Amplia participación en el conversatorio sobre el Protocolo de Violencia de Género

Organizado por el Departamentos de Géneros y Diversidades del Consejo Directivo Provincial de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA), se realizó este lunes un conversatorio virtual titulado “Protocolo como herramienta para la prevención y atención de la violencia de género en ámbito laboral y sindical”.

En dicho marco, se anunció la futura implementación del Protocolo con el fin de prevenir, reprimir y remediar situaciones de violencia de género dentro de nuestra organización sindical.

Participaron como disertantes las compañeras: Silvia León, integrante del Consejo Nacional y Secretaria de Género de la CTA-A Nacional; Clarisa Gambera, Directora del Departamento de Género y Diversidad ATE Nacional; Lorena Almirón, Secretaria General de ATE Rosario, y María Sotti, Secretaria de Actas y Directora del Departamento de
Géneros y Diversidades ATE Córdoba.

La actividad estuvo coordinada por Gabriela Alcoba, Secretaria Proadministrativa del CDP, y Liliana Leyes, Secretaria de Organización de ATE Rosario, y contó con la participación de compañeras de Córdoba, Santa Cruz, Chubut, Rosario, Paraná y Tucumán, además del Secretario General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba, Federico Giuliani, y el Secretario Progremial, Roberto Calvetti, quien recibió un reconocimiento por el permanente acompañamiento a las propuestas organizadas por el Departamento.

A la hora de las exposiciones, como dueña de casa, Sotti agradeció por el CDP la participación de “las compañeras que a nivel nacional fueron abriendo puertas, la experiencia de Rosario, compañeras de Córdoba que nos dieron la posibilidad de tener este debate, tan necesario para el sindicalismo y en particular en ATE, con el movimiento de mujeres y la comunidad LGTBI+”.

“Cuando pensamos esta instancia con Gaby (Alcoba), en diálogo con Clarisa, con Lorena y Lili, vimos que es necesaria esta triangulación de compañeras que venimos tirando para adelante, que han hecho avances, para fortalecernos. Las que pensamos que tenemos que pensar desde el feminismo, con otras lógicas, que no es fácil y que la luchamos día a día, creo que nos planteamos en este marco tan significativo para las diversidades, por el 6 y el 25 de noviembre, día de la lucha contra las violencias, en términos de poder avanzar con herramientas porque sabemos que nuestra lucha, nuestro sacrificio, después con una decisión o con arbitrariedades, porque tiene que ver con arbitrariedades el avance contra nuestros derechos, el ejercicio de la participación política, no sea solo anclado en sectores y áreas donde reproducimos las lógicas de nuestro espacio doméstico y dedicarnos a las cosas que son propias de las mujeres y que tiene que ver con una transpolación de nuestros ámbitos que se consideran ‘naturales’”.

La dirigente reflexionó en otro tramo que es necesario “pensarnos y recuperar esos saberes de las compañeras de mucho tiempo para combinarlo con las compañeras que venimos con mucho entusiasmo, diciendo que vamos a transformarlo todo en el sindicalismo, para saber que tenemos limitaciones y en qué contexto damos los debates. Cuando hablamos de protocolo como transformación social y frente a un hecho como pasó en Córdoba cuando el número dos del sindicato en la gestión anterior fue denunciado penalmente y acompañamos el proceso de la compañera. Y eso llevó a que no damos más, no soportamos más la violencia en nuestro sindicato”.

Por su parte, Silvia León contó que tiempo atrás “hicimos un intento de protocolo en nuestra organización pero no prosperó entonces. Se ve que la maduración del tema, que los tiempos del debate colectivo y amplio que nos permitiera avanzar a nivel nacional no permitieron alcanzarlo y generó que las distintas provincias toman este instrumento”.

Y apuntó que el Protocolo es “una herramienta que nos permite dar un cauce y visibilizar las situaciones de violencia en el mundo del trabajo pero también en nuestras propias organizaciones. Por eso el protocolo se aprobó en el Chaco hace ya un año, después en Rosario y ahora lo debatimos en Córdoba. Estas experiencias son la base que va a sustentar la implementación del protocolo en ATE”.

León destacó que “la creación del protocolo en la CTA Autónoma también es un paragüas que nos permite tener una base en cada uno de nuestros sindicatos de base, como lo es ATE, porque nos dio un marco. Ya veníamos pensando este protocolo  pero la irrupción en 2018 de las denuncias de violencia de género en distintos ámbitos, principalmente del colectivo de actrices, ayudó y empujó que compañeras y compañeros pudieran animarse a contar y denunciar, generando una catarata en todas las organizaciones, por el impacto mediático que se produjo entonces”.

A su turno, Clarisa Gambera, comenzó afirmando que “muchas fuimos buscando en los sindicatos y terminamos militando en los espacios de la central porque el gremio tuvo un tiempo donde no daba espacio la pensar cuestiones de género con más institucionalidad”.

Aseguró que “este proceso se dio al calor de los encuentros nacionales de mujeres. En el caso de la Capital, la experiencia fue que las juntas internas de los organismos fuimos armando espacios de género, en la seccional nos entendían poco o nos abrían espacio las compañeras que tenían algún cargo. La secretaria de formación terminó siendo el refugio de las compañeras que queríamos meter algún debate en el sindicato vinculado a los feminismos”.

Y consideró que “en el sindicato la institucionalidad es muy importante, es distinto a las militancias en otros lados, y la creación Departamento en ATE nacional da un apoyo a la hora de implementar políticas que puedan transformar. Ese tiempo fundacional, donde muchas nos formamos en el feminismo en los bordes del sindicato también debatimos que queríamos ser sindicalistas y feministas porque entendemos que no hay transformación social o cambio posible sin la transformación que conllevan los feminismos. Y que la estrategia es a través de los sindicatos y las organizaciones sociales. Por eso concluimos que teníamos derecho a tomar esas dos posiciones empalmándolas como un solo puño. Nos costó mucho ese debate en el sindicato y en los feminismos, todavía a veces nos siguen mirando con desconfianza porque sabemos que estar en una organización mixta como un gremio nos enfrenta a situaciones de violencia o a organizaciones formateadas de manera muy masculinizadas donde para seguir avanzando tenemos que darnos estrategias, como lo son avanzar con protocolos en las provincias donde hay condiciones para hacerlo”.

Por último, dio su perspectiva Lorena Almirón, para en primer término brindar datos de feminicidios en Santa Fe y los crímenes a identidades diversas. “En la seccional Rosario tomamos como referencia el protocolo de la CTA-A, aprobado en abril de 2019. Nuestro protocolo es el resultado de un largo camino que recorrimos en ATE Rosario. Nos conformamos como grupo de mujeres para charlar y para participar de los Encuentros. Interactuamos con mujeres de todo el país. Fuimos transformando muchas cosas en el sindicato, muchos años de pelea, de formarnos, en contacto con mujeres de otras organizaciones porque esta transformación es colectiva”.

En otro momento, Almirón dijo que “para implementar el protocolo tuvimos algunos obstáculos, no solo de hombres sino también de mujeres porque el machismo nos atraviesa en todos los sectores del sindicato. Hay mucho miedo cuando vamos por transformaciones en serio pero creo que nuestra respuesta no debe ser punitivista sino didáctica, formándonos todos los días con nuestros compañeros varones, porque esto no es fácil”.

Se trató de extensa intervenciones con ricos intercambios posteriores que pueden verse ingresando aquí.

Fuente: www.atecordoba.org