Ejecución presupuestaria nacional anuncia un segundo semestre de ajuste en el gasto público

Un Informe que se difundió a principios de mes del Instituto de Estudio sobre Estado y Participación (IDEP) anunció una profundización del ajuste para cumplir con el FMI, después de una primer parte del año que se caracterizó por aumento del gasto y el consiguiente crecimiento del PBI.

Para analizar estos resultados y conversar sobre la perspectiva del presupuesto 2023, atento a la necesidad que tienen las y los estatales por recuperar salario real tras la debacle de la capacidad de ingreso que significaron los cuatro años de régimen “Macrista” y la escasa voluntad política de revertir ese ciclo durante el Gobierno actual, el programa radial “Entre Todos y Todas”, que la Secretaría de Prensa de ATE Córdoba emite cada martes en GEN FM 107.5, entrevistó a la economista Mariana Rivolta, integrante de IDEP y del equipo que realizó el análisis presupuestario.

Rivolta explicó que el IDEP lleva adelante temas de coyuntura y los temas fiscales son la especialidad de un equipo del Instituto. “En ese contexto se publicó el informe de referencia, que analiza la ejecución presupuestaria pero también trae la contraposición de los resultado que dijeron los números fiscales de julio y agosto, que van a ser bien distintos a los del primer semestre”.

-Hablan de crecimiento del gasto fiscal y una profundización del ajuste al mismo tiempo. ¿Cómo se explica técnicamente esa dualidad?

-Hay dos patas que permiten explicar ese fenómeno,  por un lado hubo durante el primer semestre una tendencia fiscal al crecimiento, una demanda agregada donde el Estado fue uno de los motores, con un incremento interesante de la inversión por encima de la inflación. Crecieron todas las partidas salvo la AUH (Asignación Universal por Hijo), pero en el segundo semestre el gasto va a caer como se pudo ver en julio y agosto.

Sucede que el segundo semestre del 2021 hubo una expansión muy fuerte de modo que cualquier comparación interanual con aquella base tan alta nos das un crecimiento menor en el segundo semestre de 2022. Pero en lo político,  por un lado está la meta reafirmada con los tres últimos ministros de economía que reafirman un déficit primario para fin de año del -2.5% del PBI. Eso exige que las partidas que venían creciendo de modo tan evidente comienza a retraerse.En lo macroeconómico, si el factor fiscal del primer semestre era de expansión fiscal, toda la lógica del segundo semestre –y así está reafirmada en el presupuesto de 2023- va a ser al revés, bajando el gasto para bajar el crecimiento del PBI porque hay otra serie de explicaciones por detrás que tienen que ver con un menos crecimiento del PBI, relacionado con el comportamiento de los precios, de las importaciones y la presiones del sector externo en el resto de la economía.

Precios y consumo

Para la economista, el acuerdo con el FMI asegura el comportamiento expansivo de los precios y en la recaudación, que permite a su vez recortar el gasto de modo de hacer factible que se alcancen las metas fiscales. Es decir, habrá mayor recaudación por inflación pero no se volcará al mercado interno sino al ahorro para bajar el famoso déficit.

-¿Este comportamiento se espera para el segundo semestre?

-Se verá de modo más evidente. Del informe surge que en el primer semestre hubo crecimiento real de recursos y gastos solo que los recursos crecieron menos que los gastos. Ahora vamos a ver una caída en el gasto real mientras los recursos siguen creciendo o, al menos, se estancan. Este ajuste le va a permitir al gobierno llegar a las metas de déficit que se plantea con el fondo.

-¿Cómo acomodar los salarios para que dejen de caer en este contexto?

-Hay que apuntar a una matriz tributaria mucho más progresiva, donde se grave de manera diferencial aklos que tienen mayor capacidad contributiva y de ese modo permita diferenciar un gasto que no necesariamente debe ir al ajuste, si tenemos cómo financiarlo.

Acá la dificultad está en llegar a un lugar fiscal de equilibrio por medio del ajuste del gasto cuando bien podría realizarse por medio de una mejor recaudación, repensando quienes sostienen con el pago de impuestos el gasto público.

Siempre que hablamos de la matiz tributaria hay que referirse a cuestiones de poder y privilegio para tocar antes que te permitan avanzar. Sin embargo, por nombrar un tema, las alícuotas de los derechos de exportación están por debajo de valores históricos, cuando los derechos de propiedad y las relaciones de distribución eran parecidas. Eso redundaba en mayores ingresos para el Estado, aportados justamente por sectores con mayor capacidad.

Lo que pasó con el dólar soja lo volvió a situar en un lugar de interés. Son sectores que ni siquiera tienen la excusa de lo que pasa con los precios internos, están pagando menos de lo que supieron contribuir, ahí hay una fuente progresiva de impuestos.

-¿Cómo miran desde el IDEP el Presupuesto 2023, sobre todo en lo referido a las partidas salariales?

-El Presupuesto del año que viene anuncia un crecimiento menor que este año, con una fuerte baja de la inflación aunque carece de medidas que expliquen por medio de qué se lograría esa reducción. Por eso parece una suerte de deseo que de realidad.

Cuando se construye un Presupuesto lo que hay detrás son variables que dan señales para saber de dónde van a recaudar para que gastarlo de este modo. Ya cuando la proyección de inflación es difícil de explicar, todo lo que sigue para adelante respecto a los recursos disponibles y cómo se gastarán empieza a ser poco creíble.

Así y todo, hicimos un ejercicio de analizar qué pasa con las partidas del Presupuesto que estarían creciendo en términos reales con este 60% de inflación, pero encontramos que los recursos crecerían más de lo que explican estas variables. De forma que vemos un Presupuesto optimista. Más allá de la baja de inflación que propone el proyecto en la comparación interanual con 2022, cuando miramos los números en profundidad encontramos partidas con ajuste y ahí surge la partida salarial de las y los estatales. Cuando comparás las partidas para sueldos por 13 meses, incluyendo aguinaldos, el ajuste sigue.

Así y todo creo que es un Presupuesto que dice lo que tiene que decir sin anunciar demasiado que va a pasar.

Fuente: www.atecordoba.org