La Canasta de Pobreza tuvo subas de hasta 12% en localidades del Interior

El dato se desprende de la medición de la Canasta Básica Alimentaria realizada por la Fundación COLSECOR para el mes de mayo.

Por Ansol

La medición de la evolución de precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que realiza periódicamente la Fundación COLSECOR en 37 localidades de 7 provincias arrojó que un adulto necesitó, en mayo, $14.094 para cruzar la línea de indigencia.

En cuanto a una familia de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores), el valor de la Canasta se situó en $43.552, mientras que, en el caso de un núcleo familiar integrado por dos y tres personas, fue de $21.142 y $34.672 respectivamente. La cifra ascendió a $45.807 teniendo en cuenta hogares conformados por cinco personas. La suba promedio en estas localidades fue del 4,3% durante mayo, contra el 4,6% medido por el INDEC para el mismo período.


El proyecto que impulsa la Fundación COLSECOR con la medición de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) busca generar información y profundizar el conocimiento sobre pequeñas y medianas localidades de nuestro país. Son aquellas donde no llegan las mediciones oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).


El ranking de localidades muestra que Puerto Rico y Dos de Mayo, de la provincia de Misiones, así como Clorinda, de Formosa; Darregueira, de Buenos Aires; y La Paz, de Entre Ríos, son las localidades que se ubican en las posiciones más económicas. Mientras que Marisol y Oriente, de Buenos Aires; María Susana y Fuentes, de Santa Fe, y General Roca, de Córdoba, se posicionan como las CBA más costosas.

En diálogo con ANSOL, la socióloga y coordinadora del proyecto,Natalia Calcagno, comentó: “A partir de enero, vivimos un proceso inflacionario muy duro en materia de alimentos y esto se vio de forma muy consistente en todas las canastas que estamos midiendo. Por ejemplo, este último mes que publicamos, vimos una desaceleración en el ritmo inflacionario; no quiere decir que dejó de subir, pero esto coincide con lo que publica INDEC y la Ciudad de Buenos Aires”.

Pese a la desaceleración, la especialista entiende que “vivimos un proceso histórico, muy complicado en materia de alimentos, de precios, y esta información de COLSECOR nos permite saber que no dejamos a nadie afuera. No es un fenómeno urbano, no es un fenómeno de alguna zona del país, es un fenómeno que impacta en todas partes por igual, con dureza, y, no obstante, también nos permite ver que, a pesar de esta situación en general, en los pueblos de las localidades más chicas, los alimentos son más accesibles“.

En el promedio de las localidades medidas por COLSECOR, el costo de la CBA, de $14.094, es un poco más barato que el promedio general del INDEC, ubicado en $14.401. Según COLSECOR, la localidad más cara para acceder a la CBA es Marisol (Buenos Aires), con $18.413, mientras que la más barata es Puerto Rico (Misiones), con $11.587; una diferencia sustancial de $6.826, siendo Marisol casi un 60% más cara.

En el informe, llama también la atención algunos saltos inflacionarios muy bruscos de un mes a otro. En Tornquist (Bs. As.), la CBA aumentó un 11,4% durante mayo; en Laspiur (Córdoba), subió un 10,5%; en María Susana (Santa Fe), un 12,4%, el triple del promedio general.

Calcagno apuntó cómo se lleva a cabo este trabajo de investigación. “Es un informe mensual que lo hacemos desde hace un año. Se realiza en localidades que están asociadas a COLSECOR. La fundación invita a participar a las cooperativas que designen un referente comunitario, que es la persona que está a cargo de captar la información. La primera semana de cada mes, estas localidades, al mismo tiempo, registran precios de los alimentos que componen la Canasta Básica Alimentaria en el comercio minorista de mayor concurrencia, cargan esos datos en una plataforma que diseñamos a tal fin, lo procesamos y hacemos el informe. Esta forma de medición de los precios es siguiendo estrictamente la medición que hace el INDEC. Usamos el mismo manual y procedimiento, con algunas diferencias, para poder hacer confiable la comprabilidad”.

Calcagno apuntó que, para el INDEC, “hacer una medición en las localidades chicas y más alejadas de nuestro país es muy costoso en temas de operativo de campo e involucra a una menor cantidad de población”. Así las cosas, “esa escasa población o menor cantidad de población que viven en zonas rurales y semi rurales es una población que entonces queda invisibilizada“.

“Desde la Fundación, creemos que es importante mostrar estas localidades, conocer la información sobre cómo se vive, porque entendemos que vivir en una localidad chica es una opción distinta en términos de buen vivir, ni mejor ni peor; es diferente, es otra opción de vida”, completó la especialista.

Imagen de portada: COLSECOR

Fuente: www.latinta.com.ar