Por Ramiro Quintanilla*
Muchas veces se ha dicho y vale la pena repetirlo: Más medios de comunicación implica una pluralidad de voces. Hace 10 años quizás la frase podría haber sido una bandera pero hoy, resulta una necesidad recordarlo.
Es que el panorama que crearon las redes sociales genera que cualquier usuario pueda ser, repentinamente, una fuente de información. No queremos renegar de las redes ya que son nuestro espacio de trabajo, básicamente, sino sobre las posturas que indican que un twittero o influencer puede realizar la misma tarea que un periodista.
Ojo que no se trata de años de estudio o de una matrícula profesional sino del tratamiento de la información, y la posibilidad de generar complementariedad entre la posibilidad de hacer uso de la libertad de expresión, y la necesidad de comunicar e informar a la sociedad.
En este sentido, desde la asunción de Milei como presidente, uno de los objetivos elegidos del funcionario fueron los «periodistas pauteros». Los cuales ya casi no existen porque se «pausó» por un año la pauta publicitaria del gobierno nacional, afectando más a los medios cooperativos, comunitarios y populares que a los «pauteros».
Recientemente, el presidente emitió un tweet en donde agradece a Elon Musk por regalarnos «libertad plena en el uso de la red social».
Agregó en la publicación que los periodistas «lloran porque perdieron el poder de mentir, calumniar, injuriar, disfamar y hasta extorsionar sin costo. Hoy las redes aportan acceso a la información que permite validar lo que se afirma, al mismo tiempo que provee un archivo instantáneo».
El motivo por el que «lloran» los periodistas no parece ser que ahora existen las redes sociales, sino porque su objeto de trabajo, la comunicación está siendo bastardeada, al igual que su profesión.
Vaciamiento, achicamiento o cierre
Frente al panorama de cierre de medios públicos explorado en otra nota, los medios privados no quedan exentos del vaciamiento.
Hace menos de un mes se dio el cierre de Red/Acción, una propuesta periodística muy interesante basada en el periodismo de soluciones.
Los Andes Diario, medio mendocino perteneciente al grupo Clarín, anunció una «reestructuración» previo a la venta a un grupo empresario. En otras palabras, hubo despidos masivos de periodistas, fotógrafos y diseñadores.
El diario La Capital de Rosario y la radio LT8, que integran el inmenso ecosistema de medios que controla el empresario Gustavo Scaglione, arrastra hace meses una crisis de magnitud que derivó en un procedimiento preventivo de crisis, un plan de retiros voluntarios y despidos. Desde los gremios indican que son casi 40 empleados, mientras que la empresa indica que son entre 10 y 15.
En marzo, el Grupo América a donde pertenecen los canales América TV y A24N, despidió a casi 30 empleados “en el marco de la crisis que desde hace años atraviesa la televisión abierta argentina» por lo que realizaron un “ajuste de dotación de personal desvinculando a 29 empleados sin causa.
Estos son algunos de los ejemplos de las condiciones a las que se enfrentan los trabajadores de la comunicación. Menos trabajo, peores condiciones laborales, multiempleo, etc.
El contexto a su vez indica que los profesionales de la comunicación no escapan a una lógica que guía todo tipo de profesiones, trabajos y oficios: la crisis económica golpea por igual en amplios sectores productivos de nuestro país, con algunas excepciones.
Las paritarias de los medios privados en Córdoba: Empujados a la precarización
En Córdoba, el salario básico de prensa por convenio en Córdoba Capital está $480.000, los periodistas del interior están por debajo de esta cifra, y la mayoría de trabajadores ni siquiera acceden a estas condiciones, con contratos fuera de convenio, en negro o monotributistas.
Desde diciembre a esta parte, las empresas aprovecharon la postura del gobierno nacional para ofrecer paritarias a la baja, que no contemplan las condiciones del país, licuando el poder adquisitivo de los trabajadores. En reiteradas ocasiones, el sector empresarial se presentó a audiencias con propuestas de subas del 0%, es decir, sin una recomposición real.
De un lado, los trabajadores; del otro, los medios masivos de comunicación como Cadena 3, La Voz del Interior y Canal 12, entre otros, que ofrecen condiciones de trabajo paupérrimas, excepto para las «grandes figuras» del periodismo.
Entonces, los medios tienen menos trabajadores o al menos, los que quedan, precarizados.
Esto a su vez, genera que los medios privados cada vez tienen menos contenido propio. La precarización genera que en las redacciones se corte y se pegue de dónde se pueda, porque las fuentes de información están desapareciendo, como la agencia de comunicación Télam transformada en agencia de publicidad.
Es así que la destrucción de las fuentes de información es un plan sistemático que no puede sólo preocuparnos a «los periodistas» y el vaciamiento de los medios genera una concentración «de información» en las redes que no es sólo una consecuencia, si no un fin.
Como conclusión podemos decir que los twitteros no son periodistas, los influencers no reemplazan a los trabajadores, las redes sociales no son medios, y tampoco pueden garantizar una información trabajada, complejizada y que amplíe voces.
“Periodistas” y twitteros, una ecuación desequilibrada
Quienes no se ven afectados son por este esquema de precarización son los periodistas de los grandes medios de comunicación con sede en Capital Federal que llegan a acceder a notas con funcionarios nacionales.
Desde que asumió: ¿qué periodistas entrevistaron a Milei? La danza de nombre entre los que podemos incluir a Feinman, Rossi, Viale, Majul, Trebucq y Fantino no es muy larga.
Además, de buscar que nos informemos por X, el gobierno nacional propone una concentración de la comunicación en pocos formadores de opinión que, hay que decirlo, no se animaron a incomodar ni un poco a Milei en las ocasiones que tuvieron.
Por otra parte, en la red social preferida del gobierno proliferan las noticias falsas, los trolls, y sobre todo, los ahora operadores de turno como el recientemente premiado como influencer, Gordo Dan. Son los preferidos del público, no porque su contenido esté chequeado sino por lo estridente que suena y la facilidad con que puede repetirse.
Incluso para mencionar un ejemplo aún más burdo, Juan Pablo Carreira, editor de La Derecha Diario y conocido en X como Juan Doe fue nombrado como Director de Comunicación Digital de la Nación. Si bien es común que los gobiernos designen periodistas para cargos de prensa y comunicación, con esta medida el ejecutivo nacional parece decir que no es que no le gustan los «periodistas pauteros» sino que no les gustan los que había a disposición.
Así las cosas, asistimos a un panorama que como dice el título de la nota propone menos medios, menos periodistas y más twitteros e influencers.
En este punto, que el periodismo no sea un oficio de operadores de turno, sino de profesionales de la comunicación, es tarea de la sociedad toda.
Un colectivo de periodistas no es igual a un twittero y es por esto que, para que este medio siga trabajando como lo venimos haciendo desde hace ocho años, precisamos de tu aporte.
Para no ser «periodistas pauteros», para no depender de tener tres trabajos (que algunos de los integrantes de nuestra cooperativa ya tienen) y para poder seguir comunicando información que seguramente no sea comentada por el Gordo Dan en X, te necesitamos como Respaldador, y seguir amplificando voces.
*Periodista. Comunicador
Fuente: www.elresaltador.com.ar