Otra vez nuestros jubilados maltratados y puestos en peligro

Por Pablo Marrero*

La postal de miles de jubilados, pensionados y beneficiarios de AUH haciendo largas filas para cobrar sus haberes en el medio de una pandemia, nos indigna y atemoriza. Esta situación también afecta la salud física y psicológica de trabajadores y trabajadoras bancarias, teniendo en cuenta la aglomeración, la presión y, en muchos casos, el maltrato recibido.

Quienes trabajamos en los bancos también somos víctimas y no responsables de esta situación. No disponemos cuándo y cómo se paga a los jubilados. Nuestra conducta solidaria ha sido ratificada con la atención al público este fin de semana, lo que ha permitido que finalmente cobren los jubilados sin riesgos.

La responsabilidad es claramente del ANSES, el Banco Central y de los bancos, quienes deberán rendir cuenta por la situación provocada. Sabemos que el problema es de fondo. Entre otras cosas, la miseria que reciben los jubilados, los obliga a correr detrás de un cobro desesperado para tener un plato de comida o comprar un remedio. Sabemos que el único interés de los bancos es acumular riqueza, como de manera inescrupulosa lo han hecho los últimos años. Pagar jubilaciones no es negocio, tampoco abrir suficientes cajas.

Sabemos que hace falta tomar medidas de fondo, pero ante esta emergencia excepcional, proponemos algunas medidas para mejorar la grave situación que vivimos.

1- Garantizar que los trabajadores bancarios dispongan de todos los medios de prevención y cuidados (evitar la aglomeración dentro de la sucursal, que se respeten las distancias adecuadas entre las personas, que se les provea de barbijos, limpieza, alcohol en gel).

2- Dividir días y horarios entre los que cobran jubilaciones y pensiones y los que perciban asignaciones.

3- Que los bancos dispongan de suficiente personal de seguridad, debidamente protegidos, para asegurar el orden y respeto a la distancia entre las personas, con sillas para quienes las requieran, debiendo también organizar la espera en diferentes filas para cajero automático y de ingreso al banco.

4- Que cada municipio o gobernación disponga de personal sanitario para asistir a las personas que esperan atención, con bebidas calientes, agua, alcohol en gel y cualquier otro tipo de atención vinculado a la salud de los jubilados.

5- Que el gobierno inicie una campaña inmediata en los medios de comunicación, instruyendo sobre el uso de la tarjeta de débito en los cajeros, que puede ser llevada a cabo al tiempo en que se presentan los jubilados a cobrar en la entidad bancaria.

6- Que los bancos den algún incentivo económico para quienes utilicen la tarjeta de débito.

7- Que los bancos garanticen la apertura de todos los puestos de caja, cumpliendo con los requisitos necesarios para resguardar la salud de los trabajadores.

8- Que los bancos garanticen que todos los cajeros automáticos funcionen y tengan permanentemente dinero disponible.

Nosotros seguiremos luchando:

– Para que los jubilados reciban haberes que les garanticen una vida digna y por el 82% móvil.

– Para ponerle fin a la Ley de Entidades Financiera vigente, decretada por la dictadura militar y por la creación de una nueva Ley que disponga que los bancos no son un gigantesco negocio para unos pocos privilegiados.

– Para que se legisle para que la actividad financiera constituya un Servicio Público a disposición de los intereses del Pueblo y la Nación.

*Dirigente del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Entidades Bancarias y Financieras (SITEBA-CTA) Córdoba

Fuente: www.redeco.com.ar