FFMM abrió las puertas del taller a las mujeres y hoy cuenta con dos soldadoras en Río Tercero

“Yo siempre fui cocinera, moza, empleada doméstica. Quería estudiar algo que me diera un título y un trabajo. Hoy somos dos chicas soldadoras”, dijo la trabajadora Mayra Luján.

En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que tuvo múltiples manifestaciones en todo el país este 8 de marzo, ATE Córdoba facilita el testimonio de la compañera trabajadora de Fabricaciones Militares de Río Tercero Mayra Luján, soldadora de taller que junto a otra compañera conforma el equipo de soldadoras y soldadores del organismo y expresa la apertura de Fabricaciones Militares a cubrir el cupo femenino, en tanto para Luján es asumir el desafío de romper moldes preestablecidos y animarse a hacer lo que se gusta, más allá de no ser un trabajo tradicional para las compañeras.

Consultada ayer por la radio local Cadena Urbana 97.5 Río Tercero, Luján explicó que hizo curso de soldadora en el centro de capacitación de la Fábrica Militar de Río Tercero, y se recibió con altas notas al punto que quedó dentro del plantel de la fábrica inmediatamente.

“Este es mi segundo Día de la Mujer siendo soldadora. En los cursos de este año se anotaron mucha cantidad de chicas, cada vez se normaliza más”, comenzó.

La trabajadora dijo que “ahora estamos reparando vagones, no hago trabajo en serie, pero me ocupo de tapas para las tolvas, preparando las pasarelas de arriba de los vagones, soldando piezas”.

-¿Por qué eligió la actividad?

-Yo siempre fui cocinera, moza, empleada doméstica. Quería estudiar algo que me diera un título y un trabajo. Cuando me enteré de la escuela de aprendices me anoté y se fue dando todo mientras estudiaba. Hicieron una convocatoria en la fábrica porque necesitaban gente, decidieron cubrir el cupo de mujeres, nos presentamos las que acá estamos. Somos dos chicas soldadoras.

“El mensaje para las mujeres es que se animen a todo. Somos capaces de hacer cualquier tipo de trabajo, que nadie nos ponga límites, que intenten y vayan porque seguramente van a elegir bien si es lo que sienten”, señaló Luján.

Y concluyó: “Es un desafío día a día, porque no es fácil en una fábrica donde en los talleres siempre hubo solo hombres, las mujeres estaban asignadas a la administración. Hay hombres que nos recontra apoyan y otros que no, y es un desafío día a día para bancar y seguir sin bajar los brazos”.

Fuente: www.atecordoba.org