Jubilados, una crisis humanitaria

Por Enrique “Tito” Godoy*

Hoy el Sistema Previsional es un programa de subsidio que perdió en el último año un 61%, ya que en este período la inflación fue de un 211%, y el aumento fue de un 140, con un índice de Ley que no alcanza a cubrir el desfasaje económico, hoy sustituido por la voluntad del Presidente, que parece no tenerla, la mayoría de los jubilados no llegan al índice de pobreza, al igual que los trabajadores activos, un porcentaje no menor al 70% cobra el salario mínimo,
$105,000 con un Bono transitorio de $55000, para colocarlos apenas por arriba de la indigencia, otro millón esta entre los $160.000 y los $200.000, sin la mínima intención de mejorarlo, y que solo alcanzaban con créditos, destinados a poder llegar al alimento, endeudando un magro salario, aclarando que hoy tampoco están en vigencia esos créditos.

El Sistema de Salud, tanto el PAMI como la Administración Provincial del Seguro de Salud (APROSS) no es la excepción. La falta de insumos y prestaciones a largo plazo ponen en riesgo constante la vida de los trabajadores pasivos, los medicamentos han aumentado un 300%, ante un índice de aumento de un 141% en los salarios, ante esto no hay otro camino que abandonar la toma de medicamentos imprescindible para la salud.

Como si fuera poco el padecimiento, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) pasa de la órbita de ANSES al Poder Ejecutivo, y su destino final será el pago de la Deuda Externa, contradiciendo su origen, ya que tendría que estar destinado a cubrir esta contingencia de crisis humanitaria en este sector. Este Fondo, que hoy oscila según la fuente entre los 30.000 y 70.000 millones de dólares, no está destinado a sus dueños, los trabajadores, y
es utilizado por este Gobierno, y los que pasaron, para cubrir la crisis económica sin su autorización.

Decimos “Plata hay”, el problema es quién la maneja y para qué. No podemos mirar para otro lado, éste como los gobiernos que pasaron ven al trabajador jubilado como una carga, no forma parte de ninguna casta, es la urgencia la que tendría que manejarse en este sector.

No podemos ser cómplices, sobre ellos sí tendría que haber un DNU que asegure haberes por arriba del índice de la pobreza y la urgencia en la atención médica.

*Trabajador de ANSES. Secretario General de la CTA Autónoma Regional Villa María