andrada, y la Vicedirectora, Licenciada Jussara Galli. Resulta muy llamativo que, habiendo pasado más de un año desde las primeras denuncias, aún no se resuelven. Entre lo/as docentes denunciantes se cuentan personas con antecedentes académicos muy superiores a los que poseen las dos directivas interinas (que ni han podido rendir para la titularidad de esos cargos). Varias de estas personas denunciantes están con licencias por los daños sufridos a partir de las situaciones que vivieron en el IESCER, otras directamente se fueron de la institución.

“El viernes 15 de diciembre se produjo otro lamentable capítulo en la vida del IESCER, fue discriminada una reconocida y prestigiosa docente, quien también sufrió violencia laboral. La docente ya radicó una denuncia en el INADI y esperamos que pronto se resuelva este y los otros casos. Por otra parte, los estudiantes han planteado en la Central algo muy lógico: ¿sí o sí debemos estudiar en una institución donde dos por tres llega una ambulancia o un patrullero o ambulancia? ¿Es este el clima normal de una institución educativa? Otros cuestionamientos que se plantean van en el orden de un autoritarismo inusitado dentro de una institución que fue muy democrática.

“Esto llega al extremo que, desde la dirección, se prohíbe manifestar alguna crítica a la gestión, como si se tratara de una dictadura y no existiera libertad de pensamiento. A quienes se anime a plantear dudas acercas de ciertas decisiones la dirección le labra un acta y amenaza con armarle un sumario. Más allá del posible cajoneo de las denuncias, la cantidad de sucesos que han sido denunciados, los daños producidos a las personas que han debido pedir licencia, las discriminaciones llevada adelantes (no sólo a la profesora mencionada, sino a alumnas con bebés, etc) y los manejos que se dan dentro de la institución, es claro que la dirección no ha podido gestionar el centro educativo de manera tal que no afecte los derechos de los estudiantes y de los docentes denunciantes (que no son pocos).

“Por todo esto desde la CTA Autónoma solicitamos, públicamente, a las autoridades, que resuelvan la situación y que ni el receso escolar ni la Feria Judicial sean excusa para que en 2024 se continúen repitiendo este tipo de situaciones”, finaliza la declaración firmada por el Comisión Ejecutiva Regional de la CTA Autónoma Villa María.