Por Daniel Godoy*
Latinoamérica y el Caribe es territorio de disputa. Material y simbólica. La avanzada del poder y la codicia imperial se ha ido profundizando aceleradamente y sin pausa en las últimas décadas, lo que se expresa en una expansión sin precedentes de la violencia y el despojo capitalista.
Esto se refleja en los planos institucional, político, económico y productivo a través de las políticas neoliberales implementadas en América Latina y el Caribe, por las representaciones corporativas del poder concentrado, quienes llevan a cabo estrategias que, a la vez que descomponen las condiciones de vida de nuestros pueblos, horadan minuciosamente las condiciones históricas de conformación y re conformación de las alianzas populares que posibiliten procesos emancipatorios.
Desandar esa estrategia implica la construcción de condiciones de organización popular para disputar en todos los terrenos donde se juega la lucha por superar las desigualdades y asimetrías de nuestras sociedades, es decir, emprender una lucha emancipatoria que permita definir otro modo de reproducción de la vida en común.
También en Argentina permanece inalterable esta tensión entre los sectores concentrados dominantes y sectores populares, en una remozada pero típica versión que expresan los polos de la opción electoral en la segunda vuelta del próximo 19 de Noviembre.
En esta instancia decisiva que seguramente definirá buena parte del tramo histórico de la Argentina de los próximos 20 años, nos manifestamos en contra de las opciones y las propuestas de los sectores concentrados encarnados en la propuesta neofascista de Milei, y reivindicamos la importancia de sostener un horizonte de pensamiento crítico con identidad Sur, desarrollando más integración regional con los países de la américa grande, recuperando la imprescindible agenda de las soberanías nacionales, y proponiendo el desarrollo de políticas públicas que igualen el presente y el futuro de las y los argentinos.
Los espacios de producción de pensamiento crítico y emancipador de la Argentina y la región, hemos sido un faro de producción de información sistematizada, interpretación de procesos político institucionales desde la visión del llamado campo nacional y popular, y contribución al diseño de propuestas para modelar Estado y políticas con criterios redistributivos, soberanos e igualadores.
Hemos emergido de las organizaciones populares herederas de las mejores tradiciones y epopeyas por la liberación de nuestros pueblos, de las Universidades públicas, de los sectores del trabajo, los sindicatos, los grupos de interés, las militancias específicas.
En la etapa institucional y política de la Argentina que viene, seremos custodios del pensamiento crítico emancipatorio, antiracial, pluricultural, antipatriarcal, ambientalista, con identidad Sur, que inspiren las relaciones y las prácticas políticas, y orienten la gestión institucional de la Argentina en beneficio de las mayorías populares en los complejos tiempos por venir.
*Co-coordinador del Instituto de Estudios y Formación (IEF-CTAA)
Fuente: www.ctaa.org.ar