Apuntes sobre la inclusión laboral de las Personas con Discapacidad

Por Mario Almirón*

1. Algunos datos de la realidad
Según el Censo Nacional del año 2010, existían en ese momento en Argentina 5 millones de personas con discapacidad.
El 75 % de esas personas en edad de acceder a un trabajo, no tenía empleo.
Según estimaciones, en la actualidad el 70 % de las empresas radicadas en nuestro país no tiene como empleados a personas con discapacidad y menos del 40% de las firmas cuenta con una política que promueva la inclusión laboral de personas con discapacidad en las empresas.
2. El marco normativo
Es absolutamente claro el derecho de las personas con algún tipo de discapacidad a acceder a un empleo.
Ello surge con claridad de la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad (artículo 27/ Ley 26378); que tiene en nuestro país jerarquía Constitucional (Ley 27.044 y art. 75 inc. 22 de la CN).
Del mismo modo el trato igualitario y no discriminatorio respecto de las personas con discapacidad en el acceso a un trabajo digno es reconocido por el art. 75 inciso 23 de la Constitucion Nacional. En el marco del sector público tanto la ley como el convenio colectivo de trabajo han avanzado en la fijación de un porcentaje mínimo (4%) del total reservado a personas con discapacidad.
3. Los valores en juego
Más allá de su reconocimiento normativo, que para nosotros es indubitable, existe el derecho humano y natural de toda persona a superarse y perfeccionarse; siendo el trabajo uno de los ámbitos donde ello debe concretarse.
Si el derecho al empleo es un derecho humano, y por lo tanto universal para toda persona en edad de trabajar; las barreras al acceso a ese derecho por razones de diferentes capacidades son discriminatorias, y deben ceder frente al valor de la igualdad y la justicia en las oportunidades. Estas barreras pueden ser culturales, económicas, tecnológicas o ideológicas. Pero no se justifican frente al valor superior de la equidad.
4. Conductas para transformar la realidad
Urge que el Estado mediante políticas activas despliegue todo su poder y recursos para que la brecha que hoy existe entre las normas y la realidad vaya acortándose hasta extinguirse.
Incentivar el empleo de personas con discapacidad mediante diversos programas e instrumentos impositivos; incluir en la formación profesional el conocimiento profundo de las posibilidades de las personas con discapacidad; velar por el cumplimiento de las normas ya existentes mediante un ejercicio de poder de policía específico. Promover y fomentar en los convenios colectivos de trabajo el tratamiento de esta materia. Generar
acciones de comunicación que reconozcan a las empresas que faciliten el acceso al trabajo de las personas con discapacidad.
Estas y muchas otras acciones pueden llevarse a cabo si como sociedad tenemos la mirada puesta en una real Inclusión.
*Abogado. Ex Secretario General del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP)