Abrazo simbólico al Hospital de La Falda: La salud no se negocia, se defiende

Con fuerte presencia de organizaciones sociales y sindicales, entre ellas la CTA Autónoma Punilla, la comunidad reclamó en las calles la reapertura del quirófano y la defensa del carácter público del Hospital.

En la tarde del miércoles, el Hospital Municipal de La Falda volvió a ser el epicentro de una jornada de lucha y visibilización. Convocadas bajo la consigna Queremos un hospital, no un dispensario”, decenas de personas participaron de un nuevo abrazo simbólico al centro de salud local. Entre las organizaciones presentes se destacó la participación activa de la CTA-A Punilla, que acompaña de manera sostenida el reclamo por el derecho a la salud pública, universal y de calidad para toda la región.

La movilización exigió la reapertura urgente del quirófano, cerrado hace ya dos meses en el marco de la crisis presupuestaria que golpea a los municipios. También se reclamó la normalización de los servicios de obstetricia y cirugía, y que se reactive la atención de partos en el hospital.

Además, se pidió que el Ejecutivo local no avance en la tercerización de servicios, y que se impulse de manera urgente el proyecto de “integración sanitaria de la zona centro norte de Punilla”, con el objetivo de transformar al hospital en un centro de salud intermunicipal.

“Esto es un llamado al Intendente Javier Dieminger para que no pase a la historia como el que dio el puntapié de cierre a lo más importante del Hospital”, expresó el pediatra Benjamín Malamud, una de las voces más comprometidas con la causa. “Hoy más que nunca hace falta inversión en salud. No se puede seguir explotando al personal sanitario”, remarcó.

Entre los testimonios que más conmovieron estuvo el de la médica Carla Soto, ginecóloga y obstetra del hospital: “Lo que pasa en La Falda es lo que pasa en todos los municipios: quieren hacer desaparecer la salud pública para privatizarla. Y no vamos a poder sostenerla si no luchamos. Acá nos siguen bajando sueldos y reduciendo horas. Somos un número, no importan los años ni el compromiso”.

La palabra de Karina Lucero, del CeProFa, encendió las alertas sobre el vaciamiento en curso: “Estamos tremendamente preocupadas como vecinas. Renunció una médica clínica, una dermatóloga, y un psicólogo que además trabajaba con mujeres víctimas de violencia y con varones en tratamiento en el área de género. También se redujeron las guardias de 24 a 12 horas: habrá momentos donde quede solo un médico para todo, incluso para pacientes internados. Esto es gravísimo y puede derivar en errores por agotamiento, con consecuencias irreversibles. Lo que está pasando es una privatización silenciosa. El intendente ya está hablando con privados. Exigimos información, transparencia y sobre todo, inversión en salud pública. Porque cuando ocurre un siniestro o una urgencia, es al hospital adonde venimos. Este no es solo un reclamo local, es una advertencia para toda la región.”

La jornada contó con la presencia de médicas/os del Hospital, vecinas/os autoconvocados, colectivos como Ni Una Menos La Falda, CeProFa, Jubilados en Movimiento Punilla, y la CTA-A Punilla, que se pronunció con claridad en defensa de lo público y el acceso universal a la salud. La demanda por una Audiencia Pública sigue siendo un punto clave para avanzar en soluciones reales y participativas.

El cierre estuvo a cargo de Juan Yacobs, Secretario General de la CTA-A Punilla, quien vinculó este conflicto con una política de fondo que atraviesa al Valle: “Antes de seguir pasando la palabra, es importante hacer memoria. Hace cuatro años, el gobernador Schiaretti anunciaba la construcción de la Autovía de Punilla, que costó 100 millones de dólares. Hoy no se puede pagar a los anestesistas, a los cirujanos. Esa obra, que iba a traer ‘progreso’, nos dejó sin salud pública. Este es el progreso que nos están trayendo”.

“Desde la CTA Autónoma Punilla reafirmamos que la salud es un derecho y no una mercancía. Nos encontramos una vez más del lado de quienes luchan por un sistema público que no abandone a su pueblo, en especial a quienes no tienen cobertura médica ni acceso a servicios privados. Seguiremos en las calles, en los hospitales, en las asambleas y en cada espacio donde se defienda el derecho a una vida digna. Porque sin salud no hay futuro, y sin pueblo no hay justicia”, remató.