En su vigésima tercera visita a Córdoba como Presidente de la Nación, Mauricio Macri pasó en plan de campaña electoral por la ciudad de Río Cuarto en vísperas del 17 de octubre. El Presidente arribó a la Capital Alterna de la provincia de Córdoba que registra niveles escandalosos de pobreza e indigencia y más de 200 merenderos y comedores comunitarios tratando de parar la olla de los olvidados.
No dijo una palabra de las calamidades que azotan al pueblo por sus políticas de ajuste y entrega. Ni se percató que estuvo en la Capital del Trabajo en Negro, donde recrudeció el cirujeo y las ollas populares son templos donde acuden los que no tienen pan y casi se han quedado sin fe.
El Movimiento de Acción Popular (MAP-CTA), organización fundadora de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA), fue a la Plaza Central a decirle a Macri que no es bienvenido, que la dignidad de nuestro pueblo no se entrega y con el hambre de lxs niñxs no se jode.
Las mujeres y hombres que están en los barrios bancando el hambre, organizándose para que todos puedan tener un plato de comida no se resignan y dan pelea. Están acostumbrados a nadar contra la corriente. Porque la Emergencia Alimentaria no se declama. Hay que aplicarla. Todos los días. El Hambre es un Crimen. Y no espera. No sabe de turnos electorales ni de promesas de campaña. Es urgente. Por eso se suman las manos solidarias de los que entienden que sólo el pueblo salvará al pueblo.