OPINIÓN
Por Horacio Meguira*
Algunos CEOs de las empresas líderes se han agrupado en un grupo de WhatsApp y dan opinión que es reproducida por los medios u redes sociales afines. Es una contraofensiva de los empleadores ante supuestos abusos de las organizaciones sindicales.
Han criticado las asambleas de los trabajadores aeronáuticos y las medidas de fuerza llevadas adelante por alguno de ellos. Asimismo criticaron fuertemente al Secretario General de la Asociación Bancaria por el solo hecho de anunciar una campaña de afiliación en “Mercado Pago” por entender que se trata de actividad comprendida en su ámbito de representación.
Esta ofensiva está en sintonía con el discurso profundamente anti trabajador del Presidente, que lanza su campaña para las elecciones de agosto. Esta posición del Gobierno y los empleadores es correlativa con las declaraciones del Vicepresidente de la UIA sobre la necesidad de la Reforma Laboral.
Ese es el triste panorama donde la guerra de clases se ha invertido y los que atacan son los representantes del capital en sus dos versiones: Empleadores y Gobierno. Esto suma a la política de los 4 años de Gobierno de Macri. Pero lo que debemos reflexionar es que se incorpora como tema de campaña.
Las mafias son visibilizadas para esconder la intención de debilitar la organización de los trabajadores. Ser anti-sindical es popular para algunos sectores y sirve para agitar el miedo de la burguesía. Es evidente que si ganan van por los sindicatos.
Lo inexplicable es el lobby del Gobierno para que el Caso Argentino no se trate en la 108º Conferencia Centenaria de la OIT en Ginebra, Suiza. Allí tenía elementos para debilitar el “Unicato Sindical”. Sin embargo, una vez más, se optó por ‘interlocutores confiables’ y que no son ni más ni menos que los ‘entregadores de conquistas’ de siempre, tan necesarios para la ‘modernización’ de la Legislación Laboral.
Yo estoy de acuerdo con que el activismo empresarial tiene que dar opinión. Lo deseable es que opinen sobre el acceso al crédito, la política aduanera, el incentivo del mercado interno, además de la relaciones de trabajo.
Bregamos por un sistema de democratización del trabajo donde la bi-lateralidad y el tripartismo sean los modos de arribar a la resolución de los conflictos devenidos del antagonismo de la lucha de clases entre Capital y Trabajo.
*Director del Departamento Jurídico de la CTA Autónoma