Volver al Siglo XIX

El Coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma y miembro del Instituto de Estudios y Formación (IEF-CTAA), Luis Campos, escribió en su cuenta de X sobre la regresiva Reforma Laboral incluida en la Ley Bases que cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados.

“¿Trabajador independiente con hasta cinco colaboradores (todos monotributistas)? La Reforma Laboral ofrece la peor solución posible para un problema muy serio. Hilo sobre una figura que no plantea ninguna solución y trae muchos problemas.

“El proyecto de ley habilita a que los empleadores (personas físicas) de hasta cinco personas puedan recurrir a una figura, la locación de servicios, donde no se reconoce ningún derecho laboral.

“Trabajadores sin vacaciones, sin licencias de ningún tipo (maternidad, paternidad, enfermedad, examen, cuidado), sin aguinaldo, sin organización sindical, sin inspección del trabajo. Es volver al Siglo XIX.
“Para los empleadores esta figura tiene beneficios de corto plazo y muchos riesgos en el mediano. Los colaboradores van a poder demandar judicialmente por el no reconocimiento de sus derechos laboral, con altas chances de éxito.
“Para un pequeño emprendedor esto puede ser letal. Usar un figura que se lleva tan mal con el art. 14 bis de la Constitución Nacional no es muy aconsejable. Aplica tanto a un pequeño negocio barrial como a un profesional o a un taller de oficios.
“¿Y que hay de las zonas grises? Lugares donde el trabajo independiente y la relación de dependencia se solapan. El proyecto no aporta ninguna solución novedosa, la resolución va a seguir en cabeza de un juez. Inseguridad jurídica promovida por la propia ley.
“Para los trabajadores que hoy no gozan en la práctica de derechos laborales, la mitad de la fuerza laboral, el proyecto no trae nada nuevo. Van a poder seguir siendo contratados en las mismas condiciones que hoy, sin derecho alguno.
“Para quienes hoy gozan de los derechos laborales y para los nuevos trabajadores es todo pérdida. El incentivo para que los empleadores usen esta figura, por sus beneficios en el corto plazo es muy importante. No importa si genera más adelante juicios millonarios.
“Sin embargo, existe un sector que podría recurrir a esta figura para obtener beneficios. Seamos mal pensados. Si una empresa, sin importar su tamaño, puede tercerizar partes de su proceso productivo en unidades autónomas de 6 personas la figura calza como anillo al dedo.
“Grandes empresas organizando redes de equipos autónomos de no más de 6 personas que no gozan de derechos laborales ni pueden organizarse sindicalmente. ¿Un poco rebuscado? Tal vez. Pero no tiene ningún sentido abrir esa puerta.
“La figura del trabajador independiente con colaboradores no aporta ninguna solución para quienes hoy están fuera del mercado formal de fuerza de trabajo ni tampoco para los nuevos emprendimientos o aquellos de baja productividad.
“Por el contrario, va a ser una fuente de precariedad contractual que nos retrotrae a la regulación del siglo XIX y que va a generar un fuerte incremento de la litigiosidad. Linda la modernización laboral del Siglo XXI”.