“Las cartas montoneras”

Por Marcelo Langieri

Reseña de “Quemá esas cartas, rompé esas fotos” Montoneros 1970-2020”

Foto: Roberto Baschetti, autor del libro.

Las páginas de “Quemá esas cartas, rompé esas fotos” de Roberto Baschetti (foto) son un conmovedor recorrido de la historia montonera. Recorrido realizado de una forma no convencional, que es un sello del autor. Así, asistimos a una honesta y ordenada recopilación de cartas, documentos, testimonios y reseñas biografías que retratan con emoción y austeridad el heroísmo, el sacrificio, las convicciones y la alegría de una historia militante que supo dedicar su existencia a la revolución. Páginas que no eluden los momentos críticos de la organización y, lo que es más importante aún, que no evitan las reflexiones sobre la derrota sufrida, pero sin caer en el derrotismo ni en las miradas que relativizan la experiencia o la reducen al militarismo.

Este libro, de carácter enciclopédico, es una versión atenta de la historia montonera recorrida de la mano de una recopilación prolija y minuciosa de documentos sobre el peronismo revolucionario y su relación con la organización que en su apogeo tuvo un extraordinario desarrollo e inserción política, el mayor de la época.

Los 29 de mayo se conmemoran en el campo popular dos acontecimientos que expresan distintas esferas de las luchas por la liberación nacional y social. Se trata de acontecimientos contemporáneos protagonizados, diríamos, por las masas y las lanzas. Uno, de la mano de los trabajadores y el pueblo cordobés, el otro protagonizado por una naciente organización guerrillera, heredera de la resistencia peronista. Son el Cordobazo y el Aramburazo.

En esta ocasión el 29 de mayo será la oportunidad elegida para la presentación de “Quemá esas cartas, rompé esas fotos”, el nuevo libro de Roberto Baschetti, que tiene hermosas ilustraciones de Itzel Bazerque Patrich, Gato Nieva y Nora Patrich.

Leía en estos días una interesante nota que se preguntaba cuál era el atractivo de los años ’70, aquellos años de pasiones enfrentadas que despertaron sueños colectivos que aún hoy siguen provocando admiración y entusiasmo. El libro de Roberto Baschetti suma con su enciclopedia montonera un extraordinario aporte a la compleja tarea de responder esta pregunta. Lo hace a través de 700 vibrantes páginas.

El libro tiene tres ejes. El primero reflexiona sobre el origen de la violencia en la Argentina contemporánea. Para explicar el origen de la violencia se recuerda el bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio, el Golpe del 55, los fusilamientos de militares y civiles peronistas de la resistencia, el Decreto 4161 que prohibía hasta la mención del nombre de Perón, la desaparición de Felipe Vallese, la proscripción del peronismo y la anulación del triunfo de Framini en Bs. As. Estos son algunos de los hitos que ponen de manifiesto cuál fue el origen de la violencia en la Argentina.

Hay que señalar que no han faltado lecturas que sacan a Aramburu del lugar del verdugo para sentar en ese lugar a los montoneros, como parte de la satanización de la conducción de la organización. Dicho esto sin perjuicio de recoger las críticas y reflexiones, como realiza el libro con la publicación de documentos críticos, que permiten comprender y reflexionar sobre una época de extraordinaria riqueza,  complejidad y no exenta de errores.

Completa el cuadro de los antecedentes de la violencia el  Golpe de Onganía que planteó que no había plazos y que se tenían que suceder distintos tiempos en un proceso que duraría 20 años. ¿Qué se debería haber hecho entonces? ¿armar un partido legal en un juego democrático inexistente? La respuesta era evidente. Perón en La Hora de los Hornos de Solanas bendeciría la violencia popular como respuesta contra el régimen con su famosa frase “La violencia en manos del pueblo no es violencia, es justicia”.

El libro demuestra palmariamente, como decimos más arriba y es una de sus hipótesis, que la violencia en Argentina no comienza con el aramburazo. Los hechos fundacionales de la violencia en el siglo XX fueron realizados cuando los futuros fundadores de Montoneros cursaban la escuela primaria. Fueron los comandos civiles con acciones terroristas, el bombardeo a la Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955, que provocó cientos de muertos y miles de heridos, y la  Revolución Libertadora el 16 de setiembre del mismo año, los hechos fundacionales de la violencia. Con el derrocamiento del peronismo se consagraba la etapa de violencia política que tuvo su origen en las acciones contra el gobierno peronista.

Sin pretender realizar en estas líneas un relevamiento exhaustivo del libro vale destacar como antecedentes de las luchas protagonizadas por los montoneros los documentos sobre las acciones de resistencia como el Plan de lucha de la CGT en 1964, con la toma simultánea de 11.000 establecimientos, la CGT de los Argentinos, con figuras como Ongaro y Tosco, la primera JP donde se evocan a Gustavo y Pocho Rearte, Jorge Rulli, el Petiso Spina, Felipe Vallese, Cacho El Kadri, entre otros. También la mítica toma del frigorífico Lisando de la Torre y la pueblada de Mataderos, que tuvo dirigentes como de Sebastián Borro.

La segunda hipótesis del libro refiere al amplio apoyo popular que tuvo Montoneros y de cómo la organización se inserta en las bases peronistas. En este eje se reflexiona acerca de la comprensión del rol del peronismo como identidad política de las masas y como base fundamental del movimiento de liberación nacional.  También, sobre como se recogen las mejores tradiciones del movimiento. Es ilustrativo el señalamiento de la importancia de las Unidades Básicas como forma de organización de masas. Unidades Básicas que en función de la represión al peronismo funcionaban muchas veces en las cocinas de las casas peronistas donde, en sus mesas con mantel de hule y mateadas, se juntaban los militantes a discutir de política y planificar las acciones de resistencia. Casas que se transformaban en verdaderos fortines peronistas.

En las páginas del libro se suceden vertiginosamente el 25 de mayo del 73 con la ciudad tomada por el pueblo movilizado. Así volvía la alegría, volvía el peronismo.  El orden popular abría las “alamedas” a Dorticós y Salvador Allende para que se trasladaran del Congreso a la Plaza. Era la fiesta y la batalla: la plaza y el devotazo para hacer realidad la libertad de los presos políticos. Y siempre, siempre, el recuerdo y homenaje a los caídos.

En su desarrollo, a través de una inédita muestra fotográfica, el libro también destaca el amplio apoyo popular que tuvo Montoneros en barrios, universidades, colegios, villas, inquilinatos y sindicatos.

El tercer eje es el del compromiso militante. Las generosas páginas del libro dan lugar al debate de Carlos Olmedo de las FAR con el ERP, al análisis del complejo 1º de mayo del 74 donde el peronismo disputaba su razón de ser. En la evocación del compromiso militante se destacan la semblanza de Paco Urondo y las míticas cartas a su hija y a los amigos de Rodolfo Walsh. Así recorre las biografías de centenares de militantes. Y se suceden las páginas que recuerdan también otro 29 de mayo, donde matan a Juan Julio Roqué, dirigente montonero que resistió hasta la muerte en un combate desigual. También se recupera la carta de Norma Arrostito a la madre de Fernando Abal Medina a propósito de su caída en combate, junto a las historietas de Oesterfheld. En una lista interminable de documentos  se publican la carta de la madre de Raúl Clemente Yaguer, comandante montonero caído durante la contraofensiva, y la de Chiqui Falcone a su hermana, una de las protagonistas de la noche de los lápices y militante montonera.

Como decimos más arriba el libro no elude las reflexiones críticas, como por ejemplo las del Peronismo Montonero Auténtico donde se señala la existencia de una propuesta metodológica agotada. Es imposible recorrer estas páginas sin conmoverse, sin sonreír con emoción con las voces de tantos militantes comprometidos con la causa nacional y popular que dieron su vida con la certeza que, como decía John William Cooke, “cuando culmine el proceso revolucionario argentino, se iluminará el aporte de cada episodio y ningún esfuerzo será en vano, ningún sacrificio estéril, y el éxito final redimirá todas las frustraciones”.

El libro de Roberto Baschetti es un nuevo aporte de su abundante cosecha a la recuperación de la historia montonera. Historia viva e insoslayable de la lucha del pueblo argentino por una patria para todos y todas.

La transformación de la sociedad argentina es una tarea inconclusa y un mandato histórico del peronismo revolucionario que el libro recoge con emoción. Desde Evita y pasando por los montoneros y todos los revolucionarios peronistas el desafío sigue siendo tomar sus banderas y llevarlas a la victoria. Este libro es un gran aporte para esta tarea.

Este libro no está disponible en librerías, sólo se puede adquirir escribiendo al correo: editorialjirones@gmail.com

Fuente: www.resumenlatinoamericano.org