Tras su paso por la Feria del Libro el historiador Daniel Parcero evocó la figura de “La Perra” Castro

La presentación de la obra de teatro y el libro bibliográfico sobre la vida de Héctor “La Perra” Castro fue motivo para entrevistar a Daniel Parcero, autor de la biografía en cuestión, para que haga un balance de su paso por la Feria del Libro de Córdoba. En diálogo con el programa radial “Entre Todos y todas”, que la Secretaría de Prensa emite cada martes en GEN FM 107.5, el historiador hizo una breve semblanza del histórico dirigente cordobés de ATE y valoró la obra de teatro que acompañó la presentación del libro de su autoría en el Teatro La Piojera, de Alberdi.

-¿Que se encontró cuando se metió en la investigación de la vida de Castro?

-A través de la lectura de las actas de la organización a nivel nacional, un cosa que me llamó la atención es que aparece en una reunión de las semanales del Consejo Directivo Nacional, una exposición del entonces Secretario General, Juan Horvard, expresando su indignación al enterarse que en la semana del “Cordobazo”, en medio de la conflictividad preexistente en Córdoba, estaba la sede cerrada y según su pensamiento e información había desertado el Secretario General que tenía cerrada la Seccional y propuso como solución intervenirla. Eso se aprueba, la intervienen.

Esa fue la primer referencia a Castro. Después con la recuperación del gremio a través de la Lista Verde y la Agrupación ANUSATE, desplazada la burocracia de Horvard, se empezó a recomponer esa historia porque cuando ingresó toda esa gente joven y nueva el gremio estaba vaciado. Empecé a a viajar, a tomar testimonios e buscar material documental. Entonces por ejemplo un ejemplar de mayo del ‘69 del diario de la CGT de los Argentinos donde hay una página que anuncia que se movilizaban y de quienes eran los convocantes en el “Cordobazo”, nombran a los tres principales dirigentes nombrando a Castro, pero sin mencionar a que gremio pertenecía. Más entusiasmo por investigar hasta que descubro quien fue y la importancia que tuvo de ser parte de la convocatoria, aunque ese día del 29 de mayo, en razón de tener una orden de captura, había dejado gremio para no caer preso, como le pasó al propio Agustín Tosco, que directamente no estuvo el 29 y fue detenido el 30.

-Aquel es el ATE del IME, de la Fábrica de Aviones…

-Precisamente, si uno mira documentales de la época se ven las motos por todos lados el 29 de mayo. Y preguntarse por qué había tantas motos. Sucede que “La Perra” Castro era trabajador de IME y sus propias bases salen a colaborar con la movilización, montados en sus propias motos para ir rápidamente al lugar donde veían venir las columnas de trabajadores y, a su vez, las columnas del Ejército para reprimir y avisarle a los trabajadores que cambiaran de trayecto. Hicieron un trabajo formidable y eso nunca se reconoció. Lo que trata de rescatar el libro no solo es la responsabilidad patriótica y revolucionaria, y el compromiso de clase del compañero Castro, sino también el de sus compañeros que lo llevan a ser Secretario General del gremio. Y después lo llevan a ser legislador de la provincia cuando se recupera la democracia, cumpliendo un rol protagónico muy importante en aquellos años.

-¿Que te pareció la obra de teatro?

-Tiene que ver con una iniciativa mía, que lo invité a hacer el unipersonal. La presentación me sorprendió mucho por dos cosas: Una por el lugar donde se hizo porque esa sala fue donde se hizo la Asamblea Constitutiva de ATE en 1937 y a los siete días hicieron un baile familiar. Estar en ese lugar fue muy emotivo y poder ver la obra me llenó de emoción, por eso agradezco a los compañeros de la actual conducción de ATE Córdoba, a Federico Giuliani que lo conozco desde muy pequeño y lo veo crecer diariamente y acompañar mi trabajo investigativo.

-¿Que te parece el aporte del arte para el rescate de una figura histórica?

-Todo lo que pueda aportar el arte para la concientización nacional de un pueblo es válido. Hace unos días falleció Carlitos Balá, que nos hizo reír cuando éramos jóvenes pero fue realmente un instrumento de la dictadura. Cuando nadie podía entrar a una base naval, a un departamento del Ejército, Carlitos Balá estaba ahí mientras a nosotros nos perseguían y nos torturaban, nos metían presos. Ese tipo de arte será muy gracioso pero para lo único que sirve es pasar azonzar a los argentinos. La misión del arte de recuperar la memoria es la de desazonzar, lo contrario.

Fuente: www.atecordoba.org