El hambre no espera

Es una postal de las tantas que se reproducen a lo largo y ancho de la provincia. Y en todo el país también. La organización popular puesta en movimiento para dar contención a los que no tienen nada. La lucha codo a codo para garantizar un plato de comida. Una manera de sanar la dignidad herida. Con un 45 por ciento de pobres no hay lugar para especulaciones. El hambre no espera.

Mientras lo gobernantes se hacen los distraídos, la gente en los barrios monta comedores y merenderos, arma ollas populares. Busca por todos lados el modo de no caer en el vacío. De alimentar la esperanza en medio de la catástrofe social. De saciar el hambre urgente. De pibes, viejos, de familias enteras que sufren hoy en día mucho más su condición de pobres que hace un mes atrás. Por motivo del COVID-19 y la codicia de los poderosos. De los perpetuos ganadores del modelo.

Puede ser un día cualquiera. Pero está bueno contar que este miércoles al mediodía y a la noche los compañeros y compañeras de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA) de la provincia de Córdoba -asentados en la ciudad Capital- estuvieron realizando ollas populares para paliar el hambre en las barriadas.

“Ni los funcionarios del Gobernador, Juan Schiaretti, ni los del Intendente, Martín Llaryora, colaboran de manera concreta y eficiente con los recursos necesarios para auxiliar a los que más lo necesitan en el marco de la Pandemia”, indicaron en un comunicado.

“La salida es colectiva porque nadie se salva solo”, aseguran desde la organización territorial de la CTA-A Córdoba.

“Por eso, el 28 de abril vamos a realizar en conjunto con distintas provincias, ollas populares en 6 distritos de la provincia: Córdoba Capital; Río Cuarto; Villa María; San Francisco; Río Tercero y Bell Ville”, enfatizaron.

“Porque el Hambre es un Crimen y la solidaridad la hacemos desde abajo. Para terminar con la angustia de no saber que vamos a comer al otro día, sin changas ni trabajo por la cuarentena; con el miedo a los males que trae el virus de la pandemia, pero con el sueño de volver a ser felices algún día”, termina la nota de la FeNaT-CTA.