Por Hugo “Pájaro” Galaburri
La base fundamental de la vida se para.
No se queda quieta,
ni se le trunca el paso,
ni se le nubla el pensamiento,
ni tiene miedo.
Se para y levanta el puño.
Se despierta para que despierten todas.
La base fundamental de la vida puede girar el mundo en sentido contrario y sacudir el centro mismo del planeta.
La fuerza fundamental de la tierra se para
por última vez.
Nos espera para marchar a su lado y levantar el puño.
Ya no hay lugar para los tibios.
El día es hoy y lo será para siempre.
Las mujeres paran la vida por un instante,
se detendrán solo para mirar hacia atrás
al pasado
y recordar a las caídas
a las que nunca tuvieron un lugar
a las que mutilaron, ultrajaron y mataron
se detendrán para tomar impulso
un instante
y ya nada las podrá contener.
Nada las puede contener.
Es el río que llenará todos los causes y las causas.
Acompañemos pues, hombres, al último llamado.
El llamado a una nueva y esplendorosa vida.
Que es de amor a pesar de todos los hombres que jamás pudieron darlo.
Llamado de valentía,
de dignidad, de lucha.
El llamado a la única,
fundamental
y verdadera revolución de nuestro tiempo.
*Delegado de ATE y la CTA Autónoma del Valle de Traslasierra