Avelino Fernández: Un revolucionario intransigente

Avelino Fernández nació en Buenos Aires, Parque Patricios, el 11 de mayo de 1923 y falleció el 23 de abril de 2004, hace 19 años. En diferentes etapas de su vida trabajó en Tejeduría Mitre hasta que la empresa quebró (1953), en metalúrgica Volcán (1954) y en la fábrica de calefones Universal (1980).
“El Gallego” Avelino Fernández fue un recio jefe de la Resistencia Peronista, un revolucionario intransigente que siempre se consideró soldado de Perón y Evita. Hombre del gremio metalúrgico, enemigo histórico en el mismo, del burócrata sindical Lorenzo Miguel. Avelino fue uno de los propulsores en 1951 de que Eva Perón fuera candidata a Vicepresidente de la Nación y también tuvo bastante que ver con la idea originaria de crear las milicias obreras peronistas para defender al gobierno popular acosado por la oligarquía y el imperialismo.
Caído Perón en 1955 es uno de los que organiza aquella Resistencia que pone “caños” a diestra y siniestra para frenar la ofensiva revanchista “gorila”. También fue el primer Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) luego de ese golpe (1957-1959). Fue perseguido por la “Libertadura” de Rojas y Aramburu, el “Conintes” de Frondizi y los “sueños monárquicos” de Onganía. Gozó de la amistad de John William Cooke. En enero de 1959 participa precisamente con el “Gordo”, de la toma del frigorífico “Lisandro de la Torre” y comienza una amistad con Sebastián Borro que los unirá de por vida.
En 1964, fue uno de los conductores de los Planes de Lucha de la CGT. Enfrentó puertas adentro de su gremio al poderoso dirigente Augusto Timoteo Vandor que buscaba instalar en la clase obrera un “peronismo sin Perón”, que le permitiera negociar con los dictadores de turno. Ese enfrentamiento le valió a Avelino la expulsión temporaria del gremio metalúrgico y que lo echaran de la fábrica en donde trabajaba. Cuenta su amiga Alicia Oliveira, una mujer más joven, abogada, militante peronista, defensora de presos políticos y encargada de Derechos Humanos en Cancillería que Avelino tenía la costumbre de llamarla por teléfono a la 6 de la mañana entre turno y turno de su trabajo en la fábrica. (- “¿Vos sabés nena? Todos los días a las 6 de la matina yo llamaba a mis amigos burguesitos para despertarlos. – Me reí. Si lo sabré Avelino… ¿Te olvidaste que yo era una de tus víctimas? – Y bueno, así por lo menos sabían algo de lo que es laburar y yugarla todos los días…”).
A principios de los ’70, Avelino Fernández brinda su apoyo incondicional desde el mismo momento que surgen, a la Juventud Peronista de las Regionales y a los Montoneros: Ve en ellos la continuidad de una lucha que no debe cesar hasta que reine la felicidad en la totalidad del pueblo argentino. En el gremio enfrenta a Miguel desde la “Agrupación Metalúrgica 17 de Octubre”, Lista Azul y Blanca, adherida a la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Luego de la última y feroz dictadura militar, con la vuelta de la democracia, desconfió de la “Renovación” y repudió al “Menemismo” en cuanta oportunidad tuvo por ser un rejunte antinacional y entreguista, un verdadero “Caballo de Troya” dentro del Peronismo.
A principios de 1984 formó la Agrupación Nacional Metalúrgica “Conducta Sindical” (Lista Celeste). Falleció el 23 de abril de 2004, rodeado de la misma pobreza franciscana en que vivió. Sus restos fueron exhumados en el Cementerio de Avellaneda. Uno desea de todo corazón que cuando algún joven busque datos sobre su vida, el buscador de la computadora diga una gran verdad: “Patriota argentino que luchó por la independencia, la soberanía y la justicia social del pueblo argentino”. Alguna vez el poeta peronista Fermín Chávez escribió sobre él: “Celebremos la vida con metales / de quien quedó perdido peronista / y siempre, siempre caminó la pista / de los justos reclamos sindicales”.
Con posterioridad a escribir esta nota me contactó por internet el nieto de Avelino, que con el seudónimo artístico de “Tonga Elquecanta”, guitarrista del grupo rockero “Maturana”, escribió una canción para él, titulada “La Voz de la Resistencia”, que comienza de este modo: “Hijo de gallegos creció queriendo esta tierra, lo llamaron la voz de la resistencia (…) No, no mira al suelo, tampoco al cielo; siente de frente junto al movimiento obrero…”.
Fuente: Roberto Baschetti