Reflexiones sobre el año que pasó

Por Eugenia Aravena*

Se fue el 2020, año tremendamente difícil para toda la humanidad sorprendida por el COVID-19, nosotrxs en casa sentimos mucho más el golpe de la pérdida de Guille para la crianza del Cami, situación por demás difícil que día a día vamos pasando como podemos.
Se fue el 2020, uno de los peores años de toda mi vida, inundado de tristeza, ahogos y desolación, transité un camino de mucho dolor y renacimiento, fue el año que murieron mis viejos con 60 y 67 años y a ninguno pude despedir, encima hasta mi propio hermano me cagó ” ya que él cuida las cosas de mi papá” y al igual que antes no nos dio nada de nada, justo en la peor crisis económica que he pasado en mucho tiempo. Las personas en las que más confiaba se abrieron de gambas como se dice y demostraron realmente quienes son, tantas situaciones que duelen pero ayudan abrir los ojos de una vez. Como siempre no falta quien haga leña del árbol caído, pero en medio de tanto dolor tristezas y depres, jamás dejé de pensar en mis compañerxs trans y el COVID-19, el hambre, la violencia, las muertes, pero las campañas me dejaron de cama y sin voz, disfónica varias veces hasta con fiebre, por eso decidí ponerme el límite, operarme algo que venía dejando pasar hace unos años por falta de “tiempo”.
Congoja y en el medio de todo se me re fundió el auto, pero que bien! que también fue el año que descubrí mucho amor de tantxs cumpas de tantos lugares diferentes que me hicieron el aguante a full y lo pude arreglar!!! otra vez mi Cora se lleno de amor y convicciones cada día más firmes y fuertes que trascienden límites y cualquier frontera, tuve que re-educar mi voz e intentar “no pasar nervios” ni esforzar demasiado la voz, estuve muda, ja ja… sin hablar durante muchos días, con un re bajón ya que justo tres días antes fue que murió mi papá y fue muy triste todo lo que pasó por una historia que me marcó a los 12 años y se reabrió con la partida de mi mamá y mi papá, otro cierre de una etapa dolorosa en mi vida.
Intento cuestionarme mis errores que como todxs siempre tenemos, y re-plantearme y re-armarme desde donde puedo, estoy muy agradecida de quienes me bancaron ante tanta tristeza que de paso se llevaron 14 kilos de angustia, pero positiva, me vino rebien. Todas las terapias que pude sostener las hice, entre ellas el canto, para volver siempre con las mismas ganas de seguir luchando por nuestros derechos, por dejar de ser ignorades y silenciades alguna vez en la historia. El 22 de diciembre fue la última reunión en AMMAR en donde se despedían la Jime, la Lali y Juampi, para mí otro duelo más ya que son parte de mi vida y de la hermosa historia de AMMAR Córdoba. Estuve días solo pensando, y solo vino el llanto de los cierres de etapas de ciclos para empezar una nueva, pero no es, ni va ser lo mismo AMMAR sin esos cumpas que lo dieron todo por todas.
Acaba de pasar un 2020, año difícil y de cambios para todo el planeta, y realmente deseo que ante tanta crisis podamos encontrar siempre la fuerza de organizarnos y salir adelante colectivamente siempre.
Es hora de hacer más fuerzas que nunca y avanzar con una Campaña hacia una Obra Social y una Jubilación en toda la Argentina porque seguimos caídas de la agendas políticas y de los programas. ¡Hasta cuando! Ya avanzamos con la Ley de Cultivo y la alegría del Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Siento que ahora es cuando compañerxs convocarnos en asambleas en todos los territorios y construir juntxs un Plan de Lucha para este año 2021 de todxs lxs tabajadorxs sexuales.
Quiero compartir también que fui electa como Vicepresidenta de la Junta Directiva de la Plataforma Latinoamérica PLAPERTS, un nuevo desafío que me acerca siempre a la lucha que llevo en mi corazón.
*Fundadora de AMMAR-CTA Córdoba