¿Qué pasó un 1 de junio y qué representan Juan Bialet Massé y Norberto Centeno para el fuero del Trabajo de Córdoba?

Por Gabriel Tosto (*)

Las esculturas de Juan Bialet Massé y de Norberto Centeno, emplazadas en el ingreso al nuevo edificio del fuero del Trabajo de esta ciudad, serán inauguradas este 2 de junio, en conmemoración de la fecha en que se dictó la primera sentencia laboral en la provincia de Córdoba, en el año 1950.

La decisión de colocar las esculturas, encomendadas al reconocido artista Ignacio Lucero, fue tomada y aprobada por el Tribunal Superior de Justicia cordobés en su conjunto. Bialet Massé (1846-1907) y Centeno (1927 -desaparecido y muerto- 1977) son próceres civiles quienes con sus obras propiciaron, crearon y ampliaron las fronteras del derecho del trabajo.

Juan Bialet Massé -médico, abogado, empresario, docente, constructor- contribuyó con su obra literaria (El estado de las clases obreras argentinas, 1904) a la elaboración del informe que propiciaría ciertas condiciones para el dictado de la incipiente legislación laboral nacional en los inicios del siglo XX.

La creación paulatina de los tribunales de justicia laborales en las distintas provincias de nuestro país -por ejemplo, en la Capital Federal en 1944 y en Córdoba en 1949- fue otro hito en la necesidad de evidenciar justicia y legislación especial que regulara el conflicto entre los sectores del capital y del trabajo en búsqueda de paz y justicia social.

La sanción de legislación laboral, convenios colectivos de trabajo, decisiones administrativas y sentencias judiciales laborales, a lo largo y ancho de nuestro país desde principios del siglo XX, tuvo una consagración relevante y de bisagra histórica en el anteproyecto redactado por el abogado y jurista laboralista Norberto Centeno, que dio origen al dictado de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), en 1974. Esta ley puede considerarse la piedra basal de los derechos y obligaciones de la persona que trabaja en relación de dependencia.

Como se dijo, los tribunales del Trabajo de Córdoba se crearon a finales de 1949 y fue el 1 de junio de 1950, en los autos caratulados “Lusicic Mateo c/ Vucovich Marcos -indemnización por accidente”, que se dictó la primera sentencia, que fue firmada por los jueces Narciso Agüero Díaz, Mario Sarsfield Otero e Ivo Hiram Pepe, integrantes de la Cámara Primera del Trabajo, que decidió un conflicto con base en la Ley de Accidente de Trabajo de 1915, inspirada en el informe mencionado, de Juan Bialet Massé.

La sentencia laboral de la que se hace memoria representa un modo y una forma de decisión institucional que requirió un largo proceso histórico de luchas sociales, intereses confrontados, debates académicos, discusiones legislativas y establecimiento de condiciones materiales, estructurales y personales, que dieron como resultado una modalidad de resolver el conflicto inherente a las relaciones entre el capital y el trabajo en el Estado social de derecho, en búsqueda de la paz y justicia social.

Las vidas y las obras de Juan Bialet Massé y Norberto Centeno fueron parte de ese recorrido histórico y de su desarrollo. Con el tiempo, en el marco de los procesos políticos y sociales ocurridos en las distintas provincias, las respectivas administraciones de justicia fueron resolviendo imparcialmente las disputas jurídicas, acompañadas de condiciones legislativas e infraestructuras propias. Córdoba fue, y es, una de las pioneras en ello (oralidad plena, celeridad, procesos digitalizados, declarativos y abreviados).

La imparcialidad, por cierto, no es neutral, no es sin valores en juego, pues en toda decisión hay una elección marcada por el sentido de lo que se decide. Aquélla está en no involucrarse con la posición de las partes en el altercado. Sin embargo, por mandato constitucional, debe resguardarse la dignidad de la persona que trabaja pues el trabajo en sus diversas formas debe jurídicamente gozar de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador condiciones dignas y equitativas de labor. La decisión judicial, además de correcta y justificada conforme lo indican los hechos probados y el derecho aplicable, será, también por disposición legal, lo más rápida que sea posible.

Las esculturas que se descubrirán el próximo 2 de junio se emplazan en el nuevo edificio de la Justicia de Trabajo de la capital provincial, y representarán a otras estructuras edilicias modernas ya emplazadas a lo largo de la geografía provincial.

En estos tiempos que aparecen signados por soluciones individuales y altercadas en las cuestiones que nos acucian, posiblemente las vidas y las obras para los otros que representan Juan Bialet Massé y Norberto Centeno; y la primera sentencia laboral en Córdoba que se conmemora y evidenció una señera madurez institucional provincial en el modo de resolver un conflicto, nos inviten, nuevamente, a la reconstrucción de un “nosotros” que rescate lo colectivo y lo comunitario para avanzar en la búsqueda de paz y justicia social.

(*) Doctor en derecho. Vocal de la Sala 9ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba

Fuente: www.comercioyjusticia.info