Cinco de cada 10 familias gastan más del 50% de sus ingresos en alimentos

La remarcación en los precios de los alimentos parece no tener freno y castiga de lleno el bolsillo de los consumidores, elevando mes a mes los índices de inflación a nivel nacional.

Por Facundo Piai

PRECIOS SIN CONTROL

La recuperación que se advierte en no pocos sectores de la economía contrasta con el desempeño de la actividad comercial. Esto resulta de comparar los informes de actividad económica (que acumulan nueve meses de recuperación paulatina, según Indec con las últimas mediciones de consumo. Diferentes publicaciones privadas y oficiales muestran que el consumo es materia pendiente y, por tanto, repercute en el comercio. Situación que genera preocupación al tratarse de la tercera actividad en importancia del PBI de Córdoba; tras la industria manufacturera y la actividad agropecuaria.

El Centro de Almaceneros de Córdoba, que releva la realidad de 1.500 unidades comerciales de diferentes superficies ubicadas en la provincia, evidencia la crítica situación. El informe anticipa con estadísticas y datos lo que cualquiera venía advirtiendo al hacer las compras. La persistencia de la suba del precio de los alimentos de consumo masivo durante marzo. De acuerdo a estas mediciones, la inflación de marzo llegó a 3,8%, mientras que durante el primer trimestre las subas acumularon casi 12 puntos porcentuales. Por tanto, si analizamos toda la serie vemos una curva ascendente que comienza a elevarse a partir de junio del año pasado.

El Monitor de la Actividad Productiva publicado por el Ministerio de Industria y Producción refleja una merma del volumen de ventas en torno a 15% en comparación al trimestre del 2020.

Brecha entre precios y salarios

Como es de esperar, la brecha entre precios y salarios en este contexto de alto desempleo, informalidad laboral y elevado nivel de pobreza, tiene por consecuencia un endeble consumo popular. En efecto, en los comercios de proximidad se contrajo fuertemente el consumo de carne vacuna, frutas y lácteos, según dio a conocer la asociación que representa a los almaceneros cordobeses. Asimismo, la encuesta de hogares que realiza la misma entidad proyecta que 5 de cada 10 familias gastan más de la mitad de sus ingresos solo para satisfacer la necesidad básica de alimentarse. Situación que pone en evidencia la endeblez del mercado interno y la necesidad de políticas públicas de estímulo. Puesto que en él convive una demanda apaciguada con ingresos derruidos por la inflación, junto a un sector del comercio minorista que vende menos y debe enfrentar estructuras de costos cada vez más robustas.

Frente a este contexto y las nuevas medidas restrictivas para aplacar los contagios, el sector demanda políticas económicas que apacigüen el daño colateral de las medidas sanitarias. No solo los almaceneros tienen esta preocupación. Con otra espalda y márgenes de rentabilidad, los supermercadistas también obtuvieron una magra cosecha en marzo, lo cual nos permite una primera reflexión. Podría darse el escenario en el cual cae la demanda en almacenes, pero crece en supermercados en misma proporción puesto que la estructura de las grandes superficies y el volumen que manejan les permite tener precios más competitivos. En ese caso estaríamos hablando de un traslado del consumo que afecta a un canal de comercialización (almacenes), pero con una demanda que se mantiene estable, en términos generales. Pues no es el caso.

Supermercados también con números en rojo

La situación pone en evidencia la endeblez del mercado interno y la necesidad de políticas públicas de estímulo, puesto que en él convive una demanda apaciguada con ingresos derruidos por la inflación.

Un informe privado señala que el mes pasado el consumo en supermercados se contrajo casi un 26% en comparación con mismo mes pero del 2020. Esta caída brusca en los supermercados del país responde principalmente a que la comparación toma como referencia el mayor mes de consumo del 2020. No olvidemos que en marzo del año pasado, por la incertidumbre que desató la pandemia y las medidas de restricción implementadas (desconocidas en aquel momento), prevaleció la conducta del sobre stockeo. No obstante, en la comparación desestacionalizada también hay contracción. En este caso, el consumo cayó -8,5% en comparación con febrero. Lo cual da cuenta que concluidos los ingresos que otorgó el Estado (ya sea IFE o ATP) el soporte de muchas familias se vino a pique producto de los altos índices de desempleo.

El mismo informe publicado por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) destaca además que los alimentos tuvieron una contracción interanual de 33%. También se percibe una caída aún mayor de la venta de artículos de limpieza que habían tenido un fuerte crecimiento hace un año atrás. Distintos informes advierten que cada vez son más los consumidores que optan por proveerse en mayoristas, en donde encuentran precios más accesibles. En lo que respecta a los supermercadistas de Córdoba, el Monitor de la Actividad Productiva publicado por el Ministerio de Industria y Producción refleja una merma del volumen de ventas en torno a 15% en comparación al trimestre del 2020. La baja es de 12 puntos cuando la relación es con el acumulado en el primer cuarto pero del 2021, antes de la pandemia.

La producción industrial recupera ritmo

Si bien los consumidores hacen un esfuerzo por seguir accediendo a los alimentos, el sector del comercio minorista vende menos y debe enfrentar estructuras de costos cada vez más robustas.

En contraste con la actividad comercial se encuentra la industria cordobesa. Autoridades oficiales explicaron en la presentación del Monitor de la Actividad Económica que, pese a bajas estacionales, “la producción industrial continúa en niveles estables”. Los números marcan que “el desarrollo productivo cordobés se encuentra en un proceso virtuoso”, señaló Fernando Sibilia, Secretario de Industria de la Provincia. El informe citado da cuenta de que, en el primer trimestre, de 15 sectores relevados solo 3 acumulan performance negativa en comparación con el primer trimestre 2020. Los números en rojo alcanzarían a 4 sectores si la comparación la hacemos con el primer trimestre de la prepandemia (2019).

En el mismo sentido, el incremento del volumen de producción de la industria metalmecánica cordobesa tiene como correlato un aumento de la cantidad de empleados. Esta recuperación se da en el marco de un periodo de destrucción del empleo industrial de magnitud. Según la Unión Industrial Argentina (UIA), durante la gestión de Mauricio Macri el entramado industrial perdió más de 170 mil trabajadores. Es evidente que la tenue recuperación del empleo de algunos sectores productivos más los puestos de trabajo generados por la intermediación financiera lejos están de incidir en el consumo.

Fuente: www.lmdiario.com.ar