Del Presupuesto del FMI a la Cumbre del G20

Mientras el Congreso Nacional se apresta a votar un Presupuesto de Ajuste redactado por el organismo financiero internacional, el país se prepara para recibir a los líderes del G20. Se trata de un encuentro orientado a imponer de manera coordinada las políticas neoliberales diseñadas por las corporaciones trasnacionales, con apoyo de las principales potencias mundiales.

Por Ignacio Rodríguez

Del 30 de noviembre al 1 de diciembre próximo se reunirán en Buenos Aires los líderes de las 20 economías más grandes del mundo. Esta cumbre, que se pregona como un ámbito de “cooperación económica, financiera y política”, no representa, sin embargo, los intereses de los pueblos ni las necesidades de desarrollo de los países del sur global.

Por el contrario, el G20 es un foro internacional surgido al calor de la crisis financiera mundial de 2008, asesorado por instituciones financieras, económicas y comerciales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Todas ellas impulsoras de políticas de ajuste y liberalización durante los últimos veinticinco años.

¿Qué beneficios trae recibir al G20?

El G20 es promocionado como un ámbito para “abrirse al mundo”, pero esa expresión nada dice de los términos de esa apertura. En la última reunión de Hamburgo los organismos asesores instaron al G20 a avanzar en una mayor integración comercial combinada con políticas nacionales de modernización. Pero las realidades de las economías emergentes son distintas a las de los países más ricos. En el caso de América Latina y Caribe sólo participan como miembros Argentina, Brasil y México, a los que se sumará Chile en calidad de país invitado. En ese sentido, no existe una posición de bloque que pueda sostener los intereses de la región, como sí sucede con los países nucleados en la Unión Europea (algunos de los cuales participan también de manera individual).

¿Puede el G20 hablar en nombre de todas las naciones?

Claramente no. El foro está integrado por la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía. Es decir, el 90% de las naciones del mundo no participa por lo que el foro carece de representatividad y no puede considerarse un espacio multilateral como es, por ejemplo, la Asamblea de Naciones Unidas.

Una fiesta costosa en tiempos de ajuste

Tan solo en catering y traslados el país gastará 53 millones de dólares (más de 1.900 millones de pesos). Si se toman los cálculos con los que el gobierno argentino estima un ahorro fiscal por despido de trabajadores estatales el próximo año, el gasto operativo del G20 (en 2 días) equivale a la masa salarial de casi 3.000 empleados públicos (en un año). O para graficarlo en términos más sensibles en tiempo de recortes y ajustes, el exorbitante gasto que insumirá la cumbre en dos días equivale al 74% del presupuesto anual de un Hospital de Alta Complejidad (como El Cruce) y al 134% del gasto anual en infraestructura escolar de un distrito como la Provincia de Buenos Aires. A esto claro, hay que sumar los gastos invertidos en eventos previos y el descomunal operativo de seguridad que se prepara para recibir a los presidentes. Si toma el presupuesto global destinado al G20 (que se calcula en 3.000 millones de pesos) equivale a casi el 10% del presupuesto anual de la provincia de Catamarca.   

Fuente. www.clate.org