Por Carlos Del Frade
Bolívar no sabía que un año después la muerte lo encontraría y hasta el presente no se conoce con exactitud cómo fue aquel final.
El 5 de agosto de 1829, desde Guayaquil, le escribió al coronel Patricio Campbell una carta que habla del por qué del título de esta nota: “No sé qué decir a usted sobre esta idea, que encierra en sí mil inconvenientes. Usted debe conocer que, por mi parte, no habría ninguno, determinado como estoy a dejar el mando en este próximo congreso, mas ¿quién podrá mitigar la ambición de nuestros jefes y el temor de la desigualdad en el bajo pueblo? ¿No cree usted que la Inglaterra sentiría celos por la elección que se hiciera en un Borbón? ¿Cuánto no se opondrían todos los nuevos estados americanos, y los Estados Unidos que parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad?”, se preguntaba “el libertador”.
El venezolano tenía razón o por lo menos eso parece cuando se leen los últimos datos del porqué de la violencia en la propia tierra del todavía poderoso imperio.
En noviembre de 2022, el diario “The New York Times” informó que “las cifras principales sugieren una correlación que, si se investiga más a fondo, se hace más clara. Los estadounidenses representan alrededor del 4,4% de la población mundial, pero poseen el 42% de las armas de fuego del mundo. Entre 1966 y 2012, el 31% de los autores de tiroteos masivos en todo el mundo fueron estadounidenses, según un estudio de 2015 realizado por Adam Lankford, profesor de la Universidad de Alabama”.
El profesor Lankford descubrió que, en todo el mundo, la tasa de tenencia de armas de un país está relacionada con las probabilidades de que se produzca un tiroteo masivo. Esta relación se mantuvo incluso cuando excluía a Estados Unidos, lo que indicaba que no podía explicarse por ningún otro factor particular de su país. Y se mantuvo cuando controló las tasas de homicidio, lo que sugiere que los tiroteos masivos se explican mejor por el acceso de una sociedad a las armas que por su nivel de violencia de base, sostiene el diario.
Desde el fondo mismo de la historia, el periodista, escritor y revolucionario cubano José Martí, en su nota “La verdad sobre los Estados Unidos”, sostuvo en el lejano 1894 que la persona que “observa cómo en los Estados Unidos, en vez de apretarse las causas de unión, se aflojan; en vez de resolverse los problemas de la humanidad, se reproducen; en vez de amalgamarse en la política nacional las localidades, la dividen y la enconan; en vez de robustecerse la democracia, y salvarse del odio y miseria de las monarquías, se corrompe y aminora la democracia, y renacen, amenazantes, el odio y la miseria”. Fenomenal observación que bien podría sumarse al trabajo del diario de Nueva York.
El influyente diario señala que la tasa de homicidios con armas de fuego en Estados Unidos fue de 33 por millón de habitantes en 2009, superando ampliamente la media de los países desarrollados.
En Canadá y Gran Bretaña, fue de 5 por millón y 0,7 por millón, respectivamente, lo que también se corresponde con las diferencias en la tenencia de armas.
“Los estadounidenses –apunta– a veces ven esto como una expresión de problemas más profundos con la delincuencia, una noción arraigada, en parte, por una serie de películas que retratan la violencia de las bandas urbanas a principios de la década del 90. Pero Estados Unidos no es en realidad más propenso a la delincuencia que otros países desarrollados, según un estudio histórico realizado en 1999 por Franklin E. Zimring y Gordon Hawkins, de la Universidad de California en Berkeley.
Más bien, descubrieron, en datos que han sido confirmados repetidamente desde entonces, que la delincuencia estadounidense es simplemente más letal. Un neoyorquino tiene las mismas probabilidades de que le roben que un londinense, por ejemplo, pero el neoyorquino tiene 54 veces más probabilidades de que lo asesinen en el proceso”, apunta el diario.
Lo cierto es que las señales detectadas por Bolívar y Martí tienen una relación directa con el país que más armas y violencia produce, simplemente por el negocio millonario en manos de muy pocos, el verdadero misterio de la providencia.
Fuente: Diario “La Capital”, 25 de noviembre de 2022; José Martí, “Patria”, 1894, donde se encuentra la nota “La verdad sobre Estados Unidos” y la carta de Simón Bolívar al coronel Patricio Campbell, del 5 de agosto de 1829.
Fuente: www.pelotadetrapo.org.ar