El Caso Maders sigue haciendo ruido

Por Juan Carlos Giuliani*

Rodeada por el atronador silencio de los grandes medios de comunicación falleció hace unos pocos días Marta Maders, abnegada luchadora para que se hiciera Justicia con los autores intelectuales del asesinato de su hermano, Regino, senador radical acribillado a balazos en la puerta de su casa por sicarios al servicio del poder político cordobés el 6 de septiembre de 1991.

En los tiempos que corren, cuando el Gobierno Provincial -de distinto signo político al de 1991 pero también perteneciente al Partido Único Cordobés- arremete contra los derechos y conquistas de los trabajadores de Luz y Fuerza, mantiene la tarifa eléctrica más alta del país y, vía tercerizaciones y otras figuras de dudosa legalidad, impulsa la privatización aunque sea parcial de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), una de las “joyas de la abuela” que no pudo rematar en el 2001 José Manuel De la Sota por la férrea oposición popular, fallece en Rosario Marta Maders, portadora de un apellido íntimamente ligado a esa empresa.

Consecuente denunciante de la complicidad de la superestructura política en el encubrimiento del crimen de Regino, parece oportuno reivindicar a esta “profesora de Literatura dulce y una luchadora incansable por destruir la impunidad alrededor del asesinato de su hermano”, según la define el periodista, escritor y legislador provincial santafecino Carlos del Frade quien ha investigado a fondo el Caso Maders.

En la “Isla del Cordobesismo” sacudida por el incendio de más de 300 mil hectáreas, los casos de “gatillo fácil” que se reproducen de manera sistémica y el entramado obsceno entre Política, Justicia y Policía que por acción u omisión le otorga luz verde al narcotráfico que envenena transversalmente a la sociedad, no parece casual que la comunicación hegemónica no mencione la muerte de Marta Maders, estando, como lo está, subordinada a la generosa pauta publicitaria oficial que derrama millones de pesos entre los difusores del discurso único. La misma billetera que repartía sus prebendas a los medios cordobeses durante los 12 años de gobierno radical que hubo desde el retorno de la democracia en 1983. En ese punto, como en tantos otros, el “Partido Único Cordobés” no muestra fisuras como garante de la gobernabilidad de un sistema que cada día tiene pobres más pobres y ricos más ricos.

Para Fabián Peralta, amigo de Del Frade, “Marta tomó la tarea de la denuncia acá en Rosario y en ese doloroso camino nos cruzamos. Nos acompañarnos mutuamente en distintos momentos. Ella arrastrando su dolor inmenso, presente, desgarrado. Nosotros como jóvenes idealistas o como dirigentes aferrados a esos ideales. Fue digna ante la prepotente injusticia. Nosotros la acompañamos con admiración y bronca. Conmovía verla junto a su incondicional marido, aferrada a esa carpeta donde con mucha prolijidad e inmenso dolor había recortado y pegado cada artículo que contaba el asesinato y todas las vicisitudes y manoseos que sufrió el proceso judicial”.

“Marta tenía una tenacidad que yo nunca volví a ver. Implacable en su mirada y en su anhelo de Justicia. Abrazó la causa de los DDHH con pasión. La familia siempre fue su motor y su refugio. Su razón de ser y su nostalgia.
No engendró odio, ni rencor. Solo quería Justicia. No pudo entender a los que traicionaron la amistad que Regino les había ofrecido. A cualquiera de nosotros nos hubiera pasado lo mismo. Marta fue ejemplo de lucha y de amor. Siempre estará en nuestros corazones y en el corazón de cada hombre y cada mujer que crean y pongan el cuerpo por un país con Justicia”, finaliza el retrato de Peralta.

Respecto a Regino Maders, en lo que refiere a su desempeño como ingeniero sobresale su importante papel como directivo en EPEC, cargo que desempeñaba al ser asesinado. Semanas antes, Maders había hecho una denuncia pública sobre ilícitos que habrían ocurrido en esa empresa durante el Gobierno del radical Eduardo Angeloz y también investigó sobre diferentes circuitos de narcotráfico. Era llamado por muchos “El senador del pueblo”.

En su minuciosa investigación Del Frade afirma: “La documentación que le voy a presentar a Alfonsín tiene pruebas sobre los negociados con la Empresa Provincial de Energía de Córdoba, el narcotráfico y la venta de bebés -le confesó Regino Maders a su hermano Juan dos días antes de ser cosido a balazos en la madrugada del 6 de setiembre de 1991. El ingeniero había descubierto las actividades que se desarrollaban durante la noche en la sede de la EPEC. Automóviles gemelos transportaban drogas e iban a distintos lugares de la provincia y a otros estados vecinos, como Santa Fe y Entre Ríos. Todas aquellas maniobras era conocidas, según dice Juan Maders, por el tres veces gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz” y por el actual Diputado Nacional Mario Negri, en ese entonces Vicegobernador de la provincia.

Este 6 de septiembre se cumplieron 29 años de su asesinato. Había descubierto el narcotráfico desde los nichos corruptos del Estado cordobés. La familia Maders, 29 años después, ya sin Marta en sus filas, sigue luchando contra el olvido y la impunidad.

*Vocal de la Comisión Ejecutiva Regional de la CTA Autónoma Río Cuarto. Congresal Nacional de la CTA-A en representación de la provincia de Córdoba