Marta Maezzo es la actual Secretaria General del Círculo Sindical de Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA) Seccional Río Cuarto y desde hace 35 años trabaja como periodista en la redacción del diario Puntal. En el marco del 7 de junio, Día Nacional del Periodista, Otro Punto se acercó a entrevistar a Marta, para hablar del periodismo de nuestra ciudad, y los amores y desamores de esta apasionante profesión.
-¿Por qué elegiste ser periodista?
-Creo que soy periodista porque en primer lugar soy curiosa y me gusta preguntar. Y cuando uno pregunta se entera de cosas interesantes y novedosas que intenta transmitir al resto de las personas. Ese servicio de retransmitir lo que uno va sabiendo o informándose para que el resto lo conozca creo que es un poco el rol del periodista, poder diversificar todos esos conocimientos en las demás personas.
Por ejemplo, hoy en día con el tema de salud parece que todos fuéramos especialistas o infectólogos, ya que manejamos nombres de laboratorios o sabemos cómo se hace una vacuna, e intentamos que todo eso pueda ser explicado a la gente de forma que se entienda. Poder tener informar y datos sobre el tema, calma mucho la incertidumbre y el estrés de saber que estamos en un mundo convulsionado sanitaria, social y económicamente.
-¿Cómo cree que ha cambiado la forma de hacer periodismo en tus 35 años de experiencia?
-Realmente ha cambiado muchísimos, desde el trato interpersonal con el entrevistado, desde el uso de la birome, el papel, hasta hacerlo de forma virtual. Igual yo creo que realmente el fuerte del periodismo está en la entrevista interpersonal, en la pregunta al entrevistado, sin importar el medio que sea. En estos días en que hubo muchas charlas por el día del periodista se habla de que hay voceros, el vocero de la policía, de la provincia, etc. y el periodista quiere hablar con el jefe de la policía, con el jefe de algún ministerio, porque en ese intercambio a uno se le ocurren más preguntas, o se da cuenta que lo que está respondiendo no tiene relación, y vos inmediatamente podes corregir eso. Pero cuando te mandan a un vocero, y se baja una línea en la que no se corre de ahí, realmente no te sirve.
Después está el tema de los medios en lo que vos lo reproducir, sea gráfico, radial o redes sociales. Y en las redes sociales se ven mensajes más cortos y confusos, y si realmente queres saber más tenés que ir a los medios más tradicionales, para ver de dónde salió, contextualizarlo, si es una entrevista, intentar escucharla para que lo que dice, y no la interpretación de lo que dijo el entrevistado. Por ahí la gente que lee solo las redes le queda la interpretación de alguien a un hecho, y de ahí se desprenden las Fake News, o el sentido que le quiso dar alguien a eso que pasó, y anda a saber el origen de ese dato.
Y el tema de los medios hegemónicos de comunicación que dan vuelta el dato o la noticia y eso confunde mucho, crea ejércitos de personas que reproducen lo mismo equivocadamente, con una intención en la que uno no sabe que está siendo usado, y eso es muy doloroso.
También como periodista que trabaja en un medio de comunicación formal, vemos que cada vez son menos los periodistas que están como empleados, y se ven más monotributistas, cooperativistas, emprendimientos autogestionados, que más allá de que puedan ser chicos y su audiencia puede ser más limitada, me parecen más auténticos, tienen más libertad para decir y escribir lo que ellos ven. Lo que estamos viendo en los medios grandes, es que la agenda de los temas no la imponen los periodistas, sino que la impone el gerente de publicidad, el CEO o el director, de acuerdo a sus intereses económicos, políticos y hasta judiciales. Y digo judiciales porque a veces cuando están implicados en alguna casusa judicial, utilizan el medio de comunicación para pegarle a algún juez, alguna empresa o a un abogado. Y esto sucede a nivel internacional, no es que solamente seamos nosotros. Muchas veces los medios de comunicación funcionan como un apéndice de una carrera que puede ser política, económica o judicial.
-¿Qué recomendación le darías vos al lector que quiere estar informado? ¿Dónde y cómo puede informarse?
-Realmente es trabajoso y hay que dedicarle un tiempo, pero siempre ser una audiencia cuestionadora y que se diga “ché, ¿Puede ser esto así?” y que trate de buscar varias fuentes, no importa si pasa de un extremos a otro. Escuchar y tener distintas visiones sobre un mismo tema. Yo entiendo que hay temas que tienen mucha información, y se pasa de un tema político a un tema sanitario, o a hablar de los remedios y ver qué pasa dentro de la atención en las clínicas, y qué dice el personal de limpieza o qué pasa con la atención, y así tenemos muchas cosas para escuchar y ver sobre un mismo tema.
Recomiendo ser amplios, abrir la cabeza, no encerrarse en una sola voz, y aprender a cuestionarse y a estar atento a las distintas facetas que nos pueden presentar sobre un mismo tema.
-Periodista, ¿se nace o se hace?
-Yo creo que se hace. Uno nace con cierta curiosidad y con ganas de preguntar o de saber más, pero después hay que formarse e ir capacitándose, aprender de otros, estudiar, leer, abrir la mente, y ver cuáles son las estrategias. Lo que era el periodismo en 1998 cuando yo entré, es totalmente distinto a lo que fue sucediendo en el 2000, y más ahora con las redes sociales, en donde tenes que tratar de hacer todo más corto y conciso.
-¿Y cómo se viven los periodistas de su generación las transformaciones culturales y sociales de la sociedad?
-Por ejemplo en lo que es policiales ha cambiado mucho el léxico, antes se hablaba de “crimen pasional”, y hoy decimos “¿qué pasión? La mató”, y lo consideramos un femicidio. O lo que antes se consideraba “ajustes de cuentas” cuando había un homicidio, hoy se considera un asesinato como cualquier otro. Las palabras y el léxico ha ido cambiando y mutando y el periodismo se tiene que ir ayornando, y con las nuevas generaciones se va compatibilizando todo, para que pueda llegar mejor la información al público actual.
-¿Río Cuarto tiene buen periodismo?
-Si, los periodistas de nuestra ciudad son muy buenos, y son buenos colegas también, ya que son capaces de compartir un dato y una información. Lo que pasa por ahí es que en los medios de comunicación no lo saben aprovechar porque prima ese interés u objetivo de empresa, de no perder el cliente o la pauta, y sin entender que lo que se publica o se dice, es lo que realmente a la gente le interesa. La publicidad el lector la lee como algo secundario, y eso es parte de un establishment, que quiere mantener un status quo, en el que figuran y aparecen, y no le importa realmente el contenido del medio de comunicación.
-El periodista que sale hoy a la calles ¿está en riesgo?
-En este año que hemos vivido de pandemia, muchísimos periodista han salido a la calles a trabajar y por supuesto han corrido riesgo o se han enfermado, pero la gran mayoría se enfermó más en reuniones sociales o familiares, que trabajando adentro de un medio de comunicación o yendo a cubrir la cola de los testeos. Yo creo que el trabajo del periodista es arriesgado de por sí, y lo sabemos de tiempos de antaño con los corresponsales de guerra, de enfrentamientos, manifestaciones, de contaminación ecológica, y siempre van al frente y les gusta saber y tener de primera fuente la información.
Nosotros desde el gremio tratamos de cuidarlos, y vemos al periodista de una forma integral, como un ser humano que se enferma, que tiene familia, y que su trabajo tiene consecuencias en su forma de vida. Por eso los cuidamos, les pedimos el uso del barbijo, que en los medios de comunicación se respeten los protocolos, que se controles, que si ven algún compañero congestionado o engripado sugerirle que se quede en su casa.
No es una profesión que vaya a desaparecer, asique en eso nos tenemos que quedar tranquilos, porque vamos a sobrevivir más allá de todo. Creo que es un grupo de personas que somos supervivientes, tratando siempre de ir en contra de la corriente, pero ahí estamos nadando constantemente.
Fuente: www.otropunto.com.ar