“Las condiciones de clandestinidad en que ejercemos nuestro trabajo nos exponen a una vulneración extrema”

El 27 de julio de 2021, en una emotiva Asamblea el Sindicato de Trabajadoras Sexuales (AMMAR Córdoba) decidió por unanimidad el retorno de esa organización a la CTA Autónoma de la provincia de Córdoba. Su Presidenta, Patricia Figueroa (foto), dijo que “es necesario asumir que si tocan a una tocan a todas. Peleamos por un mundo libre de violencias. Entre todas y todos vamos a poner fin al estigma y la discriminación por VIH. Seguimos luchando por el reconocimiento de muestro trabajo, por nuestros derechos laborales y humanos, porque vivas y libres nos queremos”.

Y agregó: “Intentamos marcar una agenda, tanto en la provincia como el país, donde se tengan en cuenta las necesidades que planteamos desde nuestro sector, no sólo de escucha, sino de acompañamiento. No podemos dejar pasar que en las mesas de diálogo para políticas públicas, existen posiciones abolicionistas y no de trabajadoras sexuales. El trabajo sexual debe ser reconocido”.

Respecto a los recientes crímenes de Anahí Bulnes en Córdoba y Sofía Bravo en La Carlota, Figueroa señaló: “Denunciamos que las condiciones de clandestinidad en que ejercemos nuestro trabajo nos exponen a una vulneración extrema. Debemos ocultarnos porque se nos estigmatiza y condena en base a moralismos odiantes que perpetúan un orden de cosas asesino. Insistimos en que nuestras vidas importan, que la sociedad y las instituciones del Estado deben respetarnos y representarnos. Vamos a seguir luchando por los derechos que se nos niegan, por una Justicia efectiva y por igualdad de oportunidades para todos y todas”.

La Presidenta de AMMAR expresó su satisfacción por “regresar a la casa en donde nosotras hemos nacido. Todas las dificultades que pasamos las hemos superado en gran medida gracias al apoyo que nos brindó la CTA. Queremos estar en la CTA Autónoma, para seguir en la lucha para que no haya más niños en la calle con hambre, que tengan derecho a la salud, la vivienda, la tierra y al trabajo”.

“Somos mujeres de barrio, trabajadoras sexuales, llevamos más de 20 años pulseando por una mejor calidad de vida para nuestro sector, en salud, en educación, atención y contención de todo tipo”, remató Figueroa.