Claudio Rodríguez es Secretario General del Sindicato Regional Unión del Personal de Panaderías de Villa María Córdoba (S.R.U.P.P-CTA) y Secretario Gremial de la CTA Autónoma de la provincia de Córdoba. Cree que la movilización y el conflicto social va de menor a mayor a medida que crece la desigualdad social; reivindicó el principio histórico de la Central de Autonomía de los patrones, los gobiernos y los partidos y exteriorizó su apoyo a la tarea que se viene desarrollando desde la Conducción Provincial de la CTA-A de convocar a los trabajadores y trabajadoras del Sector Privado.
-¿Cómo evalúa la coyuntura que estamos atravesando?
-La situación es crítica para todos los trabajadores sin excepción. Estamos en un momento muy complicado. Creo que el Gobierno no le ha encontrado la vuelta a esta situación para poder ponernos de pie como país, para manejar la pandemia y la cuestión económica, que son los dos puntos más álgidos que tenemos aquí y ahora.
-En el mientras tanto la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores es constante.
-Y claro, si tenemos una Economía dolarizada y los salarios pesificados. Así no se puede vivir. ¿Cuánto cuesta un kilogramo de carne? ¿Cuánto va a necesitar para comer una familia tipo? No se controla cadena de producción y los alimentos están por las nubes. La inflación está fuera de control y perjudica seriamente a los asalariados. Ni hablar de los trabajadores informales, los que viven de changas o directamente están desocupados.
-¿Esta situación alimenta el conflicto social?
-El conflicto va de menor a mayor según van desmejorando las condiciones de vida. Ya lo dijo Perón: “El pueblo marcha con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes”. Si no estamos a la altura de las circunstancias el pueblo se pondrá de pié. Cuando un papá o una mamá ve como su hijo llora de hambre porque no tiene un plato de comida no va a dudar en salir a la calle a reclamar lo que le corresponde, aún sabiendo el riesgo que corre por la pandemia. Pero no se van a quedar de brazos cruzados.
-Cómo está el sector de la panificación?
-Muy golpeado. La pandemia hizo estragos en nuestro sector de trabajo. Aumenta la harina y los insumos permanentemente y a la gente cada vez le cuesta más comprar un kilo de pan, que además ya no le alcanza. Frente al aumento de la carne y otros alimentos, a la remarcación de precios alevosa en los supermercados, la gente compra un kilo y medio o dos kilos por día para engañar el estómago. Esto repercute en lo gremial: Antes cobrábamos del 1 al 5 de cada mes, ahora lo estamos haciendo en tres o cuatro veces y tenemos que hacer equilibrio para sostener los derechos obreros sin descuidar las fuentes de trabajo.