A 25 años de la “Ley Bodega”

El 23 de marzo de 2000 en una sesión que finalizó en un escándalo, el Senado de la Provincia aprobó con cambios el proyecto de ley de “Nuevo Estado” (Ley Bodega), que incluía la privatización del Banco de Córdoba y del juego, y la concesión de EPEC, entre otros puntos.

Jorge Bodega -expulsado del Frepaso- le dio mayoría al justicialismo y votó a favor de la norma. El legislador fue acusado de vender su voto al oficialismo por 400 mil dólares para aprobar la ley de privatizaciones y fue imputado de cohecho por la Justicia Provincial.

La denuncia que revolvió el escándalo la hizo Jorge Morhum, un ex empleado del legislador, quien declaró durante seis horas ante el Fiscal de Instrucción Gustavo Sandoval.

Después confesó al periodismo que fue testigo del momento en que “se hizo el negocio”. Reconoció que sabía cuál era el monto de la “transacción”, aunque sólo dijo que estuvo “bastante” por debajo del millón de dólares. Aseguró que el dinero se entregó en un “sobre de papel madera” y que él fue quien se lo llevó a Bodega.

Jorge Bodega en Tribunales.

El oficialismo -la coalición hegemonizada por el PJ que llevó al gobierno a José Manuel de la Sota-, a principios de 2000, dominaba con holgura la Cámara de Diputados, pero perdía por un voto el control del Senado.

La oposición UCR-Frepaso se oponía tenazmente a la aprobación de la ley. Todo indicaba que no atravesaría la instancia parlamentaria o que De la Sota se vería precisado a negociar. Sin embargo, apareció Bodega votando el proyecto justicialista. Su “pase” fue un bochorno. Un empleado de él contó con lujo de detalles cómo cobró 400 mil pesos -dólares por la Convertibilidad-, antes de levantar la mano en el recinto cuando se votaba la ley de privatizaciones y al oficialismo le faltaba un voto para sancionarla.

Algunos de los testigos que desfilaron para declarar en el marco de esa causa afirmaron que el senador converso era “incapaz de elaborar por sí mismo un proyecto de ley. Bodega apenas puede escribir su nombre completo”, en la frase de Alfredo Morhum, su ex empleado y hombre de confianza, también imputado.

En resumidas cuentas, hace un cuarto de siglo, Jorge Bodega, que era senador del Frepaso, cambió de posición en plena sesión, a tal punto que uno de sus guardaespaldas, armado, le levantó el brazo al instante de votar. Fue acusado de cobrar una coima en dólares.

Antes de llegar al Senado gracias al Frepaso, Bodega fue dirigente de la UTA, gremio que lo expulsó y lo declaró “persona no grata” cuando ayudó al gobierno con su voto.