Precarización y mal ambiente laboral: “Al patrón en serio no lo ves”

Entrevista a Pablo Figueroa del CIS-CTA Autónoma del Valle de Punilla. Delegado despedido del Mariano Max.
Mariano Max es una empresa que cuenta con diez sucursales en toda la Provincia de Córdoba. En la sucursal de Valle Hermoso, colindante por una calle de La Falda, trabajan casi ochenta empleados. Por lo tanto, es una empresa que mueve millones y millones de pesos. Cada sucursal de esta empresa maneja en sus cajas millones de pesos diarios. El trabajo precarizado es una realidad en todo el país, pero en esta zona, que es de carácter turística, está a flor de piel.
Hay trabajo precarizado por todos lados. Los empleados de comercio junto a los gastronómicos son los que más precarizados están en esta zona del Valle de Punilla.
Este tipo de empresas traen trabajo, pero precarizado. Tampoco pueden darse el lujo de decir que no le cierran los números. Generan un movimiento de dinero enorme alrededor del comercio y dejan solo los restos en la zona.
Liquidando a su paso a pequeños comercios barriales de gente de la zona. En el supermercado Mariano Max, Sucursal 8 de Valle Hermoso, durante años han sufrido todo tipo de irregularidades, atropellos, abusos de poder y persecución de parte del personal jerárquico. El personal contratado como jornada reducida se ven obligados a trabajar las mismas horas que alguien de jornada completa, obligados por la empresa y por la necesidad de cobrar un poco más, pero no corresponde, ese tipo de abuso está penado en el artículo 92 Ter de la ley 20.744 con multas a favor del trabajador afectado. Esta cadena de abusos tiene varios eslabones, uno de ellos está dedicado al personal full time, estos trabajan más de 9 horas por día y hasta han llegado hacer hasta 12 horas en algunas ocasiones. Estas horas extras no figuran todas en el recibo.

Capitalismo puro

Según Pablo Figueroa, ex empleado de Mariano Max en diálogo con Radio Panamericana, el contexto laboral en este lugar “no era el mejor”, además menciona que “los trabajadores quieren trabajar tranquílos, y no tener miedo”.
Agregando: “Hay veces que no te pagan las horas extras. Para poder vos retirarte del establecimiento luego de terminar la jornada laboral el encargado te tiene que dar el ok. Mi reclamo comenzó siendo de manera verbal y luego fue escrito. Realice una denuncia en el INADI por discriminación, ya que a los empleados de la empresa la misma nos brinda una tarjeta como de socio seria, la Mariano Max, donde tenemos beneficios, descuentos, podemos retirar efectivo. A mí, un día me la suspendieron solo por reclamar, eso es discriminación (…) Muchas veces trabaje horas extras y no me las reconocían, me querían hacer trabajar más y pagar lo mismo. No es lo mismo ser full-time que part-time”.
Averiguando, supimos que un full-time, con toda la furia cobra $70.000 y puede trabajar hasta once-doce horas algunos días cuando el trabajo es mucho.

Conductas feudales

Hasta que un día llegó el despido, y el trabajador no fue más a trabajar. El entrevistado lo relata así: “Un día se presenta en mi casa una escribana que me notifica que el motivo del despido era que existían irregularidades en la caja. En ese momento era delegado, tenía el derecho a reclamar y a no ser echado de la empresa (…) Lo que sucede es que no les gusta a los patrones cuando uno se interioriza e instruya en las leyes laborales, en el contrato de trabajo, la ley de comercio, la de usos y costumbres por ejemplo (…) Acá en estas empresas al patrón patrón en serio no lo ves, son empresas muy grandes (…) Desde el Centro de Empleados de Comercio muy poco apoyo recibí cuando me despidieron”.
Fuente: Radio Panamericana FM 99.3 de Huerta Grande