El macrismo dejará diezmado el fondo de los jubilados argentinos

De repetirse este domingo los resultados de las Paso, Macri dejará el Gobierno sin concretar dos de sus más ambiciosos proyectos: la Reforma Laboral y Previsional.

En lo referente al sistema jubilatorio muchas fueron las voces de la oposición política y de sectores del gremialismo previsional que advirtieron que la gestión macrista dejará diezmada las arcas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES es la garantía del sistema jubilatorio estatal, de reparto y de solidaridad intergeneracional que nació de la eliminación del negocio financiero de las AFJP con el aporte previsional de los trabajadores. Es un fondo contracíclico para garantizar el pago de las jubilaciones ante eventualidades negativas que las pongan en riesgo.

Uno de los principales objetivos del FGS es la de preservar el valor de los activos del que está compuesto: acciones y títulos públicos y privados, plazos fijos, Obligaciones Negociables, fondos comunes de inversión, fideicomisos financieros, cédulas hipotecarias, préstamos a provincias y a beneficiarios del SIPA, entre otros, y para ello debe buscar una rentabilidad que permita su sustentabilidad, que el actual gobierno no hizo.

La economía macrista recibió el FGS en 2015 con un monto equivalente a unos 67 mil millones de dólares y en la actualidad tendría un capital de no más de 22.000 millones de dólares, según estimaciones de la evolución de acciones y bonos que integran su cartera medidos desde marzo pasado que fue cuando se conoció el último reporte oficial.

De esta manera, Cambiemos destruyó un 70 por ciento en dólares la caja principal de respaldo del sistema previsional. En menos de cuatro años, el gobierno devaluó los activos del FGS, modificó sus funciones descapitalizándolo y finalmente le entrego papeles de deuda de corto plazo local que entraron en default.
En este sentido, desde el comienzo el gobierno utilizó diversos mecanismos para licuar el patrimonio del organismo de los jubilados y de los trabajadores.

El ahogo financiero del Tesoro

Sin recursos para pagar la deuda que generó Cambiemos, el Ministerio de Hacienda echó mano en varias oportunidades desde que se agravó la crisis financiera a los fondos de los organismos descentralizados, entre ellos el más perjudicado el FGS, a cambio de suscribir letras del tesoro reperfiladas con vencimientos en el año 2020 que tendrá que ser repagada por el nuevo Gobierno que resulte electo en los comicios del próximo domingo.

La última operación se concretó con el Fondo de los jubilados fue el miércoles pasado, cuando el Tesoro encajó en el FGS Letras en pesos por un monto de hasta 2.000 millones de pesos con vencimiento en abril de 2020. Antes, el 8 de octubre, Lacunza le sacó al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES el equivalente a $ 15.500 millones.

Venta de acciones de empresas

Fue otra de las formas que utilizó el gobierno para consumar el vaciamiento del Fondo previsional. El FGS conserva acciones de empresas privadas por herencia de las AFJP entre las que se encuentran bancos, peajes, petroleras, alimenticias, energéticas y productoras de cemento, entre otras.

El Congreso a instancias del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aprobó la ley de declaración sobre el “interés público” de las participaciones accionarias del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que administra la ANSES, que impedía enajenar las acciones o devolverlas a las empresas originales sin autorización del mismo Congreso.

No obstante, tras el cambio de administración en 2015 el presidente derogó esa ley vía decreto que todavía está en revisión de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo y aunque el macrismo había afirmado en el comienzo de su mandato que la venta de acciones de empresas en la cartera de la ANSES no estaba en agenda, luego de la sanción de la ley del blanqueo de capitales y el pago de las sentencias a jubilados conocida como “ley de reparación histórica”, en abril 2016 que habilitó esa operatoria, se concretaron varias operaciones en esa línea.

Anses vendió sus acciones en Petrobras Argentina a Pampa Energía, propiedad de Marcelo Mindlin y del magnate Joe Lewis amigo del presidente Macri. También se desprendió de los activos de las empresas Quickfood al grupo brasileño Marfrig (hamburguesas Paty) y de Solvay Indupa del banquero Jorge Brito.

En un comienzo se especulaba con una venta masiva de las mismas, pero las dificultades que hubieran conllevado ese proceso y el derrumbe en los precios que hubiera provocado, hicieron desistir al Ejecutivo de esa iniciativa, por lo que debió resignarse a mantener un elevado nivel de injerencia sobre el capital social de empresas privadas de primera línea.

Financiamiento a los amigos

Hacer negocios con amigos con la plata de los jubilados fue una constante durante los casi cuatro años de la administración cambiemita y que también provocó pérdidas al FGS. Lo puso en práctica el ex subdirector Ejecutivo del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses hasta fines de 2016 y ex miembro de los directorios de Cablevisión y de Arcor, Luis María Blaquier. La Justicia procesó la semana pasada a Blaquier por negociaciones incompatibles con la función pública, acusado de de haber beneficiado a las dos empresas de las que había sido director, financiándolas con recursos de la seguridad social a través de la compra de Obligaciones Negociables emitidas por ambas empresas.

El mismo mecanismo fue reiterado por el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso que destinó dinero del FGS para tomar deuda de las empresas energéticas Pampa Energía, el holding conducido por Marcelo Mindlin, y Genneia, controlada desde una guarida fiscal y con Jorge Brito, del Banco Macro, como accionista.
También aparece denunciado por el desmanejo de los fondos de la ANSES el ex Ministro de Finanzas, Luis Caputo.

Megadevaluación e inflación

El impacto de la brutal devaluación del peso y de la inflación provocada por el gobierno desde el comienzo de 2018 también produjo una feroz pérdida en el valor de los activos del FGS. La apreciación del dólar implicó un retroceso fenomenal de las posiciones de la ANSES, que hizo que el FGS retrocediera en moneda dura.

Pero hay otro elemento negativo, medido en pesos, el incremento del valor de los activos varios puntos por debajo de la inflación provocó también pérdidas millonarias. Es decir, la ANSES perdió plata, ya sea medido en moneda nacional como en dólares.

No obstante, para consuelo de los jubilados las encuestas indican que el gobierno se quedará sin tiempo para liquidar el FGS y reformar el Sistema Previsional.

Fuente: www.lmdiario.com.ar