Cada día mueren de hambre 18.000 niños y niñas en el mundo

El maltrato infantil en general es asociado a la violencia, abusos y maltratos que sufren los niños, niñas y adolescentes a nivel intrafamiliar. Pero si bien en los hogares es inevitable que se reproduzcan las múltiples violencias que la misma sociedad genera “afuera”, en todo el mundo son los propios Estados y sus instituciones quienes descargan los peores y más sistemáticos maltratos sobre esa franja de la población a la que, demagógicamente, ellos mismos llaman “el futuro de la humanidad”.

Índices de pobreza alarmantes

En pleno Siglo XXI más 1.300 millones de personas son pobres y 24 mil personas mueren cada día de hambre en el mundo. El 75 % de estos fallecidos son niños menores de cinco años. Es decir que 18 mil niños y niñas de entre uno y cuatro años mueren de hambre cada día.

Los datos publicados por la ONU muestran que de los 1.300 millones de pobres, el 46 % lo son de manera “severa”, es decir, sufren carencias en al menos la mitad de las dimensiones que cubre el índice.

La niñez y adolescencia en el mundo

Según la ONU “en el mundo viven 2.200 millones de niños y niñas, de ellos la enorme mayoría (unos 1.900 millones) vive en países en desarrollo”.

Casi la mitad de esa población vive en la pobreza, más de 1.000 millones y más de 600 millones de niños, niñas y adolescentes viven en la pobreza extrema.

Trabajo infantil

De acuerdo a datos de UNICEF, se calcula que 151,6 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil. Casi la mitad (72,5 millones) ejercen alguna de las peores formas de trabajo infantil, como esclavitud, trata, trabajo forzoso o reclutamiento para conflictos armados.
Grandes empresas como Nike, ZARA, Adidas, Benetton, Tommy Hilfiger son entre muchas, las empresas con mayor acusaciones por explotación infantil.

Un tercio de la población mundial sin escolarizar

Uno de cada cinco niños y niñas en el mundo no tiene acceso a la educación primaria, 104 millones de ellos y ellas viven en países afectados por conflictos o desastres y uno de cada tres niños y jóvenes de entre cinco y 17 años que viven en esas condiciones no asisten a la escuela. Una cifra que representa más de un tercio de la población mundial sin escolarizar.

La ONU señala que uno de cada cinco jóvenes de 15 a 17 años que viven en países afectados por conflictos o desastres nunca han ido a la escuela, y dos de cada cinco nunca han terminado la escuela primaria.

En total, 303 millones de niños de entre cinco y 17 años no asisten a la escuela en todo el mundo. Una cantidad que cuesta mucho imaginar.

La pobreza sigue siendo el obstáculo más importante para la educación en todo el mundo. Según las tendencias actuales, el número de jóvenes de 10 a 19 años sin acceder a ella aumentará a más de 1.300 millones para 2030, lo que representa un aumento del 8 %.

El cinismo de la ONU y los organismos internacionales

Son quienes dan a conocer informes o estudios con las terribles cifras de pobreza desigualdad a las que son sometidos los niños y niñas, pero no dejan de hablar de lo que el capitalismo tiene para ofrecer.

Además los países que sostienen a esos organismos multilaterales los que explotan u oprimen a otros que en el orden mundial están subordinados económica o políticamente a ellos.

Argentina no es la excepción

Unicef define al maltrato infantil como “cualquier omisión o acción, intencional o no, por parte de las personas a cargo del niño, niña o adolescente que comprometan la satisfacción de sus necesidades primarias (alimentación, abrigo y protección contra el peligro) y socioemocionales (interacción, afecto, atención, estimulación y juego) por las que se vea afectado en su desarrollo físico o emocional, su integridad y que implique una vulneración de sus derechos”.

Los datos de Unicef Argentina muestran que cuatro de cada diez niños son pobres: “La situación de la pobreza en Argentina, y en particular de la pobreza que afecta a niñas, niños y adolescentes sigue mostrando un panorama preocupante. Los últimos datos analizados por Unicef muestran que un 42 % de los niños, niñas y adolescentes vive bajo la línea de pobreza (5,5 millones) y un 8,6 % vive en hogares que no alcanzan a cubrir la canasta básica de alimentos”.

Entre los menores de 18 años, la pobreza alcanza al 48 %. Y son 6,5 millones las niñas y los niños con problemas de educación, hábitat, salud y vivienda, entre otras necesidades básicas.

En Argentina se producen alimentos para más de 400 millones de personas, sin embargo las cifras hablan por sí solas. Lo que está por encima de todo son las ganancias de las grandes corporaciones que explotan los recursos naturales, producen los alimentos pero son capaces incluso de hacerlos echar a perder con tal de que no dejen de srt una mercancía, cada vez más cara.

La situación en Argentina no es nueva ni mucho menos se circunscribe a la política de un gobierno determinado. Todos los gobiernos, lejos de promover medidas para erradicarla la naturalizan y profundizan y lanzan medidas o leyes para criminalizar a los pibes más pobres, como se está intentando actualmente en el Congreso con la Reforma del Régimen Penal Juvenil.

Según datos de la UCA conocidos en 2018, la desigualdad social se incrementó de manera brusca a partir de los años 2010/2011 (con el comienzo del segundo mandato de Cristina Kirchner).

Entre 2011 y 2015 la pobreza en niños de 0 a 17 años pasó de un 34 % a un 40 %. Las políticas de ajuste de Cambiemos impactaron fuertemente en este sector.

Hoy, según el Indec, el 47 % de niños y niñas menores de 14 años ya se ubica en un 47 %, es decir casi la mitad de esa franja de la población.

Que en pleno Siglo XXI, con los enormes avances de la ciencia y la tecnología, mueran de hambre todos los días en el mundo 18 mil niños y niñas, solo puede pensarse como una verdadera masacre. Son crímenes sociales, perpetrados de forma constante y sin escrúpulos por los beneficiarios de este sistema capitalista y sus ejecutores estatales.

Fuente: www.laizquierdadiario.com